Fran Martín: “Quería contar la historia de un español en Francia que viene voluntario a luchar por sus ideas, por su libertad y también por la nuestra, dejando todo atrás”

Entrevistamos a Fran Martín, autor del libro ‘Memorias de un brigadista español: el sargento López Arrieta en la guerra de España’.

Por Angelo Nero | 9/09/2024

El aragonés Antonio López Arrieta emigró al otro lado de los Pirineos en el periodo de entreguerras, pero al estallar la guerra civil, tras el golpe de estado fallido de una parte del ejército español, decide volver a su país para defender a la joven República, ¿Qué le motiva a volver a España, a jugarse la vida para defender al gobierno republicano, y que te motivó a ti para descubrirnos su biografía?

Desde el comienzo de la sublevación militar de 1936, los acontecimientos de España trascienden fuera de nuestras fronteras a través de los corresponsables internacionales de guerra que con sus crónicas periodísticas y la crónica gráfica de los fotoperiodistas de guerra abren las conciencias de organizaciones políticas de izquierdas. En la sede del Partido Comunista de Martigues en Francia, dan inicio una serie de reuniones dominicales a las que asiste Antonio López Arrieta, algunas veces acompañado de su hija pequeña Modeste María, de apenas tres años de edad.

Si en un primer momento, su recién estrenada paternidad le hace rehusar de la idea de venir a España, poco a poco en su mente se va creando el caldo de cultivo que hace posible su llegada al país que le vio nacer para combatir contra el fascismo defendiendo la legalidad republicana. No viene solo, le acompañan otros siete franceses, algunos de ellos son muy buenos amigos de él como el caso de Agustín Labastida, que meses después perderá la vida en los combates de Tamarite de Litera en Huesca, en el frente del alto Aragón.

Mi motivación para descubriros la historia oculta del diario de guerra y exilio del sargento López Arrieta, reside en la extensión del mismo, la gran cantidad de información primaria, es una fuente escrita por un testigo de la historia donde nos narra todas las vicisitudes y circunstancias vitales de su particular guerra de España.

En segundo lugar toda la información completa extraída del diario de Arrieta una vez constrastada con otras fuentes históricas, conocedores de su unidad militar 143 Brigada Mixta del Ejército Popular de la República, toda su historia cuadra perfectamente con la realidad y contexto histórico de dicha unidad.

Es por todo ello que este manuscrito de la guerra de España nos muestra un ejemplo más de vida, de sufrimiento, dolor, penalidades, miedo, heroicidad y valentía a través de la historia del soldado López Arrieta, un aragonés que volvió de su emigración en Francia para dar su vida por la libertad, la de ellos y también la nuestra.

Al protagonista de tu libro lo nombras como brigadista, algo que en nuestro imaginario le situaría en las Brigadas Internacionales, ¿por qué el título de tu libro?

Antonio López Arrieta no se integró en las BB.II., el título “Memorias de un brigadista español”, bien meditado durante bastante tiempo atiende a cubrir la historia de este aragonés, pues vino voluntario a combatir contra el fascismo, aunque no a través del movimiento de los Brigadistas Internacionales. Pero su integración en el Ejército Popular Regular en la 143 Brigada Mixta si le hizo acreedor de la palabra Brigadista, con la salvedad de que era un español venido voluntariamente del extranjero para ayudar a la República española. No podríamos saber con exactitud si la particular historia de este aragonés fue una práctica habitual, seguramente no lo fue, pero lo que sí sabemos es que Antonio López Arrieta no fue el único español que regresó a España para combatir al ejército sublevado.

Cuando rescatamos historia como las de este brigadista, sabemos que hay un arduo trabajo de documentación, trabajo de detectives de la memoria que, como tú, o como nuestro buen amigo Pepe Sedano, bucean en viejos archivos para recuperar nuestro pasado, ese que se forma con muchas historias que, sin vuestra dedicación, quedarían sepultadas en el olvido, ¿cómo has seguido el rastro de Antonio López Arrieta? ¿Ha sido difícil seguir sus pasos en aquella España convulsa?

Todo comenzó a través de uno de mis lectores al otro lado de los Pirineos, Antoine López, hijo del soldado, me escribía en francés a través de Messenger y yo con el traductor entendía que su padre, aragonés de nacimiento, había participado en la guerra de España. Le ofrecí a Antoine la posibilidad de rastrear su huella documental en los archivos militares españoles, también en los franceses y así tuvimos la gran suerte de poder encontrar mucha documentación sobre él, incluso fotografías totalmente desconocidas del protagonista. A partir de entonces la confianza personal entre Antoine y el que suscribe fue en aumento y un buen día compartió algunas partes del diario de guerra que escribió su padre en 1939. Mi cara de asombro y de ilusión por la existencia de esta fuente primaria de información escrita por un soldado que vivió la guerra de España con todas sus vicisitudes, vivencias, sufrimientos, penalidades, hasta pensamientos interiores,,,

No pasó mucho tiempo cuando le propuse a Antoine intentar escribir las memorias de su padre y él estuvo encantado con mi propuesta. El diario de guerra viajó desde Martigues en Francia a Berja en Almería para su tratamiento digital y una vez realizadas estas necesarias e importantes tareas de trabajo de campo, dicha joya volvió a Martigues para su custodia familiar.

