La implementación de los fondos privados de pensiones avanza de manera encubierta y silenciosa con la aprobación de la socialdemocracia y la burocracia sindical.
Por Oriol Sabata
El gobierno de España está acelerando la implantación de los conocidos como Fondos de pensiones de empleo de promoción pública (FPEPP). El Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, habla de ellos como un «ahorro complementario» para la jubilación de los trabajadores españoles. Pero, ¿qué son realmente los FPEPP?
Pues bien, a pesar de la coletilla «de promoción pública», los FPEPP son, en la práctica, fondos privados de pensiones gestionados por grandes grupos bancarios del país como CaixaBank, Santander o BBVA. Hay que decir que esta ‘fórmula’ ya se viene usando desde hace tiempo en grandes compañías, filiales de multinacionales y algunas administraciones (Generalitat de Cataluña, la Administración General del Estado, algunos ayuntamientos), pero no estaba tan extendida.
Ahora, el gobierno PSOE-UP y los sindicatos CCOO y UGT, quieren generalizarla entre el conjunto de los trabajadores. Esto, evidentemente, supone un volumen de negocio privado enorme. Según algunas estimaciones de especialistas del sector, la banca podría repartirse la jugosa tarta de hasta 100.000 millones de euros por los planes de pensiones de empleo [1].
Además, el gobierno promocionará este tipo de planes con importantes desgravaciones anuales. Sin duda, lo de «promoción pública» tiene mucho sentido en este aspecto ya que desde la administración se está sirviendo en bandeja al capital privado las futuras pensiones de todos los trabajadores.
En el documento oficial sobre la creación de la Comisión Promotora y de Seguimiento de los Fondos de pensiones de empleo de promoción pública (FPEPP), publicado en el BOE el 30 de junio de 2022, se asegura que se llevará a cabo la «creación de un fondo de pensiones de empleo de promoción pública, gestionado por el sector privado» y que «en ningún caso cuestiona la centralidad del sistema público de reparto». Esta última afirmación no es cierta. Lo que se pretende con los FPEPP es llevar a la marginalidad el sistema público de pensiones que había operado hasta el momento, en detrimento de los planes privados. El gobierno mantendrá el sistema público de pensiones pero a largo plazo este terminará cumpliendo una función prácticamente asistencial-caritativa [2].
Estos planes, además, están siendo promocionados desde la Unión Europea para beneficiar al gran capital. Y se hace mediante el chantaje habitual de Bruselas: o se aplican determinadas reformas de carácter liberal o no se reciben los Fondos Europeos [3]. ¿Este es el precio que debe pagar la clase trabajadora por permanecer en la UE? ¿Medidas que atentan contra nuestros intereses y que nos condicionarán por generaciones?
La implementación de los fondos privados de pensiones avanza de manera encubierta y silenciosa con la aprobación de la socialdemocracia y la burocracia sindical. Asistimos a una nueva arremetida contra los trabajadores, que verán amenazado su derecho a una pensión pública digna. Una realidad que solo será posible transformar mediante la ruptura definitiva de la clase trabajadora con las organizaciones políticas y sindicales oportunistas y entreguistas.
Notas:
[1] Las gestoras se preparan para repartirse la tarta de hasta 100.000 millones de euros del plan de pensiones de empleo de Escrivá. https://www.elmundo.es/economia/macroeconomia/2022/11/22/637b6974e4d4d86d4e8b45ce.html
[2] Ley 12/2022, de 30 de junio, de regulación para el impulso de los planes de pensiones de empleo.
https://www.boe.es/buscar/pdf/2022/BOE-A-2022-10852-consolidado.pdf
[3] Escrivá convoca a patronal y sindicatos para exponer la reforma de las pensiones tras el pacto con Bruselas.
https://cincodias.elpais.com/economia/2023-03-10/escriva-urge-a-patronal-y-sindicatos-a-aceptar-mas-anos-para-calcular-la-pension-y-asi-no-romper-con-bruselas.html
La Banca lleva tiempo intentando quedarse con esta enorme tarta del pastel de las cotizaciones de los trabajadores. Un gobierno de derechas ya lo hubiera hecho de forma inmediata, y el PSOE quiere hacerlo de forma camuflada. Que yo sepa UP no está por la labor, aunque no pueda impedirlo.
Pero de todas formas, lo que está claro, que tanto en esta cuestión como en otras transcendentales para los trabajadores, solo cabe la lucha en la calle.
UP está por la labor de consentir todo al PSOE desde el momento en que entra a formar parte de sus gobiernos. Igual que hará Sumar.
Son cómplices necesarios.
Cuando uno está en un Gobierno comparte la responsabilidad de TODAS las medidas del Gobierno, y si en algo no se estuviera de acuerdo, la única manera eficaz de manidestarlo es abandonando inmediatamente el mismo.