Loueila Mint El Mamy: «Se genera la alarma sobre los refugiados, a pesar de que los hemos esquilmado y explotado por los recursos naturales en sus países»

Victor Serri / Directa.cat

Segunda parte de la entrevista a Loueila Mint al Mamy, abogada especializada en derechos de las personas migrantes.

Por Angelo Nero | 17/03/2024

Esa ingente cantidad de recursos destinada a contener la migración irregular, a través de terceros países o de organismos como Frontex, los CIES, la fortificación de las fronteras, ¿realmente está solucionando algo? ¿no habría que poner sobre la mesa la regulación de esa migración, para que esa gente que abandona sus países huyendo de las guerras o del hambre, pueda entrar en Europa por vías legales, sin jugarse la vida?

Aceptar que vamos a dejar de pagar a Frontex, que ha recibido en los últimos años millones y millones, ONGs, dispositivos de emergencia, todos los fondos de asilo y migración, brigadas de extranjería y fronteras, centros de internamiento, centros de detención como los CATE, subcontratas, CIES, que nos han costado millones de euros, el sistema integral de videovigilancia exterior (SIVE), que también ha costado millones de euros y no sirve, Salvamento Marítimo, millones y millones de euros a los países para externalizar la contención de la inmigración, Marruecos, Túnez, Libia, Argelia, Mauritania, Senegal… tenemos que replantearnos que estas políticas migratorios no funcionan.

Quizás si dejan de pagar todo lo que están pagando, quizás tendrían que reconocer y pedir perdón, tendrían que reparar la colonización, tendrían que negociar de una manera justa con los gobernantes de los países del continente africano, tendrían que permitir que la gente pueda moverse con un pasaporte senagalí, igual que con uno español, tendrían que humanizar, tendrían que hacer tantas cosas, y no están dispuestos porque eso es como los privilegios. Yo siempre explico que hay unas gafas que las personas llevan con privilegios, con el privilegio de donde has nacido, de tu documentación, de tu color de piel, el privilegio de tu género, si eres hombre, más si eres rico, si eres heterosexual, todas estas gafas de privilegio que se van llenando. Quitarse estas capas implica reconocer todos tus privilegios, reconocer que todo esto que tu tienes es a costa de otros que no los tienen, y para que la Unión Europea haga eso tenemos que hablar de una descolonización real de todo el continente africano.

Entonces, creo que es mucho más sencillo para ellos seguir pagando, seguir conteniendo, sabiendo que es un porcentaje de 30 o 40.000 personas, y no importa si Marruecos les dispara, no importa si Marruecos dispara a las mujeres intentando subirse a un cayuco para Canarias, si dispara en la valla a personas que intentan saltar en Melilla, si disparan guardias civiles con pelotas de goma, si hacinamos a la gente y se muere en silencio, porque no manifiesta que tiene dolor, porque ha aguantado tanto dolor en el camino que se muere en un centro de acogida de Canarias.

Le hemos dicho a la gente eso, que ellos son responsables de su pobreza, y no creo que la UE quiera reformularse y reestructurarse si pierde sus privilegios, a costa del global sur, en este caso, porque eso implicaría quitarse esas gafas de privilegio. Entonces es mucho más sencillo seguir pagando, a pesar de todos los pesares, a pesar de las vidas que se pierden en el mar, a pesar de que son un porcentaje chiquitito y que, sin embargo, luego se genera la alarma sobre esas personas, a pesar de que son refugiados, a pesar de que los hemos esquilmado y explotado por los recursos naturales en sus países, a pesar de que nos hayan colonizado. Ahí tenemos el ejemplo del Sahara Occidental, entonces, esa es la consecuencia directa, es más fácil pagar que asumir responsabilidades, está claro.

Además de esto, en los últimos tiempos también estamos asistiendo a un intento de criminalización de las ONG destinadas al salvamento marítimo, y también a las que dan apoyo a los migrantes en los países de origen, ¿que opinas del papel que están jugando estas organizaciones, y la sociedad civil, en el estado español?

