Confieso que siento nostalgia por los disfraces de Mortadelo que tanto le gustaban al señor Casado.
Por Lucio Martínez Pereda | 1/05/2024
Con Casado está sucediendo lo que acostumbra a pasar cuando el sucesor es mucho peor que quien le precedió en el cargo: vistos retrospectivamente los antiguos errores e incompetencias del segundo se vuelven aciertos y habilidades al compararlos con la realidad presente del primero.
Recuerdo el cachondeo que se montó con esta imagen de falso lector en falsa biblioteca. Confieso que siento nostalgia por los disfraces de Mortadelo que tanto le gustaban al señor Casado. He elegido una representación de ellos, podría ser más amplia, pero el elenco de 7 ejemplos me parece suficiente para demostrar que la sociedad española- en términos de propaganda política- tiene un nivel de exigencia que no se concilia con esta construcción de imagen de liderazgo propia de los tiempos en los que las redes sociales aún no habían configurado una opinión pública crítica con estas campañas promocionales tan fácilmente ridiculizables.








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