Naciste en Siria, en un pequeño pueblo, donde tu madre y tu padre hicieron todo lo posible para que fueras feliz. Pero naciste condenado: condenado al hambre, condenado a la miseria, condenado a huir, condenado a morir asesinado. Condenado a no cumplir tus sueños. Condenado a sufrir.
Se el primero en comentar