Jon Fosse, la literatura como rezo

Habitualmente finalista del Premio Nobel, es considerado uno de los más grandes novelistas y dramaturgos del mundo. En España apenas se le conoce, y es por ello que De Conatus insiste con la publicación de su obra en nuestro idioma. Lectores de culto no le faltarán. Su nueva novela, ya en librerías, se titula El otro nombre Septología II.

Por Manuel Aguirre

Una vez Jon Fosse dijo que “escribir es como rezar”. Y esta afirmación cobra vida cuando uno lee sus novelas. La puntuación en Fosse es una cadencia más que una norma, una ola, una voz que le da sentido a la historia. Mucho de esto podemos apreciar en su más reciente libro lanzado en español por De Conatus, El otro nombre Septología II.

A la pregunta de por qué no usa los signos como la academia manda, Fosse responde. “¡No odio ningún signo de puntuación! Pero los uso de la manera que yo creo que mejor se adapta a mi escritura. Si, por ejemplo, sigues las reglas de Noruega para las comas, terminas escribiendo mal. Gramaticalmente correcto, pero sin que fluya; para mí escribir literatura ha de tener un ritmo, una fluidez, así que he de usar los signos de puntuación de la manera en que me ayuden a conseguirlo”.

Septología es una novela de gran calado escrita en 7 partes. Knausgård, alumno de Fosse, siguiendo la tradición literaria nórdica, también ha escrito en seis libros Mi lucha. La diferencia es que él quería mostrarse en su escritura mientras que Fosse quiere desaparecer escribiendo. Lo que tienen en común es la construcción de un universo en 6 o 7 libros donde el lector entra en cada tomo sabiendo a dónde va. En el caso de Fosse, sabe a dónde va, pero no cómo saldrá porque siempre sorprende al lector con alguna experiencia inconfesable. En este tomo, El otro nombre Septología II (De Conatus, 2020) trata capítulos de la infancia que suceden por un deseo muy vital de autonomía y suponen la entrada por la puerta grande a la oscuridad del mundo adulto. 

Jon Fosse es agudo no solo cuando escribe, sino también cuando declara: “Hay una relación entre el alcohol y la escritura, que se remonta a los griegos. Yo bebía mucho y tuve que dejarlo. Me volvía sentimental, perdía el foco y la agudeza”. Estamos ante un escritor que ofrece intensidad en la propia forma de componer sus creaciones. Nada de complacencia, nada de tramas redondas. Es un autor que le exige al lector un compromiso con su inteligencia. Reto importante en estos tiempos de fórmulas fáciles. 

Septología es una indagación sobre la identidad. La escritura de Fosse en este libro actúa como una especie de linterna que alumbra la oscuridad para encontrar algún sentido. El personaje, Asle, es un pintor reconocido que vive solo al borde del mar y que apenas se relaciona con gente. Todos los libros comienzan con su pensamiento acerca de la luz y oscuridad en el último cuadro que ha pintado y terminan en un rezo repetitivo. En cada uno de esas partes de la narración vamos descubriendo qué le ha pasado en la vida para haber terminado así.

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