La solución final a este Gran Sudoku Nacional de 2 siglos de duración está en una renovación creativa de la teoría del Estado en clave de dadaísmo político.
Por Lucio Martínez Pereda | 2/04/2024
No estaría nada mal que para animar la próxima campaña electoral en Catalunya y cabrear un poco más al ya cabreado e hiper-electrificado PP, el PSC incluyera en sus propuestas una vieja idea de P. Maragall: trasladar el Senado a Barcelona. El aburrido y plano señor Illa ganaría por goleada.
La solución final a este Gran Sudoku Nacional de 2 siglos de duración está en una renovación creativa de la teoría del Estado en clave de dadaísmo político. El nacionalismo siempre es nominalismo. El siguiente paso sería un estado con doble capitalidad, de ahí se pasaría a una diarquía como el Imperio austrohúngaro y la actual confederación helvética. Toda España cambiaría de nombre y se llamaría Cataluña. De lunes a viernes el jefe del estado sería un presidente de la república y el fin de semana un monarca. La monarquía está para entretener y divertir y la república está para trabajar.
* El cuadro es una obra del pintor dadaísta Francis Picabia.
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