Sergio Rodrigo: “La política del gobierno actual con el cierre de fronteras, está haciendo que se criminalice a las personas migrantes”

«Que la gente sepa que si mira hacia el sur hay unas coordenadas que delimitan la vida y la muerte, delimitan ser rescatados o no, y ese es el Paralelo 35º50».

Por Angelo Nero

El Paralelo 35º50 es una línea invisible, una frontera líquida, unas coordenadas que marcan, a menudo, una franja que dibuja sobre el mar algo intangible, pero que, por capricho del gobierno español, separa la vida de la muerte de cientos de africanos que huyen de las guerras, del cambio climático, de la persecución política, del hambre, también de las patrulleras marroquíes que intentan su llegada a una tierra que ellos sienten como segura.

El Paralelo 35º50 es también el nombre de un ambicioso proyecto documental, dirigido por el malagueño Sergio Rodrigo, que durante dos años ha investigado que es lo que pasa en esta frontera líquida, y que con esta película le ha dado voz a sus protagonistas.

Cuéntanos, Sergio, ¿Cómo surge este trabajo de investigación y cual es el detonante que os hace poner el foco en este punto concreto de las rutas migratorias de África hacia el continente europeo?

Nosotros ya desde el año 2017 veníamos sufriendo una serie de trabas, sobretodo a seguir ejerciendo nuestro trabajo como periodistas en fronteras, en la llegada de personas migrantes a los puertos andaluces, principalmente, pero en general a todos los del estado español. Y esa serie de trabas se fueron sumando a acontecimientos que luego fueron viniendo y que fueron empeorando. En el año 2018, con la moción de censura al presidente Rajoy, en principio, hubo un cambio de política migratoria, se creo un mando único, y ese mando único lo que inspiró fue toda una trama de silencio, se prohibió que SASEMAR, la empresa pública de salvamento marítimo, publicase información sobre los rescates de las personas migrantes, y nosotros, a partir de ese silencio que se aplicó, empezamos a recopilar información.

Hubo despidos, se incluyeron guardias civiles dentro de los barcos de salvamento, se militarizó, de alguna manera, el rescate de personas migrantes, cuando se habían encargado los civiles de hacerlo. Y ahí empezamos a recibir una serie de audios, que nosotros casi lo convertimos en noticia, pero llegaron más y más, e iniciamos la investigación, comenzamos a descubrir malas prácticas de las autoridades españolas en connivencia con las marroquíes, y el FRONTEX. Tras meses de trabajo conseguimos detectar que, efectivamente, se había activado un protocolo que no se podía rescatar por encima del Paralelo 35º50, y entonces continuamos con toda esta investigación en la que empezamos a contactar.

Es verdad que tratamos de acercarnos a algunos medios para ofrecer esta información, sobretodo a medios nacionales e internacionales, nosotros queremos apostar por un trabajo multimedia, pero bueno, la situación del periodismo en España es bastante complicada, y decidimos hacerlo por nuestra cuenta, decidimos darle un formato de largometraje documental, sacamos un crowdfunding, en el que más de 190 personas nos apoyaron, y pudimos producir parte de este documental, que, por suerte, ha estado en numerosos festivales, ha ganado en Festival de Colombia, ha tenido una mención especial en el Festival de Derechos Humanos de Valencia, y obtuvo el premio al mejor trabajo multimedia del Diario.es, en los premios Desalambre.

Nosotros veníamos conociendo las historias de estas personas desde hace mucho tiempo, queríamos ponerles nombres y apellidos a las cifras con las que nos bombardean continuamente los medios generalistas, y ese fue nuestro trabajo. Creo que Paralelo 35º50 no solo le pone nombre a una frontera, si no que también le pone nombre a todas esas personas que se vieron afectadas, en un documental que da a conocer esa realidad que estaba oculta o que estaba invisibilizada.

El hilo conductor del documental, del que tiráis para deshacer la madeja de la impunidad, para poner al desnudo la política migratoria del estado español, y las directrices dadas a Salvamento Marítimo, son unos audios donde se reproducen conversaciones realizadas en rescates en torno a esas coordenadas, donde tenéis sospechas de que se ha realizando, por lo menos, alguna mala praxis. ¿Cómo llegan a vosotros estos audios, cómo fue la tarea de verificarlos y contrastarlos, y en que momento pensasteis que, a partir de ellos, se podría contar una historia, oculta hasta ahora para la mayoría de la ciudadanía?