Tengo mucha esperanza en la humanidad, tengo mucha esperanza en la sociedad civil, porque durante los tiempos que se volvieron complejos en Canarias, que se cerró como una jaula, donde la salud mental de las personas que querían seguir su viaje se vio deteriorada, donde el estado físico se vio también deteriorado, donde se cometieron irregularidades, porque la normativa de extranjería no les impedía poder moverse y subir hacia la península o hacia otros países, vimos lo que fue capaz de hacer la sociedad civil, vimos como la gente se organizaba, y como ante unas deficiencias terribles en el momento de la crisis de la pandemia, donde la gente no tenían nada, donde la gente estaba sin trabajo, donde llegaban embarcaciones de una manera muy precaria, tenía yo a gente en el despacho para querer ayudar y pagar un viaje, tenía familias canarias pidiendo información, tenía familias abriendo un garaje y haciendo un chocolate a todos los chicos que estaban en Las Canteras y en Las Raíces, sitios muy fríos, donde están los centros de acogida, teníamos a gente con guaguas, con interpretes, que se gestionaban, con gente haciendo de su coche un transporte. Estoy segura y no me cabe ninguna duda de que es muchísima más la gente que tiene amor, agradecimiento, que arropa en momentos de este tipo, que la que tiene odio.

El problema que tenemos es que los del odio hacen muchísimo ruido y suenan mucho. Igual que los discursos fáciles de la extrema derecha, y cuando alguien lo hace fácil y ruidoso, de alguna manera es más visible que todas esas personas que abren sus puertas, su economía, que abren sus corazones, para ayudar a gente que no conocían de nada.

Esto, sumado a mucha gente que trabaja en las ONGs, porque cuando me preguntan por las ONGs, me gusta hablar de las personas que están dentro, quienes les representan, quien es cada uno y que trabajo hacen, y hay muchísima gente que suma y que abraza. Ya lo vimos con el abrazo de Luna, de Cruz Roja, a una persona no blanca, que sobrevivió, y el debate que generó, pero está claro que en un mundo tan deshumanizante, que exista gente que abrace, aunque sea con una perspectiva paternalista y aunque se equivoque, desde luego que es para mi, que veo toda la otra parte, un subidón, es un chute de humanidad, es una esperanza, un optimismo de saber que las cosas no son iguales, que las cosas no están mal siempre, que hay gente tejiendo y que gracias a estos tejidos, y a esta gente que abraza, lo hace viendo la historia del otro y se reconoce con ella.

A partir de ahí, luego conseguiremos el tú a tú, sin paternalismos, y sin que se equivoque el blanco con el no blanco, pero desde luego, que el hecho de que ya alguien abrace a alguien, que le inquiete y le remueva el dolor ajeno en un mundo donde parece ser que la indiferencia forma parte de las vidas, yo creo que esto nos tiene que servir como ejemplo de que hay que confirmar en la humanidad.

Creo que por suerte hay un trabajo muy grande que se hace, por parte de muchísimos colectivos, de muchísimas personas que forman parte de las ONGs, de Salvamento Marítimo, que arriesgó su tiempo, su energía, su descanso, incluso su situación laboral y profesional, y que a pesar de eso bendito Salvamento Marítimo, y que suerte que les tengamos en Canarias, que suerte que estén las personas que están en momentos en que en otras rutas, donde se deja morir a la gente en la costa, ellos salen y rescatan a la gente a millas lejanas de Canarias.

Siempre los movimientos de lo colectivo y no de lo individual van a ser perseguidos y criminalizados, esto es un hecho claro, molesta el pensamiento crítico, molesta el que se mueve, molesta el que lucha por lo colectivo, porque se vuelve una amenaza. Que triste pensar en el mundo en el que estamos, en el que arrope, el que acoge a alguien, tenga que sufrir la criminalización y se tenga que estar constantemente blindándose para evitar lo que hemos visto en otras rutas y en otros países, de gente procesada, de gente acusada, de colaborar, de alguna manera, de favorecer la inmigración irregular, de cometer un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Y no hay mayor delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros que no permitir que salgan de una manera segura, digna y legal, que es permitir que las personas preserven sus vidas, que permitan que las personas puedan moverse libremente por el mundo, permitir que la gente no tenga que deshumanizarse por el camino.

Dos de los puntos de entrada de la migración irregular en España, donde ha habido más denuncias de vulneraciones de los derechos humanos, han sido Canarias, y Ceuta y Melilla, ¿cual es la situación de estos dos lugares a día de hoy? ¿realmente España está respetando su propia legislación en la materia, o la está incumpliendo?

