La participación de la ultraderecha en estos programas de televisión no sólo contribuye a aumentar su visibilidad, legitimidad y capacidad de influencia.
La alt-right (derecha alternativa) ha desempeñado un papel crucial en el cambio de significado de la expresión “woke”: se apropiaron de ella en 2015 y la transformaron en un término despectivo para etiquetar y desacreditar ideas de izquierda y políticas progresistas.
La estrategia de Trump pasa por negar la capacidad negociadora de las organizaciones supranacionales y sustituirlas por acuerdos individuales firmados Estado-Estado en los que le resulta más fácil imponerse.
Según el historiador Fabrice Riceputi, Le Pen estuvo implicado en “varias decenas” de sesiones de torturas y en ejecuciones arbitrarias. Le Pen inicialmente lo admitió con orgullo.