El PSOE tiene que cortocircuitar este panorama que permitirá a los corruptos de derechas hacerse pasar por luchadores contra la corrupción.
Por Lucio Martínez Pereda | 24/02/2024
La extensión del entramado de corrupción que está detrás del caso Koldo es muy grande: número de personas implicadas, territorios por donde se extiende y en organismos públicos afectados. Al señor Ábalos le correspondía una clara responsabilidad política en vigilando que no ejerció. Su dimisión como diputado y militante del PSOE es fundamental para poder empezar a hacer control de daños.
La prensa de derechas utilizará ese caso para someter al PSOE a un sangrado que puede durar varios meses y el PP lo empleará para poner en sordina ante la opinión pública su condición de partido con muchos casos de corrupción abiertos.
El PSOE tiene que cortocircuitar este panorama que permitirá a los corruptos de derechas hacerse pasar por luchadores contra la corrupción.
Además hay que tener en cuenta otro factor muy importante en términos electorales: la especificidad de la opinión pública española en la cuestión de la corrupción. El votante de izquierdas la castiga y el votante de derechas la tolera o casi podría decirse que en algunos casos la premia, ya que ese votante ve en el político corrupto de derechas alguien a quien admirar y un modelo a quien seguir.
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