El SMI, otra cuestión ideológica

 

La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, y el presidente de la CEOE.

El PSOE parece ser un partido que juega a tres cartas: por un lado, el PSOE de Calviño; por otro, el PSOE de Pedro Sánchez; y por último, el PSOE de los barones.

Por Carmen Romero

Empecé a leer Esclavos Unidos. La otra cara del American Dream, el primer libro de la periodista Helena Villar. Para un día de septiembre que no hace un calor infernal en Sevilla, decidí ir a leer a la sierra. Estaba nublado y olía a tierra mojada. Como esas tardes de otoño que solo te apetece escuchar The Verve y beber café caliente. Pero la realidad es que hacía una temperatura de no mucho menos de treinta grados. Cuando me veo allí leyendo a solas, entre pinos y vegetación algo seca por el paso del verano, frente a un mirador desde el cual solo se ven campos de trigo ya segados y nubes grises, digo: “Coño, si parece el ambiente de una peli yankee mala de vampiros de los ochenta”. Podría haber dicho que parecía el ambiente de El día de la bestia, de Álex de la Iglesia. Sobre todo al anochecer, cuando el padre Berriatúa empieza a cometer pecados, pero no, se me vino a la mente el maldito cine de terror yankee. EEUU y la hegemonía cultural a través del cine. Resulta gracioso darme cuenta de ello leyendo tal libro en el mirador de un pueblo perdido en la Sierra Sur de Sevilla. Aunque obviamente no es cosa del azar el elegir un tipo de película u otra, sino una decisión inconsciente por pura cuestión ideológica por vivir en el mundo en el que vivimos. El sentido común, que no es otra cosa que la ideología de la clase dominante. Algo parecido ocurre con el conflicto de la subida del SMI; “Es de sentido común no subirlo”, berrea la horda liberal.

El conflicto contra la subida del SMI no es un conflicto económico. El problema no es subir el SMI algo más de 20 euros, sino dejar entrever que otro tipo de política es posible. Hay miedo a que se demuestre que la política sirve para algo más que para dar voces desde un sillón, pero sobre todo, lo que mas les jode es el papel transformador que puedan llegar a tener los sindicatos. Que aquello que llevan años queriendo destruir a través de la uberización de la mayoría de sectores, que no es otra cosa que la organización en el trabajo, les gane. Los mismos que dicen que el tarifazo eléctrico es asumible, hablan del SMI como si subirlo propiciara un apocalipsis al estilo de Mad Max.

El SMI se introdujo en España en el año 1970. Desde entonces solo ha sido congelado dos veces. La primera, en 2012; la segunda, en 2014. Ambas con Rajoy al mando. Solo cuatro países de la Unión Europea no lo han incrementado en 2021. España entre ellos. Ahora no gobierna el PP, pero la Ministra de Economía es Nadia Calviño, o como yo la llamo, la Ministra de la CEOE. La Margaret Thatcher de AliExpress. Esa señora estirada que prefiere reunirse con Ferreras antes que con cualquier sindicato u otro agente social. Esa señora que hace que Largo Caballero, como socialista, se revuelva en su tumba cada vez que abre la boca. Esa señora que, como Toni Blair, asume las tesis del que se supone enemigo. Esa señora que no parece haber entendido el «Which Side Are You On?” de la canción de Pete Seeger.

Y es que el PSOE parece ser un partido que juega a tres cartas. Por un lado, el PSOE de Calviño, que no se presenta a las elecciones pero influye directamente en la política de nuestro país. Por otro, el PSOE de Pedro Sánchez, que parece uno más progresista que el anterior. Y por último, el PSOE de los barones, que es la autentica y única derecha moderada de nuestro país. Entre estas tres cartas se sitúa Unidas Podemos dando tumbos sin poder llegar temprano a casi ningún sitio por aquello de “los poderes fácticos”. A la mayoría de personas a las que le cuesta llegar a fin de mes porque la vida está cada vez más cara, les sonará a chino eso de “poderes fácticos”. Al igual que hace unos días sonaba a chino eso de “topar” el precio de las eléctricas. Será que eso de la comunicación política que ahora llaman ComPol está, la mayoría de veces, demasiado alejada de la realidad. Topar es darse de morros con algo. Limitar, poner freno. Medida tibiamente socialdemócrata. Pero el PSOE juega a sus tres cartas, la subida del SMI es una cuestión ideológica y Nadia Calviño, la Ministra de la CEOE, es la que baraja.

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