La amenaza de un gobierno liderado por la ultraderecha se cierne sobre Italia

Enrico Letta lucha contrarreloj para formar una amplia coalición de centro izquierda que evite que Giorgia Meloni sea la próxima primera ministra de Italia.

Por Angelo Nero

Todas las encuestas dan como favorita en las próximas elecciones generales italianas, a celebrar en septiembre, a la formación ultraderechista Fratelli d’Italia, creada en 2012 y que recoge la tradición neofascista del Movimento Sociale Italiano (1946-1995) y de Alleanza Nazionale (1995-2009). Fratelli d’Italia estça presidida por Giorgia Meloni, que tras militar en estos dos partidos de extrema derecha, fue ministra de juventud con Berlusconi, en 2008, tras la coalición formada por varios partidos derechistas, Il Popolo della Libertà. Con un porcentaje del 23,5% en la estimación de voto, Fratelli d’Italia, lleva a una formación fascista a un máximo histórico que no se conocía desde las elecciones generales de 1924, que auparon al poder a Benito Mussolini (aunque entonces el porcentaje del Partito Nazionale Fascista fuera casi del 65%), y llevaron a la instauración en Italia de un régimen fascista, hermanado con la Alemania nazi de Adolf Hitler.

Su rival más inmediato, el centroizquierdista Partito Democratico, creado en 2007 de las cenizas del Partito Comunista Italiano, está a medio puntode distancia, con un 23% de voto en las encuestas, liderado por el ex primer ministro Enrico Letta, un auténtico camaleón político, que pasó de las filas de la Democracia Cristiana (el antagonista durante décadas del PCI), a la secretaria general del PD, sucediendo a otro ex primer ministro de origen demócrata cristiano, Matteo Renzi.

Como el diablo está en los detalles, Enrico Letta lucha contrarreloj para formar una amplia coalición de centro izquierda que evite que Giorgia Meloni sea la próxima primera ministra de Italia. Para eso ya ha sumado a un puñado de pequeñas formaciones, como Articolo 1 – Movimento Democratico e Progressista, una escisión socialdemocrata del PD, liderada por el actual ministro de salud, Roberto Speranza, al que las encuestas le otorgan un 2%. También dentro del paraguas del PD concurrirá el refundado Partito Socialista Italiano y el centrista Democrazia Solidale, liderado por Paolo Ciani. Y por último a Compromiso Civil, una coalición de la pequeña formación Insieme per il Futuro, liderada por el antiguo primer ministro (entonces en el Movimento 5 Stelle) Luigi Di Maio, y el Centro Democratico, democristiano, presidido por Bruno Tabacci, que no alcanzaría más que un exiguo 2%. Con la suma de estos pequeños partidos, la lista del PD podría alcanzar un 30% de los votos, que no serían suficientes para batir al desafío ultraderechista.

Giorgia Meloni también tiene aliados. La Lega del xenófobo Mateo Salvini, fundada en en 1991 por Umberto Bossi (que llegó a reclamar la independencia del norte de Italia, un mítico territorio al que bautizó como Padania), aunque está en retroceso en las encuestas, alcanza el 14% de intención de voto. Mientras que el partido de Silvio Berlusconi, que regresa a la primera línea política, Forza Italia, conseguiría, según los sondeos un 7,5%. La suma es fácil, y las tres formaciones de derecha alcanzarían un 49,5%. También se han sumado a coalición derechistas, dos pequeñas formaciones de centro, Noi con l’Italia, cuyo lider es Maurizio Enzo Lupi, ministro de Infraestructuras con los gobiernos de Letta y Renzi; e Italia al Centro, creada por el presidente de la Región de Liguria, Giovanni Toti.

Pero en el complicado tablero político italiano todavía hay un factor más a considerar, el Movimento 5 Stelle, fundado en 2005 por el cómico Beppe Grillo, que se presentaron entonces como una formación antisistema, y que han gobernado con la izquierda y con la derecha. Actualmente está liderado por el ex primer ministro Giuseppe Conte, y las estimaciones de voto le dan un 10,5%, muy alejado de aquel 32,7% que le dieron las urnas en las elecciones generales de 2017.

Pero, no se vayan todavía, aún hay más… También hay que tener en cuenta a los centristas de Azione/+Europa, liderados por la antigua Comisaria Europea y ministra de Asuntos Exteriores en el gobierno Letta, Emma Bonino, que se han salido del frente de centroizquierda encabezado por el Partito Democratico, y que podrían alcanzar un 5%. A la Alleanza Sinistra e Verdi, cortejados también por el PD para entrar en su coalición (hasta ahora sin éxito) que tienen una proyección de voto del 3,5%.

El próximo 22 de septiembre los italianos tendrán que decidir cual será el gobierno que regirá los destinos del estado italiano en los próximos años, pero también la dirección que tendrá Europa, ya que la italiana es la tercera mayor economía de la eurozona, detrás de Alemania y Francia, y si, como auguran las encuestas, Giorgia Meloni puede llegar a formar gobierno, se abren muchas incógnitas sobre el rumbo hacia el que caminarán el resto de los países en los que la crisis derivada por los efectos de la pandemia y de la guerra, ya está haciendo subir de forma alarmante a formaciones ultraderechistas como Fratelli d’Italia.

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