La Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (1910) y la huelga de 1917 en Rusia: claves del 8M

Tanto la Conferencia de 1910 como la huelga de 1917 fueron eventos clave en la consolidación del 8M como día de lucha por los derechos de las mujeres.

Por Isabel Ginés | 10/03/2025

El Día Internacional de la Mujer, celebrado cada 8 de marzo, tiene sus raíces en los movimientos obreros y socialistas de principios del siglo XX. Entre los eventos más influyentes en su establecimiento destacan la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de 1910 y la huelga de trabajadoras en Rusia en 1917, que desencadenó importantes cambios políticos.

La Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (1910): el germen de un día de lucha

En agosto de 1910, más de 100 mujeres de 17 países se reunieron en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, Dinamarca. El encuentro tenía como objetivo coordinar estrategias para la lucha por los derechos laborales y políticos de las mujeres, en un contexto en el que millones de trabajadoras sufrían jornadas extenuantes, bajos salarios y discriminación.

Durante la conferencia, la destacada activista alemana Clara Zetkin, líder del movimiento feminista dentro del Partido Socialdemócrata Alemán y fundadora de la Liga Espartaquista, propuso instaurar un Día Internacional de la Mujer. Su idea era establecer una jornada anual para reivindicar el derecho al voto femenino, la igualdad en el ámbito laboral y el fin de la explotación de las mujeres trabajadoras.

Aunque no se fijó una fecha concreta, la propuesta fue aprobada unánimemente y comenzó a celebrarse en distintos países en los años siguientes. En 1911, por ejemplo, hubo manifestaciones en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, donde miles de mujeres salieron a las calles exigiendo sus derechos.

La huelga de trabajadoras en Rusia (1917): el 8M como símbolo de revolución

El papel de las mujeres en las luchas sociales quedó aún más patente en 1917, en plena Primera Guerra Mundial y en un contexto de crisis económica y política en el Imperio Ruso. El 8 de marzo de 1917 (según el calendario gregoriano; 23 de febrero en el calendario juliano que usaba Rusia en ese momento), miles de trabajadoras textiles salieron a las calles de Petrogrado (actual San Petersburgo) bajo el lema “pan y paz”.

Las condiciones de vida eran insoportables: la guerra había devastado el país, los precios de los alimentos se habían disparado y el hambre era generalizada. Las mujeres, muchas de ellas esposas, hijas y madres de soldados, no solo exigían comida y mejores condiciones laborales, sino también el fin del conflicto bélico.

Lo que comenzó como una huelga de obreras pronto se convirtió en una movilización masiva que atrajo a trabajadores de otros sectores y, finalmente, a soldados que se negaron a reprimirlas. Estas protestas marcaron el inicio de la Revolución de Febrero, que llevó a la caída del zar Nicolás II y al establecimiento de un gobierno provisional.

El impacto de esta huelga fue tal que, en 1921, la Internacional Comunista proclamó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en honor a las mujeres que protagonizaron aquella revuelta histórica.

Clara Zetkin: la mujer detrás del Día Internacional de la Mujer

Clara Zetkin (1857-1933) fue una destacada política, periodista y activista alemana, considerada una de las figuras clave en la lucha por los derechos de las mujeres y el movimiento obrero. Desde joven se involucró en el socialismo y en la defensa de las trabajadoras, denunciando la explotación laboral y la falta de derechos políticos para las mujeres.

Fue miembro del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y, más tarde, fundadora del Partido Comunista de Alemania (KPD). También dirigió la revista feminista “Die Gleichheit” (“La Igualdad”), desde donde promovió la independencia económica y política de las mujeres.

Su mayor legado fue la propuesta de instaurar un Día Internacional de la Mujer en la Conferencia de Copenhague de 1910. Gracias a su impulso, la fecha se consolidó como una jornada de lucha por la igualdad de género y los derechos laborales.

A lo largo de su vida, Zetkin también luchó contra el fascismo y fue una de las pocas mujeres en ocupar un escaño en el Reichstag (Parlamento alemán) durante la República de Weimar. Sus ideas siguen siendo una referencia en los movimientos feministas y de izquierda en la actualidad.

Tanto la Conferencia de 1910 como la huelga de 1917 fueron eventos clave en la consolidación del 8M como día de lucha por los derechos de las mujeres. Si bien su significado ha evolucionado a lo largo del tiempo, su origen sigue recordando el papel fundamental de las mujeres trabajadoras en la transformación social y política. Desde entonces, el 8 de marzo se ha convertido en una fecha de reivindicación global, en la que millones de personas en todo el mundo siguen exigiendo igualdad, justicia y el fin de la discriminación de género.

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