Las santas inocentas

Ellas y ellos, luchadores por la libertad, tienen la sacrosanta misión de tratar de cambiar la voluntad de la mujer que acude a abortar y, si no lo logran, rezar por los no nacidos y ello hay que hacerlo en las puertas de las clínicas de interrupción de embarazo

Por Jose Antonio Bosch / ACAI

Cuando llegan estas fechas siempre hay quienes se encargan de recordarnos que el día 28 de diciembre se conmemora la supuesta matanza de niños nacidos en Belén, menores de dos años, ordenada por Herodes I el Grande. Con independencia de que ningún historiador romano de la época realizó mención alguna sobre este episodio ni hay documentación histórica que acredite la realidad de esta matanza, siempre me ha llamado la atención que en este relato sólo murieron “niños” por lo que convierte esta historio o leyenda en una de las pocas en que las mujeres salieron mejor paradas que los varones.

Pero al margen de la curiosa ventaja de género indicada, tengo necesariamente que recordar esta fecha, dado que es la que utilizan algunos/as fundamentalistas, negacionistas de la libertad de la mujer, que, año tras año, se acercan a las puertas de las clínicas acreditadas para la interrupción del embarazo a acosar, molestar, coaccionar.… a las mujeres que acuden a estos centros sanitarios. Y lo hacen justo el día 28 de diciembre, si bien desde hace años, además de este día también actúan durante la Cuaresma, o durante la campaña de “40 días por la vida” o, según en que ciudades, durante todo el año, casi todos los días.

Aprovechan la fecha para recordarnos que las mujeres no tienen derecho sobre sus propios cuerpos, por lo que no pueden decidir si quieren ser o no ser madres y ello pese a lo que dispongan las leyes emanadas de nuestras Cortes Generales. Ellas y ellos, luchadores por la libertad, tienen la sacrosanta misión de tratar de cambiar la voluntad de la mujer que acude a abortar y, si no lo logran, rezar por los no nacidos y ello hay que hacerlo en las puertas de las clínicas de interrupción de embarazo. Pero lo que más me llama la atención, es que siempre parece pesar más en la balanza los nasciturus que los ya nacidos.

Llevamos semanas soportando el machaqueo constante que produce la contabilización del número de muertos en la franja de Gaza (a unos cien kilómetros de distancia de Belén y de otros sagrados lugares) y como, mayoritariamente, son niños, niñas y mujeres los que caen masacrados en una guerra injusta en la que se promueven actuaciones que pueden calificarse sin temor a errar de genocidas, toda vez que están asesinando a “santos inocentes” con la finalidad de terminar con un pueblo, con la finalidad de exterminarlo. No he visto en la puerta de la embajada de Israel a ningún grupo “provida” pedir el fin de la masacre ni rezar por los/as fallecido/as. No parece que los/as nacidos/as palestinos/as tengan derecho a la vida para estos fundamentalistas y si lo tuvieran, no es asunto de ellos, al fin y al cabo, no son cristianos, y según un ministro del estado agresor son “animales”, por lo que tampoco son humanos.

Vivimos en un país en el cual, según el Eurostar, el 32,2% de la población española menor de 18 años se encontraba en riesgo de pobreza y exclusión social durante el año 2022. Es decir, uno de cada tres menores se encontraba en una situación de riesgo que condicionaba su alimentación, su salud, su educación y que provoca una larga lista de necesidades que, al margen del grado de sufrimiento y dolor que conllevan, se convertirán en la puerta de entrada para un sombrío futuro. Tampoco he visto a los fundamentalistas “provida” ofreciendo apoyo y atendiendo a esos/as nacidos/as que necesitan ayuda para poder salir del abismo de la pobreza. Y tampoco los he visto rezando en la puerta de los Ministerios de Igualdad o de Hacienda, o de las Consejerías de Asuntos Sociales reclamando mayores recursos para poner fin a la pobreza.

Podría seguir hasta el infinito indicando lugares donde sufren, se desatienden, maltratan, abusan sexualmente…de niñas y niños, incluso en algunos lugares de culto, y no he visto a los anti derechos “provida” ni ofreciendo ayuda, ni rezando por las víctimas y, ni tan siquiera, denunciando las terribles y dolorosas situaciones a las que se enfrentan los niños y las niñas, no sólo en España sino en todo el mundo. El objetivo de estos grupos, mal denominados “provida”, es que la mujer no aborte, que nazcan más personas, pero una vez nacidas que les vayan dando.

Por eso, en estas fechas, cuando esta colaboración se publique, habrá militantes antiderechos en las puertas de muchas clínicas de interrupción de embarazo. Estos grupos increparán, molestarán, coaccionarán o tratarán de algún modo de forzar un cambio en la libre decisión de la mujer que ha decidido interrumpir su gestación. Las mujeres que hoy, 28 de diciembre, acuden a las clínicas se convertirán en las verdaderas víctimas de su conmemoración, dado que verán vulneradas su libertad, su intimidad, su dignidad, su derecho a la salud… convirtiendo a estas mujeres en las “Santas Inocentas” a las que verdaderamente deberíamos dedicarle la conmemoración.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.