Workers Party: El Sinn Féin ha cambiado la soberanía y el bienestar de los trabajadores por la sumisión a las multinacionales estadounidenses

Mary Lou McDonald,, presidenta del Sinn Féin.

La organización socialista irlandesa critica al Sinn Féin por informaciones que sostienen que, en caso de formar gobierno, mantendrían el modelo fiscal que beneficia a las grandes multinacionales.

Por Redacción NR | 24/01/2024

El Partido de los Trabajadores de Irlanda (The Workers Party), acusa al Sinn Féin de querer mantener la política fiscal favorable hacia las multinacionales estadounidenses en detrimento de los intereses de los trabajadores.

Estas informaciones fueron confirmadas por Feargal O’Rourke, ex director de la empresa consultora PwC, quien aseguró ante la prensa que el Sinn Féin ha ‘estado en gran medida en un programa de acercamiento’ con las grandes empresas desde las últimas elecciones para asegurarles que ‘no causará problemas’ si se hace con el poder.

Al parecer, altas figuras del Sinn Féin, incluida la líder Mary Lou McDonald y Pearse Doherty, su portavoz de finanzas, han hablado con ‘muchas empresas estadounidenses’ para explicar sus prioridades políticas y calmar las preocupaciones sobre su postura sobre los impuestos corporativos, dijo O’Rourke.

Garrett Greene, representante del Partido de los Trabajadores, señala que el Sinn Féin se ha comprometido a mantener la tasa impositiva corporativa actual del 12,5 por ciento, en un claro gesto para beneficiar a las multinacionales que dominan la economía del país. Greene sostiene que la clase dominante centra sus esfuerzos en fortalecer al capital multinacional, y que los gobiernos gestores del capitalismo dejan de lado la economía nacional sostenible y se contentan con quedarse con un pequeño porcentaje de las ganancias multinacionales.

Esta política ‘afecta directamente la capacidad del Estado para satisfacer las necesidades de los trabajadores’, apunta el representante del Workers Party, que afirma además que Irlanda actúa como paraíso fiscal y permite que las multinacionales dicten la política económica, de manera que el Estado se limita a adoptar medidas que no amenacen los intereses del capital extranjero.

Irlanda vive actualmente una crisis que afecta a sectores como la vivienda, la sanidad o la educación. El Partido de los Trabajadores lo vincula a la incapacidad del Estado de tomar la iniciativa para resolver esta situación, ya que determinadas medidas podrían amenazar los intereses del gran capital. ‘La total dependencia de Irlanda de las multinacionales significa que ningún gobierno puede realizar cambios radicales de la noche a la mañana, sin correr el riesgo de ser disciplinado por el capital extranjero’, indica Garrett Greene.

El Workers Party apuesta por el desarrollo de la industria y por terminar con el modelo de paraíso fiscal de cobrar bajos impuestos a grandes empresas tecnológicas y financieras que se asientan en territorio irlandés para evadir impuestos. ‘La posición del Sinn Fein sobre el mantenimiento del régimen fiscal corporativo muestra que pretenden apuntalar el actual modelo económico fallido’.

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