El nacionalismo antidemocrático

El problema “español” actual no es que exista un nacionalismo democrático, el problema es que el nacionalismo antidemocrático ha logrado convencer a una parte de la ciudadanía que la Constitución que lo impide es “democrática”.

Por Lucio Martínez Pereda

La llamada amnistía actuará como instrumento que disminuirá la tensión producida por el conflicto político entre el estado español y Catalunya. La derecha intentará judicializar esta medida y el Tribunal Constitucional previsiblemente no manifestará ningún impedimento a su implementación. La pregunta es : ¿será la derecha española capaz de aceptar este hecho o iniciará el camino hacia su trumpizacion?

España, hasta ahora, no ha sabido construir un modelo de estado que no esté basado en el nacionalismo españolista. En su error, la derecha ha ido más lejos ya que ha confundido las funciones del estado con la idea de nación. La derecha española, ademas, tiene otro problema añadido: está cada vez más crecientemente desencajada y alejada de la percepción de la realidad: en lo fundamental aún sigue teniendo la misma concepción del Estado Nación que existía en la dictadura franquista. Creen que el autoritarismo combinado con el punitivismo es el recurso que permitirá que los ciudadanos del estado se vean y se sientan identificados como miembros de la nación española. Ellos dicen que es Español quien nosotros decimos que es Español y si insisten diciendo que no lo son, les aplicaremos la Constitución de la nación española que les obliga a serlo.

El problema “español” actual no es que exista un nacionalismo democrático, el problema es que el nacionalismo antidemocrático ha logrado convencer a una parte de la ciudadanía que la Constitución que lo impide es “democrática”.

A este problema hay que añadir otro. La derecha española todavía no acepta una idea muy básica: que una nación es el resultado de un estado que construye una tradición inventada y la une a una comunidad imaginaria. Este problema se intensifica cuando se llega a la conclusión de que una nación es una comunidad que solo existe y funciona como tal cuando únicamente hay una lengua hablada y escrita común. La idea de que la lengua precede a la nación es el mito que sostiene esta idea, pero también es una alteración de la realidad causal: los líderes del Risorgimento italiano fabricaron una Nación cuando la lengua italiana solamente era hablada por el 8 % de los habitantes de la península itálica, por eso afirmaron: ya tenemos Italia, ahora ( que tenemos el instrumento del estado) tenemos que tener italianos.

Otro problema del nacionalismo españolista de nuestra derecha es pensar que en todos los estados-nación ha de ser la nación quien se adapte al estado, cuando la realidad histórica nos dice que la cosa sólo funciona cuando es el estado quien se adapta a las diferentes naciones. Un fenómeno en cierta forma similar al italiano sucedió con la construcción del Estado en India. De todas las lenguas que se hablaban en India antes de 1947 el Inglés era la única hablada y escrita por la minoría escolarizada.Tras la expulsión de los británicos Gandhi se mostró partidario de que el hindú -lengua únicamente hablada por un tercio de la población-, se convirtiese en la lengua común, ya que el inglés como lengua imperial no podía serlo en un estado independiente. Pero el problema es que tras esa lengua estaba una religión y con ella se expulsaba de la construcción del Estado-Nación a los millones de seguidores de la religión musulmana que se también se sentían Nacion.

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