Por Angelo Nero
Muchos de nuestros lectores habrán descubierto a Sidse Babett Knudsen, encarnado a Birgitte Nyborg, la primera ministra danesa, en la popular serie “Borgen”, o posteriormente dando vida a la Theresa Cullen, responsable de control de calidad de “Westworld”, aunque la actriz nacida en Copenhague, ha tenido una fructífera carrera en el cine, antes y después del éxito en estas series. Fue protagonista de la muy notable “Después de la boda” de Susanne Bier, que también le dio un papel principal en “Den Eneste Ene”, con gran éxito de crítica y público. En su filmografía se encuentra también “Dogville” de Lars von Trier, “A Hologram for the King” de Tom Tykwer, e “Inferno” de Ron Howard. Su última película, que tuvo su estreno mundial en la Berlinale, es también una cinta danesa “Kød & Blod”, que llega a nosotros con el título de “Wildland”, el primer largo de la actriz Jeanette Nordahl.
“Kød & Blod” es un film realmente inquietante, cargado de una violencia que no se muestra, si no que se sugiere, lo que deja que nuestra imaginación complete lo que no muestran las cámaras. Las palabras que se vierten, los silencios que amenazan, cualquier gesto encierra un estallido, en la atmósfera asfixiante en la que está atrapada la joven Ida, a la que da vida Sandra Guldberg Kampp, que, tras perder a su madre en un accidente de tráfico, cuya custodia legal es otorgada por los servicios sociales a su tía Bodil, interpretada por Sidse Babett Knudsen, que encarna a una cruel matriarca, que dirige un oscuro negocio del que hace partícipe a toda la familia.
Ida, atrapada en esa familia mafiosa y desestructurada, que parece acogerla, en un primer momento, por sus lazos fraternales, enseguida se ve envuelta en las actividades ilícitas dirigidas con puño de hierro por su tía Bodil, que no duda en exponerla del mismo modo que lo hace con sus hijos, unos descerebrados que se pasan el día jugando a los videojuegos, y cobrando deudas con métodos muy poco ortodoxos, que no se atreven a cuestionar las órdenes de su madre, ni a cuestionar su modo de vida.
Jeanette Nordahl nos muestra la cara más oscura de la sociedad danesa, los servicios sociales ineficientes, los jóvenes que viven al margen de la ley, mostrándonos no a grandes criminales, ya que aquí no hay ni un resquicio para la épica de la mafia, si no a aquellos que se mueven en las zonas más deprimidas, golpeando a los más desfavorecidos, incapaces que salir de la rueda de su existencia. Sin maldita esperanza. En ese ambiente hostil debe de aprender a moverse Ida, que intenta pasar desapercibida bajo sus camisetas holgadas, y sus silencios prolongados, atrapada en una espiral de violencia de la que no saldrá indemne.
Sin duda el duelo interpretativo entre Sandra Guldberg Kampp y Sidse Babett Knudsen, encarnando a la desvalida Ida y a la cruel tía Bodil son lo que hacen de este film de atmósferas pesadas y oscuras una propuesta más que interesante, que nos mantiene con el corazón encogido, esperando un desenlace que no puede traer nada bueno.
Kød & Blod. Año: 2020. Duración: 88 min. País: Dinamarca. Dirección: Jeanette Nordahl. Guión: Ingeborg Topsøe. Fotografía: David Gallego. Música: Puce Mary. Reparto: Sandra Guldberg Kampp, Sidse Babett Knudsen, Joachim Fjelstrup, Elliott Crosset Hove, Carla Philip Røder, Besir Zeciri, Henrik Vestergaard Nielsen, Sofie Torp, Omar Shargawi, Benjamin Kitter, Maria Esther Lemvigh, Marie Knudsen Fogh, Frida Sejersen
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