Por Angelo Nero
AGORAPHOBIA es ya una banda veterana en la escena gallega, creo que la formación actual es de 2013, aunque rescata el nombre de un proyecto anterior. ¿Qué referencias tenías entonces para gestar una banda de rock íntegramente femenina?
Realmente cada una de nosotras bebíamos de estilos muy diferentes, sin atender a si las bandas que nos molaban estaban formadas por hombres o mujeres. Y creo que fue algo que jugó a nuestro favor a la hora de encontrarnos cómodas en un estilo que nos definiera. Al final nos dimos cuenta de que “no definirse” es también una opción, que te permite hacer lo que más te apetece según tu estado vital y tu madurez personal y musical, y nos encontramos muy a gusto en esta evolución constante.
Sin duda, ganar el concurso Vodafone Yu Talent fue una buena plataforma para despegar, ya que os permitió grabar vuestro primer EP con Dot Beat!, “Incoming Noise”, y empezar a definir un sonido propio, con muchos guiños al stoner. A partir de ese punto no habéis dejado de girar y vuestro grupo ha sido uno de los habituales en los festivales de todo el estado. ¿Qué recuerdo guardáis de esa primera etapa, en la que comenzó a sonar vuestro disco en las emisoras de radio y a crecer el público en vuestros conciertos?
Nuestro primer álbum Incoming Noise lo grabamos tras publicar dos EPs previamente en los que jugamos con diferentes sonidos y estilos. Creo que Incoming Noise fue el culmen de esa búsqueda, en el año 2017. Decidimos volcarnos de lleno en esas canciones y tomamos también la determinación de dedicarnos por completo a la música. Fue una decisión de mucho vértigo y mucha ilusión. Recuerdo que en 2018 estábamos tocando el disco en algunos de los festivales más importantes de España, en Mad Cool, Resurrection Fest, Mallorca Live, Sonorama… Una auténtica pasada. También ganamos más visibilidad, tocamos en Filipinas e hicimos nuestra primera gira por UK. El disco sin duda nos trajo experiencias muy bonitas.
Con la gira de “Incoming Noise”, en 2018, disteis una treintena de conciertos por todo el estado, y después hicisteis el salto internacional, para tocar en el SXSW, en EEUU, y en lugares tan lejanos como Filipinas. ¿Cómo fue la experiencia de salir de vuestra zona de confort, de Galicia a todo estado, para ir a defender vuestra propuesta musical en escenarios tan alejados?
En realidad tocamos en el festival SXSW dos veces, pero cuando aún no habíamos publicado nuestro primer álbum. De todas formas, tocar tu música fuera de tu país es siempre súper enriquecedor, es un choque a nivel cultural, ver cómo se comporta el público y de qué manera se valora la cultura. Por suerte, siempre que hemos salido de la península se nos ha recibido con los brazos abiertos, especialmente en UK donde el público se identificó muchísimo con nuestras canciones las dos veces que estuvimos girando por allí, y nosotras encantadas, claro. Estamos deseando volver en cuanto se calme un poco el panorama pandémico.
A pesar de que el nombre del vuestro grupo nos remita a Incubus, no parece que este sea una de vuestras influencias, indudablemente vuestro sonido nos remite más a Queens of the Stone Age, aunque imagino que cada una tendrá sus propias fuentes musicales, ¿Cuáles son estas fuentes, y como hacéis para pasarlas por el colador para darle un sabor característica a Agoraphobia?
Cada una de nosotras tiene su propia fuente, y aunque coincidimos en gustos cuando hablamos de rock; bandas como Sonic Youth, Nine Inch Nails, Deftones, Placebo, o At the Drive In, escuchamos música muy distinta. Nuestra forma de componer se centra básicamente en hacer jams en el local de ensayo e ir dándole forma entre todas a los temas. A veces partimos de algún riff, beat o melodía que trae alguna de nosotras, y otras veces todo es más orgánico en el propio local. Nos flipa tocar con el volumen bastante alto, y eso condiciona también de alguna manera la forma de componer las canciones. Todo está pensado para poder tocarlo con mucha cera.
El mundo del rock siempre ha estado muy masculinizado, a pesar de que, cada vez más, las mujeres se han abierto paso por méritos propios, aun así parece que siempre se exige más cuando es un grupo de chicas, “a ver si dan el nivel” piensan todavía algunos cuando sube una banda como la vuestra al escenario. ¿Todavía a día de hoy tenéis que cerrarle la boca a los dinosaurios que ven el rock desde una perspectiva de género anticuada? ¿También se ve esto a nivel de contracción, en diferencias de caché?