La excepcionalidad de las fronteras, el ejemplo claro es Ceuta, Melilla, y Canarias, como son territorios que no están dentro del estado español, que están alejados, en el continente africano, y como no importa nada lo que pase allí, porque como no es algo en el centro, algo que realmente remueva al estado español, sino que se trata de unas comunidades autónomas, incluso Ceuta y Melilla, donde se puede aplicar la excepcionalidad como norma, incluso figuras como el rechazo en frontera, y otras en la propia frontera, y las vulneraciones que hemos visto, y Canarias como lugar donde la gente llega y hay un abandono con los menores, hay un abandono administrativo, en todos los sentidos, para asumir y enfrentarse a que tenemos un compromiso, y a que tenemos una responsabilidad y una obligación que es respetar las normas. Unas normas que han diseñado para ser respetadas, y esto comprende que si hay personas que son refugiadas y que quieren acceder al territorio puedan hacerlo por los puestos que están habilitados, que esos puestos no existen o las personas no pueden ira a una comisaría, o a una oficina y poder hacerlo, entonces es mentira, y si es mentira es justo decirlo, y decir que estamos incumpliendo la normativa.

Canarias, en estos momentos, en el contexto en el que está viviendo como ruta activa de la frontera sur, seguimos recogiendo la vida de muchísimas personas que son refugiadas, que han salido de sus países, a las que hemos deshumanizado, seguimos recogiéndolas e intentando dignificar de alguna manera el tiempo de su espera aquí, porque ese si que es terrible que una persona no pueda acceder a lo básico, y lo básico es una asistencia letrada de calidad, una asistencia de salud mental de calidad, que no pueda seguir su tránsito, que a veces estén criminalizados como supuestos patronos de embarcación, a pesar de no serlo, tenemos a menores en prisión.

Y es verdad que hay luz dentro de todo esto, se ha organizado el Plan Canarias, ha mejorado muchísimo en los últimos años, las derivaciones están funcionando, pero sigue habiendo mucho trabajo que hacer, porque estamos hablando de vidas humanas, y de gente a las que se les va a cortar sus piernas porque han sobrevivido a una de las rutas más mortíferas, porque han llegado al Hierro, después de haber salido de Senegal, y todavía hay gente que habla de barcos nodriza, y todavía hay gente, en estos tiempos, que no entiende que esta es una realidad que está ocurriendo donde unas personas después de sobrevivir y no tirar sus cuerpos sino los de otras personas se les tiene que cortar la pierna porque ya no la puede usar, después de diez días en el mar.

Y en este contexto, Ceuta, Melilla, es el que es, que es la alarma, estas alarmas que se encienden, nunca se van a encender para la población refugiada que va a llegar, ellos van a ser brutos, van a ser violentos, van a ser no blancos, van a ser manos, pero no personas, no van a haber historias detrás y como tan van a recibir ese trato y siguen recibiendo ese trato, que es muy duro, y si es verdad que hay luz y esperanza, pero mientras la gente se siga muriendo, como estamos viendo, más de 6.000 personas fallecidas, no nos toca otra que seguir exigiendo que ni Canarias sea tumba ni cárcel, ni Ceuta ni Melilla, ni ningún lugar.

Ha sido muy polémico que el nuevo gobierno haya mantenido en su cargo de ministro de interior a Grande-Marlaska, aún después de la masacre de la valla de Melilla, ¿es esto toda una declaración de principios del gobierno de Sánchez, en una suerte de continuidad de su política migratoria?

No se comprende como a estas alturas del partido, después de todo lo sucedido, el ministro Marlaska siga en su puesto de trabajo, no se comprende como a estas alturas del partido, después de las vallas de Melilla, después de las devoluciones de menores, después de los menores que tenemos en prisión, después de las llegadas a Canarias donde la única respuesta del gobierno y del ministro del interior ha sido contener y tratar de viajar a Mauritania y Senegal, para poder establecer aviones y helicópteros militares, que no va a hacer que la gente deje de salir de Mauritania y de Senegal, si no que lo que van a hacer es que se jueguen más la vida todavía, y no les corten los pies, sino que directamente no lleguen a la Restinga, al Hierro, y que no sobrevivan.

No se comprende como después de todo esto, que forma parte de la política cero crítica, y no se está haciendo autocrítica, siga manteniéndose al ministro de interior, siga manteniéndose a Marlaska en su puesto de trabajo, siga manteniéndose a un ministro que ha aceptado, que ha reconocido, y que ha aplaudido la masacre de Melilla, siga aceptándose a un ministro que no ha dado respuesta en Canarias, un ministro que ante el Covid, hay que recordarlo, cerró Canarias, se dieron instrucciones para que las personas no siguieran, una irregularidad clara, que no contempla la normativa de extranjería, un ministro que hace las labores de un discurso y de un programa totalmente compatible con el de la extrema derecha, y que se ha seguido manteniendo por un gobierno socialista, por un gobierno de izquierdas. O hacen autocrítica y lo cesan o seguirá manteniéndose, con la hipocresía en la que se ha sumido Europa y los gobiernos constantemente, mientras quiero el respeto a los derechos humanos, voy a Marruecos y le doy la mano al ministro o al rey que más vulnera derechos de su propia población marroquí, pero también de la población saharaui y de todo el continente africano.