El trabajo de contrastar su diario de guerra y exilio con las fuentes históricas también ha sido fascinante, todo cuadraba en espacio y tiempo, el contexto de su 143 Brigada Mixta en el frente de Aragón primero y en el de Cataluña después. Pero también resultó muy enriquecedora la investigación sobre los hospitales de retaguardia en Cataluña así como el estudio de inmersión histórica contrastando las palabras de su diario, los bombardeos, localidades con la historiografía local, ahora los lectores juzgarán si esta historia será o no de su agrado. Cariño hay mucho, realismo 100%, es un ensayo histórico, no hay ninguna parte novelada, como historiador he intentado acercarme todo lo posible a la verdad de la vida del sargento Antonio López Arrieta, aunque relativa estimo que puede ser un gran ejemplo del sufrimiento de aquellos soldados combatientes ante el fascismo y además de cómo se organizaban las evacuaciones de heridos desde los frentes de batalla al complejo entramado hospitalario republicano, que con el tiempo quedó todo abandonado ante el avance del ejército franquista.

En tu libro hay todo un recorrido por la geografía de la guerra, desde los frentes de Aragón a los de Cataluña, los diferentes escenarios donde nuestro protagonista vivió y luchó durante la guerra civil, ¿cuáles fueron los escenarios principales donde transcurrió su historia?

Así es el frente de Aragón desde las operaciones previas a la Batalla de Belchite en agosto de 1937, el derrumbe posterior en la denominada Ofensiva de Aragón de abril de 1938, la Batalla del Segre y el Bajo Ebro son algunos de estos escenarios, pero el diario de López Arrieta menciona un interminable número de localidades por las que pasó, también en el Alto Aragón y en la provincia de Lleida.

Hay un lugar especial en tu libro para conocer la duras circunstancias de los heridos en combate, la realidad de los hospitales de campaña, algo que pocas veces aparece en los ensayos sobre la guerra civil, más centrada en los frente de batalla, ¿qué te ha impactado más de lo que has descubierto de esta faceta más desconocida de la guerra civil?

Las durísimas condiciones de campaña, los traslados imposibles soportando el fuego cruzado, la astucia para poder salvar cada obstáculo del camino persiguiendo la propia supervivencia, el caos que se generaba en los hospitales de retaguardia republicana a medida que el ejército sublevado avanzaba, la tristeza y la desolación de los heridos llorando y sufriendo, todas estas cosas me han impactado bastante y tocado mi alma imaginando aquellos padecimientos hasta ahora para mí algo desconocidos de la guerra de España.

Antonio López regresó a Francia, pero esta vez no como emigrante, sino como exiliado, como miles de españoles, y el país galo no lo recibió con los brazos abiertos, más bien al contrario, lo internó, también como a miles de sus compatriotas, en campos de concentración, como el de Argelès-sur-Mer, ¿cómo fue esa dura experiencia para él, y en que condiciones abandonó su internamiento?

Su exilio posterior de la guerra, malherido, andando con una muleta desde Barcelona a la frontera es un claro ejemplo de hasta donde puede la condición humana extender el sufrimiento vital en aras de la propia supervivencia. Su llegada a Argelès-sur-Mer es similar a la de cientos de miles de españoles. En el campo, había que sobrevivir al precio que fuese, las condiciones eran atroces, lo llevó lo mejor que pudo haciendo honor de su gran capacidad para relacionarse fruto de sus experiencia en el Ejército Popular Regular. El señor destino quiso jugar su mejor carta para que López Arrieta pudiese dejar atrás aquel campo de concentración francés a orillas del Mediterráneo. Los detalles los dejaré para los lectores.

Tu libro anterior “Me verás cruzar el Ebro”, también ha estado inspirado en la historia del almeriense Nicolás López López, uno de los últimos supervivientes de la batalla del Ebro, ¿como nació este libro, tirando del hilo de esta historia particular, o antes de conocerla ya tenías claro que querías hablar de la batalla más larga y cruenta de nuestra guerra civil?

El germen de esta obra fue el testimonio oral de Nicolás López López, que participó en el IX Encuentro de Testimonios de la Guerra Civil, sus detalles eran tan precisos y contrastados con los documentos históricos y las fuentes todo cuadraba milimétricamente, además su historia le llevó por todas las principales batallas y escenarios de la guerra de España. No quería previamente escribir solo sobre la batalla del Ebro, de hecho el libro de Nicolás narra desde Belchite, Codo, Mediana, Alfambra, Teruel, Lleida y Serós antes de adentrar al lector en la Venta de Camposines donde Nicolás combatía en primera línea de fuego durante la batalla del Ebro.

Detrás de esa trinchera de Nicolás había una carretera por donde suministraban armas y alimentos a todas las fuerzas republicanas en el Ebro. Por eso él decía que cuando se perdió la trinchera, también se perdió el Ebro.” Este soldado parece todo un símbolo de la derrota republicana, pero también del coraje de cómo se defendió hasta la última trinchera. ¿Que pasó con él cuando comenzó, precisamente con esa batalla, el principio del fin de la guerra civil?

El 13 de octubre de 1938 su unidad militar fue embolsada en la Venta de Camposines y pasó a ser prisionero de guerra, conducido a Zaragoza andando y recluido en un campo de concentración en la provincia de Álava, terminaba ahí su condición de soldado republicano y se iniciaba la de su triste represión franquista. De todas formas, él nunca perdió la esperanza.

Con “Madre anoche en las trincheras”, vimos la guerra civil a través de una madre, después, con “La guerra en mis ojos”, fue una niña la que nos ofreció su mirada, y con “Me verás cruzar el Ebro”, estuvimos en el frente con uno de sus soldados, ¿con tu nuevo libro querías aportar también la visión de los que tuvieron que exiliarse en Francia?

Sí, pero más bien mi interés fue el compatir con la sociedad la historia de un español en Francia que viene voluntario a luchar por sus ideas, por su libertad y también por la nuestra dejando todo atrás, su trabajo, vida, familia. Esta valentía merece ser reconocida por la historia y también por la memoria como ejemplo de vida, también de sufrimiento vital.

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