Estiércol para el ejército
En los años 90, bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo y la aplaudida política de “todo es ETA”, se estrujaron estas libertades hasta límites insospechados: ilegalizaciones de partidos, colectivos juveniles y sociales, cierre de periódicos y radios, detenciones y condenas por cientos, criminalización de actividades y manifestaciones… La resaca de todo aquello aún dura.