La narrativa de la ‘amenaza rusa’ se utiliza como pretexto para justificar una carrera armamentística que no responde a las necesidades reales de los pueblos europeos, sino a la ambición de una élite que lucra con la guerra.
La narrativa de la ‘seguridad nacional’ utilizada para justificar el gasto masivo oculta el verdadero impacto de la militarización: un aumento de la desigualdad y una mayor dependencia de Grecia de las dinámicas belicistas impulsadas por la OTAN y la UE.
‘La guerra de Ucrania y el orden mundial euroasiático’, de Glenn Diesen, supone una obra clave para entender el acelerado colapso del orden mundial hegemonizado por Occidente y el surgimiento de una alternativa multipolar impulsada por el Sur Global.
Mientras el presidente Pedro Sánchez y la vicepresidenta Yolanda Díaz alzan la voz en foros internacionales condenando la escalada bélica en Oriente Próximo, sus acciones demuestran una complicidad descarada con quienes perpetran las atrocidades.
El gobierno PSOE-Sumar sigue adelante con su deriva militarista, asumiendo sin cuestionamientos las demandas de la OTAN y la agenda de rearme impulsada por la Unión Europea.