Cientos de refugiados y solicitantes de asilo, sin importar el sexo, ni la edad, apenas son apresados, son subidos a autobuses con destino a las fronteras con Argelia o Libia.
Borrar la cultura, hacer desaparecer el pensamiento crítico y destruir las manifestaciones artísticas: esos son los tres objetivos que están detrás de la decisión tomada por la ultraderecha PP-Vox.
Aunque muchos de los aliados occidentales de Israel pudieran haber parecido críticos con Netanyahu, todavía se comportaban por preocupación por Tel Aviv, nunca por amor o respeto por los palestinos.
Desde el oeste de Sudán, miles de ciudadanos de Darfur, escaparon a Libia y Chad, donde todos los campamentos para refugiados han sido desbordados y la ayuda es en todos los casos insuficientes.