‘No sé que hacer contigo’, un viaje a la Barricada de 1987

En 1987 Barricada, el grupo de la Txantrea, editaba su cuarto álbum con Polygram, ‘No sé que hacer contigo’, después de varios tiras y aflojas con la censura de la compañía discográfica, que dejaron fuera del LP el tema Bahía de Pasaia.

Por Angelo Nero | 8/05/2025

En el año 1987 los obreros de Aceros y Forjas de Reinosa, defendiendo sus puestos de trabajo, se enfrentaban a la guardia civil, enviada para reprimirlos por el ministro socialista José Barrrionuevo, con el resultado de cientos de trabajadores heridos y la muerte de uno de ellos, Gonzalo Ruiz García. Ese mismo año estallaba en Palestina la primera Intifada, que se alargaría hasta 1993, una revuelta basada en la desobediencia pacífica, donde los palestinos acabaron enfrentado a los tanques israelís con piedras.

También fue el año de la primera emisión de Los Simpson, una ácida crítica a la sociedad norteamericana creada por Matt Groening. Margaret Tacher, la dama de hierro, ganaba su tercer mandato consecutivo, y ganaba su particular guerra contra la clase obrera británica. Glenn Close y Michael Douglas protagonizaban Atracción Fatal, y Stanley Kubrick dirigía La chaqueta metálica. Los Guns n’ Roses publicaban el disco Appetite for destruction, mientras en se desplomaba la bolsa de Nueva York, en el famoso lunes negro, la peor caída desde el crack de 1929.

Mientras todo esto sucedía, Barricada, el grupo de la Txantrea, editaba su cuarto álbum con Polygram, No sé que hacer contigo, después de varios tiras y aflojas con la censura de la compañía discográfica, que dejaron fuera del LP el tema Bahía de Pasaia, en el que denunciaban el asesinato de cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas en una emboscada de la policía. Rosendo Mercado -que ese año también editaría su tercer trabajo en solitario, A las lombrices– volvía a estar en la producción, y la grabación tuvo lugar en los Estudios Mediterráneo de Ibiza, propiedad de Dave Holland, entonces batería de Judas Priest.

El disco se abría con una canción vacilona y guitarrera, cantada por El Drogas, Todos mirando, que parecía marcar la intención del disco, un cambio de rumbo en la carrera de los navarros, alejados de los barrios conflictivos, la ockupación y la policía asesina. Puro rock and roll y diversión, que comienza en “una calle que no conozco / por la zona de San Juan / unos labios me han hablado / 35 es su edad / yo me temo que estoy borracho / ella sabe a lo que va / en su casa otro beso / y en la cama algo más”. Buenos coros y una pegadiza melodía, que más se le podía pedir, en el mismo año que Mötley Crüe lanzaba su Girls, girls, girls.

Pero los Barricada siempre daban más, y no querían dejar de lado a sus fans más fieles a la vena política de la banda, así que en el segundo corte El Boni tomaba el protagonismo de la voz solista para cantar “En televisión / como moscas alrededor / eres la mierda que huele mejor / la carrera está muy clara / Moncloa tu mansión / en las Cortes el mejor / ¡no vales nada!”. La letra, compuesta por Alfredo y Fernando, de Sabes hablar bien no podía ser más explicita. En la Moncloa llevaba ya cinco años Felipe González, mientras en el mundo, Ronald Reagan y Mijail Gorbachov firmaban un tratado de eliminación de armas nucleares.

Tal como cuentan los propios Barricada, en el álbum “se exprimen algunos medios del estudio con técnicos que no se habían trabajado en los anteriores discos, con guitarras límpias, por ejemplo, en la canción Con el izquierdo, se introduce la guitarra al revés.” La línea del bajo es también protagonista de este tercer tema desde el principio, y El Drogas vuelve a ser el solista que canta: “Esa manera de hablar / ver las cosas sin mirar / despista / los aplausos de ayer / se han convertido / en la resaca de hoy”. Para alegrar nuestras resacas, se creaban, también en 1987, Nirvana y Alice in Chains, con Kurt Cobain y Layne Staley como apóstoles del grunge.

En este disco comenzaría también la larga relación de la banda con el ingeniero de sonido Dennis J. Herman, habitual también en los trabajos de grupos de la escena heavy como Ángeles del Infierno, Sangre Azul, Obús o Panzer. El cuarto corte, De refilón, es quizás el más flojo del disco, con una letra sencilla “Miedo a ver las cosas como son, / A bajar la escalera / Dando vueltas a la cuerda / Mirando de refilón” y una base rítmica también muy simple, donde lo más notable es la percusión de Fernando Coronado y el diálogo de las guitarras de Alfredo y El Boni, que vuelve a poner la voz solista.

