La iglesia lidera un nuevo movimiento de resistencia en Armenia

El arzobispo Bagrat Galstanyan se convirtió en ícono de la resistencia y acuñó el lema “La Armenia con fe ganará a la Armenia dividida”. © Beatriz Arslanian

Armenios que no están de acuerdo con el nuevo proceso de demarcación fronteriza con Azerbaiyán han caminado cientos de kilómetros para llegar a la capital a protestar. El arzobispo Bagrat Galstanyan, del movimiento “Tavush por la patria”, es su guía. Por su parte, el Gobierno asegura que solamente falta un 10% para terminar la delimitación.

Por Beatriz Arslanian | 9/05/2024

La caravana de armenios disconformes con el reciente proceso de demarcación fronteriza con Azerbaiyán se acerca a la ciudad de Ereván, la capital.

Hace aproximadamente un mes, los habitantes de la región de Tavush, situada al noreste de Armenia, fueron notificados por el gobierno sobre el riesgo de que sus hogares queden del otro lado de la frontera, como resultado de las recientes negociaciones entre las autoridades armenias y azerbaiyanas.

Desde entonces, los residentes de las cuatro aldeas próximas a la línea de contacto con Azerbaiyán – Voskepar, Kirants, Berkaber y Baghanis- no tienen descanso.

A partir de la conformación del movimiento “Tavush por la patria”, el arzobispo Bagrat Galstanyan se convirtió en ícono de la resistencia y acuñó el lema “La Armenia con fe ganará a la Armenia dividida”. Hace algunos días, emprendió una caminata hacia la capital de Armenia con más de 200 kilómetros por delante.

A pesar de momentos lluviosos, cada vez más devotos se adhirieron a la marcha bajo el clamor “Armenia, patria y Dios”. Los que aún no lo hicieron siguen el recorrido del arzobispo a distancia a través de las pantallas.

Armenios, inconformes con el nuevo proceso de demarcación fronteriza con Azerbaiyán, han caminado 200 kilómetros para llegar a su capital.
Armenios, inconformes con el nuevo proceso de demarcación fronteriza con Azerbaiyán, han caminado 200 kilómetros para llegar a su capital. © Beatriz Arslanian

Por su parte, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, continúa impulsando el acuerdo con Azerbaiyán y asegura que el 90% del proceso de demarcación fronteriza ya se ha realizado.

Esta delimitación se ha adelantado por medio de los últimos mapas legítimos, según las autoridades, al momento del colapso de la Unión Soviética. Actualmente, se han instalado alrededor de 50 columnas de delimitación a lo largo de la frontera como resultado de mediciones geodésicas.

A su vez, se estima que pronto las unidades de las Fuerzas Armadas de cada país distribuidas a ambos lados de la frontera de Armenia y Azerbaiyán serán reemplazadas por guardias fronterizos. Según el primer ministro, las columnas de demarcación se colocan para establecer garantías de seguridad.

En este contexto, ante el reclamo de la oposición política y la iglesia armenia de detener este proceso considerado una concesión unilateral de territorios, Nikol Pashinyan asegura que la consecuencia sería irremediablemente una nueva guerra.

Así se ve la marcha de armenios que llevan varios kilómetros caminando para llegar a su capital Ereván.
Así se ve la marcha de armenios que llevan varios kilómetros caminando para llegar a su capital Ereván. © Beatriz Arslanian

Entre política y religión

La figura emblemática del arzobispo Galstanyan al frente a la multitud caminante se ha convertido en la marca de la postura de la Iglesia Apostólica Armenia liderada por Karekin II. En esta oportunidad, la Santa Sede ha avanzado hacia un involucramiento manifiesto en asuntos políticos.

Desde hace algunos años, particularmente a partir de la derrota armenia en la guerra de Nagorno Karabaj, en 2020, la iglesia ha planteado ciertas discrepancias con el gobierno de Nikol Pashinyan. Hoy, sin embargo, su protagonismo es total, y a su vez, encarna una nueva ficha de la oposición política para desestabilizar el gobierno.

En este contexto, el mandatario armenio acusa a la iglesia de interferir en asuntos políticos y asegura que este movimiento beneficia principalmente al expresidente Robert Kocharyan. La tesis de Pashinyan plantea que el objetivo de esta tendencia de la iglesia es regresar al poder a las autoridades anteriores de Armenia.

Ante las acusaciones del primer ministro, el patriarca aseveró que la iglesia no tiene ambiciones políticas, sino que se enfoca en “fortalecer la patria y la condición de Estado”.

En la declaración plantea su preocupación por las actividades peligrosas realizadas en nombre de la delimitación y la demarcación en la región fronteriza de Tavush, sin soluciones integrales y garantizadas.

El arzobispo Bagrat Galstanyan es el ícono de la resistencia.
El arzobispo Bagrat Galstanyan es el ícono de la resistencia. © Beatriz Arslanian

Por su parte, la Diócesis de Nagorno Karabaj, funcionando en el exilio, también jugó sus cartas contra el gobierno e instó a los ciudadanos a unirse al movimiento de protesta.

Al respecto, planteó: “La herida de la ocupación y la pérdida de nuestra cuna milenaria aún no ha sanado, continúa el peligroso proceso de concesiones unilaterales, que ha puesto la condición de Estado de Armenia ante graves desafíos ontológicos”.

Las acusaciones mutuas y las tensiones públicas entre la iglesia y el gobierno de Nikol Pashinyan sugieren un panorama político en evolución. En tanto, el vínculo del sector eclesiástico con la oposición política aporta tonos complejos al escenario.

La llegada del arzobispo Galstanyan a Ereván ha elevado las expectativas de vastos sectores de la sociedad armenia y probablemente, sea tema central de debate los próximos días.


Este artículo fue publicado originalmente en France 24.

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