¿Podemos y debemos perdonar a un criminal arrepentido? ¿Podemos perdonar los crímenes cometidos contra los demás? ¿Cuál es la deuda que tenemos con las víctimas? Veinticinco años después, Wiesenthal preguntó a un grupo de famosos intelectuales qué hubieran hecho en su lugar”..
Los comandantes de los campos de concentración que fueron detenidos fueron juzgados, algunos en Nürenberg, otros lo hicieron en otros tantos juicios que se celebraron en Dachau.
Fueron luchadoras en defensa de la República española, en la Resistencia francesa y con la invasión nazi fueron internadas en campos de exterminio alemanes. Se calcula que fueron cientos las mujeres ingresadas en campos de concentración franceses y alemanes.
En reiteradas ocasiones advirtió que el gobierno del país podía caer en manos de un régimen totalitario de carácter fascista, tal y como sucedía ya en Italia. Esto haría retroceder al continente europeo a periodos históricos de crueldad y violencia prácticamente olvidados.
los SS tuvieron siempre en consideración a los detenidos del brazalete, como hombres de su confianza y dejarles, de esta manera, que “disfrutaran” de cierto poder, de cierta “jefatura” sobre sus propios compañeros de kommando.