Puño en Alto
Durante más de diez días, decenas de jefes de Estado y de Gobierno, organizaciones ambientales, empresarios, científicos, etc., en total más de 25.000 representantes de 200 países, estarán reunidos en Madrid en la Cumbre del Clima para alcanzar acuerdos y compromisos entre naciones para combatir los efectos del cambio climático y el calentamiento global.
Después de arduos debates, pruebas científicas, propuestas y resoluciones e iniciativas para luchar contra el calentamiento global y sus catastróficas consecuencias, difícilmente veremos que los gobiernos participantes se vinculen de manera efectiva a dichas propuestas. En anteriores ediciones, se adoptaron resoluciones grandilocuentes que no se cumplieron, como ocurrió con lo acordado en la Cumbre de París, en la que los países participantes acordaron reducir la emisión de gases de efecto invernadero asumiendo una cuota de emisión por país, pero a su vez, se permitió que países industrializados compraran las cuotas de emisión de dichos gases a otros países que en modo alguno, dado su escasa o nula industrialización podrían emitir. Es decir, si tienes dinero puedes y te permiten contaminar. En menor escala, lo mismo que ocurre con las bolsas de plásticos: son perjudiciales para el medio ambiente, pero si las compras en los mercados, parece que ya contaminan menos.
Es bueno que haya cumbres internacionales y demás para hablar de salvar el planeta y consensuar medidas encaminadas contra el calentamiento global y sus consecuencias, pero no me evita reflexionar sobre la cantidad de demagogia e hipocresía que se da a raudales en ellas.
En esta ocasión no va a ser menos, la parafernalia que ha rodeado a esta Cumbre del Clima, incluyendo a la niña Greta Thumber, y el ridículo que han hecho algunos representantes políticos como el propio alcalde de Madrid, que yo también pienso que es estúpido sin retractarme, ha originado que otra cumbre y sus acuerdos hayan pasado muy desapercibido y en mi opinión es una buena muestra de la hipocresía que mencionaba anteriormente y es objeto de mi reflexión.
La Cumbre del Clima de Madrid empezó el día de 3 de diciembre y tenía por delante diez días para debatir y consensuar medidas que evite el calentamiento global. Pues bien, el 4 de diciembre empezó la Cumbre de la OTAN en Londres y en tan solo dos días de debates, más allá de las desavenencias con la boca pequeñita de algunos de los integrantes con Estados Unidos, acordaron subir la aportación global de sus integrantes en nada más y nada menos que en 360 mil millones de euros para su defensa colectiva, no se sabe contra que enemigo. Si no lo hay, se lo inventaran para justificar su existencia. Los medios de comunicación tampoco se han hecho suficientemente eco de lo acordado en la Cumbre atlantista.
La OTAN la integran una treintena de países que, a su vez, todos con la excepción de Estados Unidos, participan en la Cumbre del Clima, incluyendo nuestro país. La industria armamentística es una de las más contaminantes del mundo y cuyos productos cuando se utilizan contaminan aún muchos más, al margen de los daños sociales y personales que originan. La OTAN es una institución al servicio de Estados Unidos, que se dedica básicamente en la actualidad a desestabilizar o derrocar gobiernos y abandonar a su suerte a la población de esos países (Libia, Irak, Siria y otros países africanos son buena muestra de ello).
España estuvo representada por el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y suscribió el acuerdo, desconociéndose la cuota que le corresponde a nuestro país. No es nada nuevo que un presidente del PSOE lo haga, pero sorprende, que sus futuros socios de gobierno, Podemos e IU, no hayan dicho nada al respecto, sobre todo el PCE, que siempre se ha manifestado en contra de la existencia de la OTAN y que España sea miembro de la misma.
Este posibilismo en forma de renuncia de esencias ideológicas en la que ha entrado la llamada izquierda real, representada electoralmente como Unidas Podemos, sorprende y alguien debería explicarlo, de lo contrario ya sabemos cuáles serán las consecuencias. Los Anticapitalistas, representados por la siempre contestaría Teresa Rodríguez, tan beligerante contra acuerdo de gobierno de coalición de Unidas Podemos con el PSOE, también guarda un muy significativo silencio.
Para que un silencio no sea objeto de malinterpretaciones, cábalas y suposiciones es mejor que se explique. Así que, señores de Podemos, IU, PCE y Anticapitalistas explíquenlo que somos muchos los que estamos deseando escuchar los argumentos.
De momento no hay gobierno
Últimamente se critica más de la cuenta a UP por cosas que aún no podemos debatir, ni plantear ni cuestionar.
Hay que tener mucho cuidado con según que tipo de cosas.
Recordemos, la anterior posibilidad de gobernar estuvo marcada por las desavenencias del psoe en todos los frentes, se nos dijo que éramos antidemocráticos. El auge de la derecha ha modificado algunas cosas y resulta que se han puesto de acuerdo, pero falta erc.
Y que es lo que está sucediendo, que los poderes fácticos entran en acción, haya tal punto, que incluso se planteaba la posibilidad de que el rey no nombrara candidato a Pedro Sánchez, una irresponsabilidad. Cómo esto no parece que haga saltar el acuerdo, entonces viene la siguiente fase, que es paralizar reformas importantes para producir escisiones y fracturas dentro de Podemos e IU, con el propósito de hacer saltar la credibilidad en el interior de UP, lo que daría lugar ha hacer saltar por los aires el acuerdo y desviarlo hacia la gran coalición.
Que es lo que pretende el capitalismo.
Realmente es duro encontrarse entre la espada y la pared, pero debemos ser sutiles, y resistir.
Tendremos la oportunidad para modificar las cosas, no será a la velocidad que nos gustaría, pero hay que perseverar.
La legislatura son cuatro años, así que hay tiempo para ir reformando poco a poco, pero de una forma muy sólida.