El disco sube en intensidad hacia la mitad de su recorrido, en La esquina del zorro, uno de esos temas que, al escucharlo, me remiten a todos los callejones sin salida en los que me metí en aquellos años ochenta (y alguno en los que me perdí después), “Esas medias rojas / Alteran los nervios / Mirar tus ojos / Y me rompo con facilidad / Llegaré al final de la calle / Para entrar en el mismo rincón / Como siempre un desfile mortal / De cervezas por el mostrador”. En Vallekas hay una librería con ese nombre, y también un grupo tributo a Barricada, formado por cuatro músicos de Tudela, se llaman como la canción.

Te toco luchar / a tu manera reventar / agachando el cuello cada vez / y recordar / que quien decide es el juez / sabe el que mas del bien y mal. / Has ido a nacer / en el lado del terror / no te atreves a llorar / ni protestar / la cárcel marcara tu condición /de perdedor.” Dice un fragmento de Tu condición, un tema que abre la cara B,  y que amaga con un tiempo lento al principio, y que acelera para llevarnos a esos terrenos en los que Barricada se mueve tan bien, ese rock sencillo y directo, con el que toda una generación de jóvenes de clase obrera contactó. Ese año también sacaron disco Def Leppard, Hysteria; Kiss, Crazy Nights; y el número 13 de Black Sabbath, The Eternal Idol, con Tony Martin como vocalista.

Mickey Rourke estrenó dos películas en 1987, El corazón del ángel y Requiem por los que van a morir. Fue en el mismo año en el que Barricada publicó su No sé que hacer contigo, que en su séptimo corte albergaba la canción homónima, cantada por El Drogas, un tema que representa muy bien, junto a Todos mirando o a La esquina del zorro, el giro hacia el lado más canalla de la banda. “Esta noche han caído / todos los héroes que has tenido / astuta como una zorra / endemoniada bailando sola / tarareando esa canción / vives para ser deseada /no sé que hacer contigo.” Alfredo grabó con la Fender Stratocaster de Rosendo esta canción a las cinco de la mañana, mientras el resto de la banda dormía.

Sobre este tema decía El Drogas en una entrevista para Jot Down: “Ese disco le gustó mucho a Pepe Risi, guitarrista de Burning. Sobre todo la canción «No sé qué hacer contigo». Para mí fue la hostia. Creo que nos estaba entrevistando Mariano García y me pasó una llamada: «Hola, soy Pepe Risi, esa canción es muy guapa, mola, muy Burning». Y sí, es que es así, es muy Burning. Tenía el punto de «Qué hace una chica como tú en un sitio como este». Para mí sus primeros discos son… ¡buah! Cuando estábamos con Rosendo coincidimos en algún bar con Pepe y Johnny, y qué gozada [imita la voz de Pepe Risi]: «Chico, cómo está el mundo del rock and roll» [risas]. Siempre me ha gustado como guitarrista, ahí con su Les Paul…

En ese año derrocaron y asesinaron al presidente de Burkina Faso, Thomas Sankara, y también al primer ministro del Líbano, Rashid Karami, en medio de la guerra civil que asoló al país de los cedros de 1975 a 1990. Por entonces, si no me falla la memoria, fue el primer concierto de Barricada al que fui, en la sala Disconcierto de Cangas do Morrazo, donde también pude disfrutar de los directos de Asfalto, Ñu, Rosendo, dentro de los estatales o Uriah Heep, Girlschool, Immaculate Fools, Saxon y Wilko Johnson.

Vivíamos en aquel 1987 A toda velocidad, como en el octavo tema del disco de los navarros, un rock en el que Fernando Coronado imprime un ritmo frenético con la batería -por cierto, Fernando no nació en Navarra, sino en Tanger- mientras la voz de Boni dispara letras como estas: “Vive a toda velocidad / Como un ciclón / Sabe que si cae otra vez / Vuelta a empezar / Arrastrando el cuerpo / por la calle / como una cadena de presidiario. / Su sombra en el suelo / Siempre cerca de él / Una botella en la mano / Ceniza en el jersey”. Se lo dedicaron a Natxo Etxebarrieta, cantante del grupo Cicatriz, que ese año publicaron su primer álbum, Inadaptados.

Una lata de gasolina es el penúltimo tema de No sé que hacer contigo, “En las manos la solución todo muy claro / Se adivina su intención / Por una lata de gasolina / La sangre hirviendo lo vas a hacer / Lo vas a hacer,” todavía no se había familiarizado el término Kale Borroka, pero los Barricada siempre fueron unos adelantados, y ya veían por dónde iba esa parte de la juventud de Euskalerria que seguía aquel lema de Martxa eta Borroka!!!

El último de los temas, Tentando a la suerte, puede interpretarse como la tentación juvenil que, en aquellos convulsos ochenta, había con las drogas, de las que algunos salieron y otros no. “Sacrificio masoquista / atento a la jugada / el payaso está en la pista / con el tiempo de pasada. / La máscara de por medio / viviendo aventuras falsas / agarrado a un clavo ardiendo / con el tiempo de pasada / tentando a la suerte / sin saber apenas nada.” En 1987 también se publicó, junto al cuarto álbum de Barricada, el que hacía el número 12 de Deep Purple, The House of Blue Light, y el número 13 de Pink Floyd, A Momentary Lapse of Reason.

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