Con el paso de las décadas, lejos de debilitarse, el bloqueo se ha fortalecido con leyes como la Cuban Democracy Act de 1992 y la Ley Helms-Burton de 1996, que buscaron internacionalizar las sanciones y desincentivar la inversión extranjera en la isla.
Contra la extrañeza europea los norteamericanos no les había sido posible sostener legalmente por la fuerza a Batista, además de que habían aprendido que las dictaduras no eran un buen negocio.
En este título, Chomsky y Prashad, con su característico escepticismo hacia los grandes poderes, nos advierten de las narrativas simplistas que se suelen imponer desde los principales medios de comunicación.
Si los cubanos no hubieran intervenido, habría habido otra victoria sudafricana en el sur de África que habría reforzado el control del apartheid sobre Sudáfrica. La victoria cubana fue un golpe para el apartheid.
Lo normal sería que todos los medios de comunicación, la televisión, los periódicos y los sitios web le dedicaran sus páginas. Eso probablemente ocurriría si Mijaín no fuera cubano.
Dani Seixo entrevista a Abel Prieto Jiménez, escritor y político cubano, ministro de Cultura de Cuba en dos periodos, y actualmente presidente de la Casa de las Américas.
Ellos siguen siendo soldados más allá de ese reconocimiento que, ya sea material o simbólico, nunca llegará. Creo que eso es en sí mismo bastante anti épico y que, precisamente por la esa razón, los llena de humanidad.