Por tu origen, es obligado preguntarte por los trámites que tienen que pasar los saharauis para obtener el permiso de residencia y la nacionalidad, ¿tienen alguna ventaja por venir de una ex colonia española? Y unido a esto ¿cuales son las consecuencias de que el estado español no reconozca a la RADS?

Es que es precisamente por mi origen, por lo que hace más toda esta entrevista más relevante todavía, es como las consecuencias de la colonización, de una no descolonización, de una cesión, de un territorio como el Sahara Occidental, por parte de España, que sigue siendo potencia administradora del territorio, que dejó a gente documentada, que nos obligó por cederle el territorio a Marruecos y Mauritania, que nos empujó, nos obligó, y es principal responsable de nuestra situación, junto con Marruecos, a tirarnos en un campamento de refugiados, a vivir de la ayuda humanitaria, a tener que migrar.

La consecuencia directa de la colonización es esto. Si España no quiere que yo, como saharaui, salga y tenga que pedirle aquí el estatuto de apátrida, el estatuto de refugiado o cualquier otro trámite administrativo, haberlo pensado, no habernos colonizado, no haber hecho la nefasta gestión de descolonización, que todavía no se ha descolonizado nuestro territorio, un territorio no autónomo, pendiente de descolonización, ocupado ilegalmente en la actualidad y militarmente por Marruecos, principal aliado del Estado Español, con todo lo que supone esto para nuestras vidas, y paras las vidas del pueblo marroquí y del pueblo africano. Y la consecuencia es esta, colonizar, obligar a la gente a exiliarse, a desplazarse, y a tirarse en un campamento de refugiados y posteriormente tener que salir.

No lo ha puesto fácil España, y sigue sin ponerlo fácil a pesar de las miles de familias españolas que dejó en el Sahara Occidental, a pesar de las numerosas familias y personas que dejó documentadas, con DNI español, con libro de familia español, con partida de nacimiento español, y sigue dándonos esta migaja, esta caridad del apátrida, que esta mal dada además, con todas las consecuencias que tiene, para nosotros, para nuestras vidas, y después, es curioso, que con los sefardíes, con otras colonias iberoamericanas, filipinas, se obtiene alguna ventaja en cuanto a la posibilidad de obtener la nacionalidad española, y es curioso que con una colonia que ni siquiera han descolonizado, que le queda próxima y que han dejado a esas familias con documentación española, lo único que contemple sea reconocer que no tiene nacionalidad.

Si que tenemos nacionalidad, nuestra nacionalidad es la saharaui, una nacionalidad que ha pisoteado el estado español con una complicidad y con la ocupación ilegal de Marruecos. Marruecos culpable, España responsable, es una definición clara de nuestras vidas, y aunque España siga sin reconocer a la RASD, también sigue sin reconocer a las miles de personas que dejó con documentación española, y aunque siga haciéndolo, muchos son los países que nos reconocen la ocupación, y esta nueva figura de una autonomía saharaui dentro de Marruecos, como si los saharauis fuéramos parte de Marruecos no.

Los saharauis somos saharauis, se tuvo que descolonizar nuestra colonia, única pendiente dentro del continente africano, pero de manera real, pero hemos sufrido la desgracia de estar ocupados ilegalmente y, además, de esta complicidad y de la constante hipocresía en la que se mueve nuestra historia. Un pueblo colonizado, no descolonizado, que vive en el exilio refugiado, que vive con su población separada, y que a pesar de que llega aquí con toda la responsabilidad de España no puede tener un visado para poder salir, no puede ni obtener la nacionalidad española, y mi caso es el ejemplo. Una mujer migrante, que su familia tuvo que desplazarse y criarse en un campo de refugiados en Tinduf, todas la dificultades que he tenido, documentada por Argelia, que llega a España, que cumple todos los requisitos, y aún así no me conceden la nacionalidad española, y tengo que pelearla. Este es el ejemplo del maltrato que nos da el estado español a los saharauis, a su provincia, como decía, una provincia, que desde mi punto de vista sigue siendo maltratada su población, teniendo en cuenta la ocupación militar que vive, y teniendo en cuenta la situación administrativa que vive su población una vez que llega a España.

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