Utilizar el hambre de civiles como método de guerra se clasifica como crimen de guerra según el derecho internacional, establecido explícitamente en el Estatuto de Roma.
Gaza nunca ha sido conquistada ni lo será jamás. Bajo los inflexibles principios del derecho internacional, sigue siendo un territorio ocupado, independientemente de cualquier eventual retirada de las fuerzas israelíes a la frontera.
Al llevar a cabo estas acciones, el gobierno estadounidense está replicando en la práctica algunas de las medidas draconianas impuestas por Israel a los palestinos.
El ex jefe del Shin Bet, Nadav Argaman, incluso ha amenazado con revelar información secreta, lo que indica que la agencia está preparada para involucrarse en esta lucha de poder interna, que algunos temen podría escalar hasta convertirse en una guerra civil.