La causa fundamental del incremento de los precios, no son los salarios, ni las pensiones: son quienes, en régimen de monopolio, fijan los precios para mantener e incrementar sus escandalosos beneficios.
Hoy empiezo este artículo como acababa el que llamé “16 octubre” y se publicó hace ya un año, aquí también, en NR :
“A nosotros la dinamo de la indignación nos lleva de nuevo, con más energía, a las calles de Madrid el día 16 de octubre, en un otoño caldeado por el cambio climático y por la fuerza de los pensionistas que siguen vigilantes. Suma tu voz a la nuestra y clama que ¡GOBIERNE QUIEN GOBIERNE, LAS PENSIONES SE DEFIENDEN!”
Y no, no estamos cansadas después de un año más de trabajo, concentraciones y denuncias del camino que intentan estrechar hacia los servicios públicos.
Volvemos a Madrid el 15 de octubre en muy buena compañía. Movimientos sociales, asociaciones, plataformas… marcharán con nosotras por la Gran Vía,. Seremos un solo cuerpo y como un cuerpo estará formado por células especializadas en educación, sanidad, dependencia, asistencia, medio ambiente…La gente organizada no se calla, chilla su preocupación.
Extraigo frases que han ido dando forma a nuestras comunicaciones en este último año . Fotografían la realidad del presente y las sospechas del futuro:
Proceso continuo de pérdida de derechos sociales, libertades, recortes en servicios públicos, salarios y pensiones.
Privatizar, recortar y subcontratar servicios públicos.
Es una crisis económica, ecológica y social que hunde sus raíces en el desigual reparto de la riqueza.
Las pensiones no aumentan, sino que se reducen y pierden poder adquisitivo.
La causa fundamental del incremento de los precios, no son los salarios, ni las pensiones: son quienes, en régimen de monopolio, fijan los precios para mantener e incrementar sus escandalosos beneficios.
Denunciamos expresamente la situación de las mujeres trabajadoras y pensionistas.
Exigimos la realización de la auditoría de las cuentas de la Seguridad Social, porque anteriores gobiernos han saqueado el Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
¡Y pensar que las movilizaciones pensionistas empezaron por una tomadura de pelo del 0,25% de aumento de las pensiones, que para mayor desfachatez nos fue comunicado por carta! (firmada en 2016, por la entonces ministra Fátima Báñez). Este acto que podría haber pasado por alto, encendió la rabia de un sector que disfrutaba apaciblemente( o no) de su jubilación. Se olvidaron que éramos entes pensantes, que nuestro pasado estaba lleno de dignidad y que conocíamos por experiencia los juegos de manos que utiliza el poder.
De aquellos primeros minutos a hoy todos y todas sabemos más, leemos entre líneas comunicados oficiales y titulares engañosos y poco a poco, boca a oído, vamos desvelando, para quien nos quiere oír, los trucos que crean falsas ilusiones, que asustan e inmovilizan. Son muchas horas en la calle, en nuestros llamados Lunes al Sol, en mesas por barrios, informando a esos viandantes que se paran, que nos atienden y que firman nuestras reclamaciones.
Volvemos un año después, “de Norte a Sur, de Este a Oeste,( la lucha sigue cueste lo que cueste”) con la certeza de que nuestro movimiento pensionista ha subido a titulares temas que antes quedaban silenciados en las cartillas de ahorro, una vez cobrada la pensión.
Y porque los temas sociales son como fichas de dominó en fila que, si se cae una, provoca la caída de las demás, no somos ajenos al cambio climático (¡cómo se han incrementado la muertes este verano por las altas temperaturas!, sobre todo en mayores!), ni al problema de las residencias , ni a la educación de nuestros nietos y no digamos a la sanidad, de la que somos clientes Premium. Trabajamos por las pensiones públicas, claro que sí, pero sin desatender esas fichas de dominó que, si están erectas, hablan del estado de bienestar.
A veces la melancolía se torna energía. Una música, un texto, una película obra el milagro. Regresar a años pretéritos de la mano de Modelo 77 y su director Alberto Rodríguez, seguro que obró ese efecto en una sala de cine, felizmente llena. El recuerdo de las ganas de libertad y el sacudirse el miedo y las desganas de la época, sería perfectamente trasladables a esta actualidad cargada de trompetas apocalípticas.
Pongámonos la música que nos conmueve, veamos las imágenes que nos emocionan, releamos las frases que difundimos en nuestros comunicados y démonos cuenta que somos muchos, unidos por la certeza de que el cambiar de rumbo está en nuestras manos, como lo sintieron aquellos presos que se hicieron oír en la cárcel Modelo en los pasados años setenta.
*Utilizo el plural unas veces femenino, otras masculino, para colarnos en el lenguaje las mujeres, ¡que somos muchas en los movimientos sociales!
¡NOS VEMOS EN LAS CALLES, NOS VEMOS EN MADRID EL 15 DE OCTUBRE! ¡GOBIERNE QUIEN GOBIERNE LAS PENSIONES Y LO PÚBLICO SE DEFIENDEN!
Se el primero en comentar