El fin de la política

Por Joan Jordi Abentín

Acabo de ver una imagen donde salían los títulos universitarios de Casado y Arcadi. Decía que la segunda estaba más preparada y tenía más CV, entre otras cosas. La misma política neoliberal…, ¿dará igual? Da igual lo que estudien. Todos nos van a perjudicar…

Ayer, los de la CUP, diciendo que en una República Independiente viviríamos con grandes derechos sociales.

Después miré las noticias y veo que hablan de una investidura de Puigdemont vía telemática, mientras Inés dice que quiere acabar con el procés.

Más tarde, sale la misma hablando de criminales fugados mientras Rivera diciendo que hay profesores que señalan a hijos de guardias civiles.

Y anteayer, anterior a todo eso, el PP criticado TV3 por estar manipulada.

Y ahora miro todo eso y pienso… ¿por qué el Fantasma de la Ópera o los Miserables, si tenemos la política? En poco pondrán los plenos del Congreso y las noticias de pago, como todas las demás películas y series. Al final, Nefflix y Movistar+ tendrán una sección de política y el teatro Liceu hará sesiones sobre esto. Imagino que se ve la ironía, pero me siento en un teatro o en una novela. La diferencia es que en Juego de Tronos la temporada empieza con un caminante blanco y en esto empieza con unas elecciones.

Estamos en un teatro. En un teatro donde algunos quieren poner los hermanos del PP mientras dicen que son comunistas y de izquierdas, donde otros quieren gobernar desde una tele, después de que Rufián criticara a Rajoy por hacerlo desde el plasma, donde otros quieren que acabe el procés pero fomentan el odio y la división, y donde cuatro que van por ahí dicen que la Generalitat manipula TV3 y luego ellos, hacen lo mismo y peor con TVE.

La verdad pareceré muy repetitivo, pero basta ya. Basta de falacias para ganar votos, basta de demagogias para hacer daño al rival, basta de obras cutres para decir que se hace algo, basta de bonitas palabras que hacen que la gente se pelee. Basta. Ya está bien de tanto teatro, porque mientras unos actúan, nosotros seguimos pagando la carrera, en listas de espera y ahorrando desde una semana antes para pagar el autobús.

La diferencia es que en Juego de Tronos la temporada empieza con un caminante blanco y en esto empieza con unas elecciones.

Mientras veía el Pleno del Parlament me moría del asco. Y la verdad, no puedo hacer nada para evitarlo, me da. Y me da porque veo que unos señores con dietas, con grandes sueldos y con comida tirada precio nos están decidiendo y ordenando lo que tenemos que hacer el 99 por ciento restante, que ni ganamos tanto dinero, tampoco nos dan de extra y menos podemos comer de gratis.

Muchos se piensan que quiero ser político ya que estoy todo el día hablando del tema. Pero no, no quiero serlo. Actuar se le da mejor a los actores y las actrices. Tampoco poder. Quien piense que se puede transformar el mundo con el poder… mal va… Lo que quiero es tener una agenda con los derechos humanos y verlos cada día para luchar por ellos. Aquí ya hablando como colectivo. Queremos transformar la política. Queremos hacerla real. Que sirva. Que funcione para solucionar los problemas de los ciudadanos. Que acabe la función, y de paso la corrupción y que deje paso a algo nuevo. Cambiar la política política por la construcción, quitar las fotos por el trabajo duro, y quitar las encuestas por la realidad. En la izquierda, muchos no queremos ser políticos. Luchamos contra esta. Y creo que a muchos, al fin y al cabo, nos gusta, porque sabemos que, el día que ganemos, el mundo será otra cosa.

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