Netanyahu lo entiende bien y parece haber llegado a la conclusión de que su única vía para la supervivencia política es la continuación de la guerra en Gaza y la expansión del conflicto para involucrar a múltiples partes.
La guerra en Gaza no es solo un conflicto regional; es una herida abierta en la conciencia de la humanidad. No podemos mirar hacia otro lado mientras miles de niños pierden la vida, las extremidades o el futuro.
La Autoridad Palestina se ha convertido en un agente activo en la opresión que Israel ejerce sobre el pueblo palestino, como es el caso de Jenin en estos momentos.
Francia no solo se dedicó al saqueo de los gigantescos yacimientos de oro, petróleo, uranio y otros minerales de esas regiones aparentemente yermas, sino enrolando a millones de sus hombres en las diversas guerras.
Para avanzar hacia un Sahara libre, es fundamental no solo regenerar el movimiento político, sino también fortalecer los cimientos de la sociedad saharaui.