Las movilizaciones de los próximos días serán un éxito si se leen y se entienden como un paso adelante del movimiento obrero y popular y no como un paso adelante del PCTE.
Por Ástor García
El PCTE ha convocado concentraciones contra el tarifazo eléctrico en varias capitales durante los próximos días. Otras organizaciones del campo popular, políticas, sociales y sindicales, han hecho llamamientos que, más allá de las consignas específicas que cada uno plantee, van en la misma línea de denunciar la terrible situación a que se está abocando a las familias trabajadoras de nuestro país con el encarecimiento imparable del precio de la energía.
Consideramos que estas concentraciones deben ser el punto de partida para un proceso de movilización obrera y popular sostenido y creciente, que proteste contra la palpable incapacidad del Gobierno socialdemócrata para abordar la cuestión del suministro energético desde una perspectiva realmente favorable a los intereses de la mayoría trabajadora, pero que no se quede únicamente en uno de los problemas sociales más acuciantes que viven ahora mismo nuestra clase y nuestro pueblo, sino que avance hacia un cuestionamiento del conjunto de políticas antiobreras que se están ejecutando y que desemboque en la convicción de que ningún derecho obrero o popular estará garantizado bajo el capitalismo, independientemente de qué fuerzas políticas tengan la mayoría parlamentaria.
Los comunistas expresamos abiertamente nuestras intenciones, no ocultamos cómo concebimos las movilizaciones que convocamos y cómo enfocamos las movilizaciones en las que participamos, aunque no las convoquemos. Y somos conscientes de que hay personas y organizaciones que no comparten nuestros objetivos estratégicos, pero que seguramente sí comparten con nosotros la convicción de que es necesario responder sin demora a las agresiones que se están desarrollando y planificando contra los intereses de la mayoría trabajadora, y que no se creen ya el argumento del “mal menor” que tan repetidamente utilizan los representantes de las distintas facciones del Gobierno.
Las movilizaciones de los próximos días serán un éxito si se leen y se entienden como un paso adelante del movimiento obrero y popular y no como un paso adelante del PCTE. Por eso participaremos no sólo en nuestras convocatorias, sino también en las demás que surjan desde reflexiones y claves similares a las nuestras, en otros lugares o en otros momentos. Ahora estamos en el punto de partida, no en la llegada. Ponemos nuestro esfuerzo para abrir un proceso que continúe en los próximos meses, que crezca, que se fortalezca y se refuerce con más convocatorias que diseminen por todo el país el ánimo de lucha y de resistencia que tanta falta nos hace.
Nuestras convocatorias son abiertas y por eso animamos a participar en ellas a quienes estén mucho, poco o nada de acuerdo con el PCTE, pero que, al menos, compartan que es necesario decir basta ante la degradación de nuestras condiciones de vida y trabajo. Abiertamente decimos que estamos dispuestos a hablar con todas aquellas organizaciones del campo obrero y popular interesadas en continuar con el proceso de movilización, que nosotros enfocaremos desde nuestras claves estratégicas -como no puede ser de otra manera-, pero del que nadie debe sentirse excluido si comparte la preocupación sobre lo grave de la situación que afronta y afrontará la mayoría trabajadora en el próximo período.
Frente a quienes se empeñan en tratarnos como a niños, este es el momento de dar una muestra de nuestra madurez, de que no tragamos con más engaños ni con más propaganda y de que estamos en condiciones de presentar una alternativa al actual estado de cosas, que sólo puede pasar por la introducción de la agenda obrera y popular en la vida política del país. Son demasiados años dejando que sean otros quienes toman decisiones en nuestro nombre. Son demasiados años dejando que nos pisoteen. Su incapacidad demuestra que su tiempo se acaba y que va siendo hora de que tomemos en nuestras manos el futuro de nuestras vidas. Sin más demoras.
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