Letonia sigue la tónica general de los países bálticos y gana la abstención, con fuerte subida de la extrema derecha

Algo debería preocuparle a Europa que, en sus confines, los ciudadanos bálticos le den la espalda a las urnas para enviar a sus representantes a la Eurocámara.

Por Angelo Nero | 20/06/2024

Gana la abstención en Letonia, este sin duda es el dato más contundente de las elecciones al Parlamento Europeo en este país báltico, el cuarto en la lista de los estados de la UE que más desinterés tienen con lo que pasa en Estrasburgo, donde la participación no llega al 34%, aunque hay otro país báltico que le supera, Lituania, donde esta baja al 28,9%, siendo la más alta de esa zona, Estonia, que sube al 37,7%. Algo debería preocuparle a Europa que, en sus confines, los ciudadanos bálticos le den la espalda a las urnas para enviar a sus representantes a la Eurocámara, porque esa es una señal de que, en cierta manera, no se acaban de creer el proyecto europeo.

Letonia elige nueve diputados para el Parlamento Europeo, y esos nueve escaños los ocuparan hasta siete formaciones políticas distintas. La Nueva Unidad (JV), que lidera la coalición del gobierno letón, con el 25,1%, un punto por debajo de las elecciones de 2019, ha sido la lista más votada, y conserva los dos eurodiputados que ya tenía. El partido conservador designó como primera ministra, en 2023, a Evika Silina, tras la renuncia del segundo gabinete de Arturs Krišjānis Kariņš por la utilización de fondos públicos para el uso de vuelos chárter para asuntos personales. La entrada en el gobierno de Silina cambió también la coalición que le apoyaba, y al perder la confianza de los partidos de derechas, buscó la estabilidad parlamentaria en socialdemócratas y la centrista Unión de Verdes y Agricultores.

La extrema derecha de Alianza Nacional (NA), liderada por Raivis Dzintars, y que estaba en el gabinete de Krišjānis Kariņš ocupando varios ministerios, se ha alzado con la segunda plaza en las elecciones europeas. Este partido euroescéptico pasa del 16,40% al 22,1% y sigue con su línea ascendente, enviando a dos diputados a Europa. También consigue un escaño, otra lista de extrema derecha, Letonia Primero (LPV), con el 6,2%, con lo que un tercio de los eurodiputados del país en Europa son de extrema derecha.

Los liberales de Letonia para el Desarrollo (LA), que también formaron parte del gobierno anterior, bajan del 12,25% al 9,4%, y conservan su escaño en Estrasburgo.

La Lista Unida (AS) de Edvards Smiltēns y Edgars Tavars, donde confluyen el Partido Verde, la Asociación de Regiones de Letonia -de la minoría rusa- , y el partido Liepāja, todos ellos de corte conservador, logra el 8,2% y un diputado.

Los verdes de Progresīvie (Progresistas) experimentan un espectacular incremento, del 2,91% al 7,5%, doblando sus votos, y entrando en el parlemento europeo con un escaño. Sin embargo los socialdemócratas de Saskaņa (Armonía) ha sido castigados duramente por el electorado letón, quizás por su entrada en el gabinete conservador de Evika Silina, y retroceden desde la segunda plaza, con un 17,45%, hasta la sexta, con el 7,5%, pasando de dos a un diputado. Saskaņa, que llegó a tener la alcaldía de la capital, fue, durante más de una década, el principal partido de la oposición, y representaba los intereses de la importante minoría rusa, aproximadamente dos millones de personas, en el país báltico.

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