Por Norelys Morales Aguilera
Es tal el bombardeo mediático contra la situación cubana, que muchos no alcanzan a comprender cómo en la Isla se ha controlado la pandemia de Covid-19 con un índice de 12 fallecidos por millón de habitantes, debido a los protocolos de salud aplicados, o que tengan la osadía los científicos cubanos de producir unos 20 medicamentos novedosos, y desarrollen cuatro futuras vacunas.
No obstante, la gente cubana confía en la labor de sus científicos y tiene la esperanza cierta de que contaremos con la vacuna, así ha sido desde el anuncio el 18 de agosto del primer candidato vacunal registrado, y cuando se supo que los líderes del proyecto fueron los primeros en vacunarse.
Sin presunciones suntuosas, “El aporte de Cuba con su vacuna podría ser muy importante para ciertos grupos vulnerables de nuestra región” como los ancianos o comunidades indígenas remotas, dijo a Reuters José Moya, representante en Cuba de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«Utilizando la experiencia previa», dijo Maria Bottazzi, codirectora de un equipo de desarrollo de vacunas en el Baylor College of Medicine de Houston, «los cubanos han creado dos vacunas que suenan tecnológicamente bastante prometedoras», informó Reuters.
Sin embargo, no son dos, sino cuatro candidatos vacunales en fase de ensayos clínicos. Las primeras nombradas, Soberana 01 y Soberana 02 y, las segundas Abdala y Mambisa, esta última con la novedad de administrar por vía oral. Toda una hazaña o una osadía fuera de las grandes transnacionales farmacéuticas o países desarrollados.
El progreso de las vacunas en Cuba está siendo monitoreado por COVAX, un programa codirigido por la OMS y la Coalición para la Innovación en la Preparación ante Epidemias (CEPI) para garantizar la distribución global de vacunas.
En el mundo hay 237 vacunas en desarrollo y 38 en ensayos clínicos, según el sitio rastreador de vacunas web https://www.covid-19vaccinetracker.org, eso da la dimensión del resultado cubano en el campo de las vacunas y la biotecnología.
El liderazgo cubano en América Latina no es un rayo en el desierto, responde a un proyecto pensado para garantizar la salud de la población, tiene una estrategia de desarrollo a largo plazo, que ideó Fidel Castro con mentes brillantes de investigadores nacionales y en consonancia con el desarrollo mundial.
Baste señalar que en Cuba actualmente la industria biofarmacéutica, fabrica ocho de las 11 vacunas incluidas en el programa ampliado de inmunización, lo que permite una cobertura de vacunación en el país superior al 98 %, con impacto significativo en la eliminación de varias enfermedades infecciosas y la reducción de la tasa de incidencias de otras, informa BioCubaFarma en su web.
El enfrentamiento mundial al coronavirus SARS-CoV-2 ha popularizado el conocimiento acerca de las vacunas, pero es un universo de planteos y apuestas científicas complejas, difícil de comprender para el no iniciado. No obstante, la fe del mundo está en conseguir las vacunas contra la pandemia.
Eso es lo que está haciendo Cuba, y promete, mientras en la región latinoamericana prueban vacunas de todo el mundo y «los pesos pesados de la economía como Brasil y México compiten por acuerdos de suministro con las principales farmacéuticas», aseguró Reuters. Los cubanos se afanan por su independencia tecnológica frente a sanciones y falta de insumos.
El presidente del grupo empresarial BioCubaFarma, Eduardo Martínez, destacó recientemente la estrategia trazada para tener vacunas cubanas contra la Covid-19. ‘Va bien y en 2021 la población del país estará inmunizada contra este virus’, dijo.
Osadía o hazaña, pero ver para creer que la ciencia en Cuba va desempeñando un papel protagónico en la sociedad que se construye, contra viento y marea.
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