No te podríamos decir si la diferencia en los cachés corresponde a una cuestión de género, aunque es muy sospechoso que por lo que sea las bandas formadas por mujeres no ocupen apenas el lugar de cabezas de cartel en los festivales. Lo que está claro es que la sociedad en la que vivimos es como es, y parece ser que los grupos formados por mujeres se reciben mejor si tocan determinados estilos más “light” o más adecuados a lo que se considera “femenino”. Desde luego cuando la propuesta musical es relativamente seria se nos mira con una lupa gigantesca, y todo se vuelve cuestionable. De entrada sí es cierto que tal vez tengamos más visibilidad, pero eso también significa exposición a “dinosaurios” como tú bien los has llamado, y debates constantes sobre qué importa realmente de la banda, la forma en la que vistes sus integrantes o su música.
En vuestro segundo disco, “Unaligned”, hay una indudable subida en la potencia de sonido, con una producción más cuidada, así como unas letras más elaboradas y críticas, ¿cómo fue ese proceso de creación y grabación, y hacia donde queríais llevarlo, quizás hacia consolidar esa apuesta que ya os había llevado a ase como una de las grandes referencias del panorama gallego?
No partimos hacia nada concreto, nos dejamos llevar. Sí es cierto que después de 2 años girando con Incoming Noise ganamos mucha más confianza en nosotras mismas, como músicas y como compositoras, y lo que nos apetecía fue exactamente lo que hicimos. Música un poco más dura, con mala hostia, hablando de todos los problemas que nos rondaban la cabeza. Todas somos letristas, con lo cual tenemos la oportunidad de soltar lo que nos da la gana en las lyrics.
Comenzasteis el 2020 con el lanzamiento de “Unaligned”, con muchos proyectos de giras y festivales a la vista, y, de repente, llegó la pandemia. ¿cómo afrontó Agoraphobia este parón obligado, que ha dibujado un horizonte incierto en la escena musical, habéis seguido componiendo y ensayando? ¿Qué futuro, a corto o medio plazo le veis a la música en directo, en medio de una crisis económica y social que ya está enseñando los dientes?
Lo tomamos con mucha calma. Recuerdo que cuando impusieron el estado de alarma se hablaba de que probablemente no se podrían hacer bolos hasta 2021 o 2022. Muchas bandas decidieron publicar material en streaming, ofrecer conciertos en acústico en sus redes… Nosotras decidimos no hacer hada. Sólo tomarnos lo que venía con filosofía. Sí que es cierto que después de muchos años sin parar de componer, grabar canciones, girar, seguir componiendo mientras girábamos, volver a grabar… no nos vino del todo mal este parón. Publicamos “Unaligned” a finales de 2019 y apenas nos había dado tiempo a presentarlo al mundo. Fue un palo bastante grande, así que nos pareció acertado regalarlo en descarga digital para quien lo quisiera y seguir ensayando y trabajando en material nuevo, que es el punto en el que nos encontramos ahora mismo.
No sabemos muy bien qué pasará con la música en directo. El sustento de bandas como la nuestra son principalmente las salas, y al menos en Galicia no hay opción todavía para hacer conciertos en ellas. Los festivales también están muy limitados… Lo único que nos mantiene con ilusión es que sabemos que la gente está deseando volver a vivir conciertos en directo (nosotras sobre todo). A ver qué pasa en los próximos meses.
Si algo nos ha dejado el 2020 ha sido tiempo para escuchar música, ¿Cuáles son los grupos que nos recomendarías para una playlist para combatir la melancolía del confinamiento?
Pues vamos a aportar por una miscelánea de bandas galegas: Thee Blind Crows, Mano de Piedra, Battosai, Bala, Malandrómeda, Kaixo, Dios Ke Te Crew, You Can’t Hide y Rheia Gorecki. Un poco de mala leche para despertar las ganas de liarla de nuevo.
En 2020 tuvisteis, al menos, la alegría de recibir el premio Martin Codax a la mejor banda de rock, ¿Este reconocimiento ha sido una vacuna que os ha animado a seguir continuando dando caña, a pesar de la situación tan dura que estamos viviendo?
Sí que fue un pequeño subidón en medio de todo lo que estaba pasando, sobre todo porque teníamos clarísimo que el premio no iba a ser para nosotras, competíamos contra Heredeiros da Crus. Aun así lo que nos sigue impulsando a seguir trabajando en este proyecto es nuestro amor a la música. Ahora que llevamos un tiempo buscándonos la vida por otros medios la ilusión por seguir haciendo música y quedar para tocar está intacta, asique sacamos tiempo de donde sea para seguir dando caña.
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