El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Estados Unidos de intentar prolongar el conflicto en Ucrania y de buscar desestabilizar la región de Asia-Pacífico, en referencia a la injerencia estadounidense en Taiwán.
Resulta intelectualmente pueril y profundamente cínico ese esfuerzo por pretender evadir los matices y desconocer el contexto que nos ha arrastrado de nuevo a la guerra en suelo europeo.