Por Lyudmila
Sería interesante, y como no nos invitaría a la reflexión, empezar con una frase de Ernesto Guevara de La Serna “Sean capaces de sentir cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier lugar del mundo, es la cualidad más linda de un revolucionario”. Pero si aterrizamos en la realidad, no se sienten todas las injusticias por igual, existen demasiadas víctimas de injusticias condenadas al olvido.
Todos los días son ejecutados palestinos y todo ello desde el más absoluto silencio informativo. Los Chekpoints, pasos desde la línea de Gaza a diferentes territorios ocupados, son un hervidero de ejecuciones de palestinos a manos del ejército israelí. Mientras se está exterminando al pueblo palestino, los países alineados con el capital callan, y el que calla otorga.
Jerusalem, mayo de 2020. Iyad Hallak, un joven palestino de 32 años con autismo, se dirigía al centro de educación especial donde recibía tratamiento terapéutico. Se disponía a sacar su teléfono móvil para mandarle un whatssap a su madre, siempre lo hacía para hacerle llegar que estaba bien. Lo acribillaron alegando que iba armado.
Ramallah, 24 hora antes del asesinato de Iyad, el joven Fadi Samara era asesinado cuando se dirigía a recoger a sus hijos, parece ser que para el ejercito israelí, un padre que va a recoger a sus hijos, es un terrorista por ser palestino.
Abú Dis (Cisjordania) 23 de junio de 2020, Ahmed Erekat de 27 años se dirigía a una peluquería de Belén a recoger a su familia, donde fueron para prepararse para la boda de su hermana. Ahmed conducía un poco más rápido de lo normal, ese fue el argumento del ejército israelí para tirotearlo. Pero no solo eso, no se permitió la entrada de los servicios sanitarios para atenderlo. Ahmed era sobrino del secretario general de la Organización para la liberación de Palestina (OLP), hecho significativo que apunta a una ejecución.
Estos son solo tres casos de los que ocurren a diario, de la enorme lista de palestinos asesinados, por el mero hecho de ser palestinos. Es imprescindible que sintamos cualquier injusticia, que nos duelan las muertes de cualquier víctima de la barbarie. No se puede negar que la comunidad afroamericana está siendo asesinada, y lo justo es sentirlo y luchar porque no siga ocurriendo. Pero tampoco podemos mirar para otro lado ante el exterminio del pueblo palestino. Ser palestino es vivir bajo una continua lucha contra la muerte, merecen más que un #Palestinianlivesmatter, merecen que el mundo grite su dolor.
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