Yvan Colonna muere, el símbolo permanece

Desde el mismo momento en el que se conoció la agresión a Colonna, las calles de las principales ciudades corsas, Ajaccio, Bastia, Corte y Calvi, fueron escenario de numerosas manifestaciones de protesta.

Por Angelo Nero

Se llamaba Yvan Colonna y había nacido hace 61 años, un siete de abril de 1960, mientras Francia se desangraba en la guerra de liberación argelina, en la misma ciudad que Napoleón Bonaparte, en Ajaccio, que en 1796 ocupó la isla y la anexionó al Imperio Francés. Aunque el principal referente de Colonna era otro de sus compatriotas, el Generale Pascuale Paoli, el padre del nacionalismo moderno corso, que escribió la constitución de Corsica, la primera democrática de un estado europeo, y lideró también la primera revolución burguesa, que en 1755 proclamó la República Corsa.

Bajo el yugo colonial francés, los jóvenes como Colonna, no olvidaban la experiencia de la república independiente de Paoli, y cómo muchos otros celebraron el nacimiento de las modernas organizaciones del nacionalismo corso, como el Fronte di Liberazione Naziunale Corsu, FLNC, que en 1976, con una orientación marxista-leninista, inició la lucha por la independencia de la isla. Yvan Colonna comenzó a militar en los ochenta en A Cuncolta Naziunalista, una formación política legal, próxima al clandestino FLNC, que ya había iniciado la lucha armada. En las numerosas escisiones, a menudo enfrentadas violentamente entre si, que tuvo este grupo, Yvan se decantó por el FNLC-Canal Historique.

En 1997 a Colonna se le involucra en el ataque a la gendarmería de Pietrosella, y al año siguiente en el atentado mortal que un comando corso cometió contra el perfecto de la policía francesa Claude Erignac, que desató una represión indiscriminada contra todo el movimiento soberanista corso, y por el que serán acusadas más de cuarenta personas. Yvan Colonna se evade de la justicia, y permanece cuatro años prófugo, hasta que es detenido en la localidad de Olmeto, en 2003. Finalmente, en 2007, será condenado a cadena perpetua, a pesar de la inconsistencia de las pruebas y de que Colonna siempre defendió su inocencia, y se producirán dos juicios más, que confirmaran la sentencia. Uno de sus abogados fue Gilles Simeoni, que fue alcalde de Bastia, y es presidente del consejo ejecutivo de Córcega, desde 2015, y es el líder del autonomista Femu en Córcega. Otro de sus abogados, Antoine Sollacaro, fue asesinado en 2012, era el defensor histórico de los presos del FNLC. El actual ministro de justicia francés, el penalista Eric Dupond-Moretti, también fue uno de sus abogados.

En 2018, Stéphanie, esposa de líder independentista, abordó al presidente Macron , cuando estaba de visita oficial en Córcega y le pidió un trato más humano para su marido encarcelado, al que se le negaba la visita de su hijo. Macron se comprometió a cambiar su situación, pero no cumplió su promesa.

Colonna apeló incluso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y durante su cautiverio en las prisiones francesas, ocho años en Fresnes y luego un año en Toulon , antes de ser transferido a la cárcel de Arlés, siempre reivindicó su traslado a una prisión corsa, una de las demandas recurrentes del soberanismo corso, previa a la amnistía. Fue en Arlés donde, el 2 de marzo pasado, Yvan sufría una brutal agresión por parte de un preso yihadista, que le dejó en estado de coma y producto de la cual fallecía este lunes 21.

Desde el mismo momento en el que se conoció la agresión a Colonna, las calles de las principales ciudades corsas, Ajaccio, Bastia, Corte y Calvi, fueron escenario de numerosas manifestaciones de protesta, que generaron violentos enfrentamientos con la policía francesa, con lanzamiento de centenares de cócteles molotov y más de cien heridos. El mismo presidente del consejo ejecutivo de Córcega, Guilles Simeoni, publicó en su cuenta de twitter, nada más conocer el fallecimiento: “Yvan Colonna, patriota corso, siempre ha reivindicado su inocencia, sin renunciar nunca a ser reconocida por la Justicia. Su muerte es una injusticia y una tragedia, que marcará la historia contemporánea de Córcega y su gente. Ha llegado el momento del duelo y la contemplación.”

Tras el asesinato de Colonna, el primer ministro galo Jean Castex, anunció que Alain Ferrandi y Pierre Alessandri, condenados también por el asesinato del prefecto Claude Erignac, serán trasladados a mediados de abril a una prisión de Córcega.

El principal periódico de la isla, Corse Matin, publicaba un emotivo editorial titulado: “Falleció Yvan Colonna, el símbolo permanece”, que terminaba con estas palabras: “Yvan Colonna, que se casó poco antes de este tercer juicio y que ahora es padre de un segundo hijo, continuará su lucha legal hasta el final, agotando todas las posibilidades de apelación. En poco más de veinte años, porque escapó de la policía durante cuatro años, porque nunca dejó de proclamar su inocencia, Yvan Colonna se ha convertido en un símbolo para los jóvenes militantes nacionalistas. Las paredes de la isla, desde el primer juicio, están etiquetadas con el homenaje “Gloria à tè Yvan! Para ellos, es el arquetipo del militante, del rebelde, del inocente injustamente condenado en una lógica de venganza estatal.Hoy, Yvan Colonna, el hombre, ya no existe. El símbolo permanece. Símbolo dual. Asesino prefecto para algunos. Militante y mártir por los demás. Yvan Colonna, el hombre, probablemente no pidió tanto.”

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