Yo te maldigo, Gusiluz

Gusiluz y excelentísimo señor obispo, inauguraron un sagrado corazón de muy dudoso estilo artístico, realizado gratuitamente utilizando la mano de obra esclava, al mando de la diputación del bipartito: PSOE-BNG, el presupuesto no está nada claro.

Por Xavier Moreda / Porta-voz de Vigo Antifascista

«La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa»(Karl Marx)

El demérito entra por Vigo,volando. Casi paralelamente, Caballero asiste a la jura de bandera organizada en pleno centro de la ciudad. Mientras la cruz de los caídos, inaugurada por la bestia fascista, continúa protegida por Caballero. Cada psoecialista vigués tiene su cruz y, al parecer, su voto de silencio. Ahora acaba de erigir con el beneplácito del obispo y el dinero de la oscura Diputación, el Sagrado Corazón. ¿Todo esto sitúa a Vigo en el mapa?

«Harto ya de estar harto ya me cansé…» ni quiero, ni debo utilizar la corrección política como autocensura, o con eufemismos que adulteran, atenúan o travestizan el aire de lo que viene como antesala del fascismo ante los que normalizan la estética rancia que es como ellos, producto del franquismo sociológico, del populista mayor en la historia de la ciudad, a la altura de Gil en Marbella o de Paco Vázquez en A Corunha, de Berlusconi y de todos los nuevos precursores del fascismo. Los defensores a ultranza de un equívoco proceso de corrección política, camaleones que pretenden censurar las luchas necesarias con eufemismos contra la normalización del fascismo que está y que nunca dejó de estar, y del que ya viene de la mano del PP. El que aparentemente tiene un objetivo fundamental: eliminar al PSOE y neutralizar la fuerza de Vox, sólo como estrategia electoral. No olvidemos que el PP es un partido de origen franquista y por tanto, cómodo con la familia. Caballero, para el camionero punk de Teis y para mí, y para muchos otros: Gusiluz, es de la estrategia del batiburrillo gatopardista. Él es todo: uno y trino, es decir: diputación, al lado de la presidenta de la Diputación, el obispo y él mismo, la trinidad: adaptógenos situados en el extremo centro, que hacen populismo del más barato. Situados en la desmemoria y en el vano intento de borrar nuestra historia.

¿Cómo defenderse de quien utiliza desde el extremo centro, el lugar de los mediocres disfrazados de eficaces hombres de estado, de los oportunistas y de los traidores? De la jura de bandera en pleno centro de Vigo, al lado del obispo de la diócesis Tui-Vigo en una representación «resesa». ¿vale todo? De nuevo el clero junto al ejército. En una escenificación del nuevo «regimencillo» de Gusiluz en representación del renovado nacional-catolicismo. La historia que se repite ya, como «miserable farsa». Es una pena o una vergüenza para las personas creyentes y para muchas otras que respetamos los sentimientos religiosos, que el obispo emérito, el excelentísimo y reverendo, D. Luis Quinteiro Fiuza (menciono el título y el tratamiento dado en su página), acompañe en un acto ultra, ultra-católico o simplemente facha, donde no en vano, se utiliza una gran cruz ante una cruz que de nuevo es utilizada por un ex comunista arrepentido, que reniega de su pasado, denostando una vez más la historia. Alguien que se dice y desdice, pronto será como Paco Vázquez, un ex-socialista, que como todos los renegados son más papistas que el Papa ¿dónde está el partido de Heraclio Botana? ¿Queda algún socialista en el PSOE local?

El día, creo que seis de mayo, juntos, Gusiluz y excelentísimo señor obispo, inauguraron un sagrado corazón de muy dudoso estilo artístico, realizado gratuitamente utilizando la mano de obra esclava, al mando de la diputación del bipartito: PSOE-BNG, el presupuesto no está nada claro. El obispo, con el que tuve la oportunidad de hablar como portavoz de Vigo Antifascista, en audiencia concedida en el obispado, sobre el Sagrado Corazón, que me habló de teología y nunca del valor político del incipiente nacional-catolicismo, es el albacea de la herencia de piedra envenenada de aquel otro que fuera obispo de Tui y que, «El 18 de julio de 1939 realizó su primer llamamiento a los católicos españoles para continuar y dar remate a la obra comenzada, fijando ya, la denominación de “Santuario Nacional de la Gran Promesa”. En el período 1933-1937, los prelados, las instituciones, el clero y los católicos españoles habían ido respondiendo con inusitado fervor religioso y alto desprendimiento a las llamadas del arzobispo Gandá segui para la construcción del santuario. Su sucesor fue el obispo de Tuy, Antonio García y García. Inmediatamente asumió con decisión el proyecto de su antecesor». (Fragmento del articulo del artículo de Bassoiti: El Sagrado Corazón de la guerra civil española y de la «paz franquista». editorial Católica)

El antifascismo es más necesario que nunca para combatir el libro gordo de las imposturas de Gusiluz. Todavía, por suerte, estamos en los preliminares del intento de la anulación de nuestra historia, de la limpieza ideológica, de la construcción fantasiosa del tardío aprendiz de bufón, de Vigo como el no-lugar, por parte del presidente de la desmemoria y de todos los advenedizos desconocedores de nuestra historia, los mismos que quieren creer que Gusiluz puso a Vigo en el mapa. De la neutralización mafiosa de la oposición que da por perdida su fuerza acomodada en la derrota y que sólo protesta hasta donde llega la moqueta, la alfombra del concelho. ¿Dónde está la oposición? sería preciso que se ganaran el sueldo en lugar de lamentarse.

Tendemos de nuevo una mano, todas las manos a los que quieran unirse a nuestras filas, o juntar sus voces para denunciar con nosotros el estado lamentable del «regimencillo de los Gusiluzes» (si, con z) que facilita el simplismo populista ante problemas graves.

No nos falta optimismo y el próximo día treinta de mayo, por su efecto llamada, en el día elegido por los fascistas para volver a ofender a sus asesinados, nuestros muertos, estaremos manifestandonos contra Gusiluz y el obispo mentiroso, el que mucho omite, miente («de palabra, obra u omisión», lo aprendí en mi catequesis en los Jesuitas) en la misma medida, que se escuda en una teología de piedra que reniega de la iglesia que en Teis estuvo representada por muchos sacerdotes, algunos obreros y otros que jamás entenderían las afrentas de tantas toneladas de peso sobre la capilla de la Virgen de las Nieves, para recrear una Iglesia elitista, de la que ellos huyeron para vivir entre el pueblo trabajador. Ese dinero invertido para mayor gloria de Gusiluz, y su Cruz de los caídos por Dios y por España, hubiera valido para cubrir muchas necesidades de personas que habitan en Teis, por ejemplo, y no hubieran incurrido, hurgado en la llaga, en la herida de los fusilados en el Castro, más de 117, cada obra fascista es un flash back que se repite estruendoso para recordarnos que todo su legado está pensado para continuar batallando contra cualquier tipo de concordia y más, si representa a su corazón de piedra.

En mi nombre, en el de todas las víctimas de mi familia, en el de todas víctimas del genocidio, y de las que ya no pueden hablar, yo te maldigo, Gusiluz.

 

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