Los primeros audios los recibimos en el verano del 2019, en ellos se verificaron algunas malas prácticas que se habían producido entre la guardia civil, salvamento marítimo, la marina civil y el ejército español, en aguas de rescate SAR españolas, y a partir de aquí empezaron a llegar más audios, y nosotros iniciamos una tarea de contraste. Ya en los audios nos empezamos a dar cuenta de que, efectivamente, había unas coordenadas, que era ese Paralelo 35º50, y empezamos a buscar expertos, especialistas, luego empezaron a salir ex-trabajadores, gente que había sido despedida de salvamento, migrantes que nos habían contado que los habían rescatado o que la guardia civil los había visto y los había devuelto, prácticamente, o había avisado a las autoridades marroquí para que fueran ellos quien los rescatase.

Cuando ya teníamos, aproximadamente, unas 8.000 horas de escuchas telefónicas, con un trabajo complicado, en el que tuvimos que filtrar, y sobretodo contrastar muchísimo, utilizando mucho trabajo periodístico de transcripción, y una vez transcrito, de contraste y verificación, lo que se llama ahora fact-checking, trabajando durante meses. Una vez contrastado y trabajado, con las fuentes que nos habían ayudado con todo esto, iniciamos la producción del documental, y empezamos el rodaje. El tema tenía interés en desvelar una frontera, desvelar algo que se había intentado ocultar, y que, para nosotros, era básico poner nombre a esa frontera, y como periodistas especializados en migraciones y en fronteras también, era también un sueño cumplido ofrecer el resultado de esta investigación, y que la gente sepa que, todavía sigue vigente una línea imaginaria en el Mediterráneo, a día de hoy, que habrá tanta gente en las playas, bañándose, este verano, que sepa que si mira hacia el sur hay unas coordenadas que delimitan la vida y la muerte, delimitan ser rescatados o no, y ese es el Paralelo 35º50.

El factor humano es decisivo para la construcción de este relato, sobretodo con los testimonios de trabajadoras y trabajadores de Salvamento Marítimo que, por primera vez, denuncian esa política que condena a una suerte incierta a los inmigrantes, cuando se encuentran en una situación de emergencia en su travesía por el Mar de Alborán. ¿Fue la aparte más difícil del documental, la de conseguir que hablaran estos trabajadores, poniendo, con ello, en riesgo sus puestos de trabajo?

Desde el año 2018 se venía aplicando un protocolo de silencio, no se les permitía a los capitanes hablar con periodistas, no se permitía que el personal de salvamento pudiese mantener relaciones con periodistas, salvo el gabinete de prensa en Madrid, porque estaba ultra centralizado, y eso provoco un vacío informativo, se les estaba privando de contar sus realidades. A la vez las autoridades estaban prohibiendo a los periodistas poder subir a una embarcación de rescate. Esperamos a cuando el protagonista de nuestro documental, el capitán de la la Guardamar Polimnia fue relegado de sus cargos, sufrió bastantes presiones, y tuvo un proceso judicial contra Salvamento Marítimo, y esperamos a que acabase el juicio, y finalmente contamos con su testimonio, así como de otros ex-trabajadores, y del comité de empresa, que nos ayudó a construir la historia, la realidad de esta frontera. Esto fue una de las cosas que más complicado fue. ¿Riesgo en sus puestos de trabajo? Es que, realmente, ellos ya habían perdido sus trabajos, así que no hubo problema en eso. Ellos ya no estaban trabajando en Salvamento Marítimo cuando se grabó el documental, pero si cuando se inicio la investigación.

Uno de los protagonistas del documental, Mamadou Simon Bamba, una de las piedras angulares que te engancha en el film, cuenta la historia desde la mirada del migrante, en este caso de uno que tuvo que intentar hasta tres veces la peligrosa travesía del estrecho. ¿Cómo conocisteis a Mamadou, y que tiene de especial como para convertir la suya en una de las voces principales de Paralelo 35º50?

Bamba es uno de los ejemplos de que, efectivamente, si atravesabas el Paralelo 35º50 te rescataban y si no te dejaban en el agua, incluso la guardia civil podía llevarte agua y custodiarte hasta que llegase la marina marroquí. Es una realidad. Con el contrastamos que ocurría esto. Durante el proceso de selección de las historias, recibimos muchos testimonios de personas migrantes que estaban en Andalucía, y que ya estaban tramitando, solicitando asilo en el estado. Pero Bamba tenía la historia de que los audios concuerdan con la fecha y horas que el llegó, y luego también, se da la casualidad, de que el día que llegó se abrieron por primera vez los CATE (Centros de Atención Temporal de Extranjeros), la extensión de comisaría, como le llamó el ministro Marlaska, y ese día nosotros estábamos grabando en el puerto de Málaga y el llegó. Cuando supimos que Bamba estaba grabado y estuvo con nosotros, le enseñamos imágenes y nos dijo: soy este, porque el aparece en el archivo, entonces era importante tener una historia contrastada. El llegó a la tercera, y nos demostraba que la política del Paralelo 35º50 se estaba produciendo, y segundo, teníamos una historia de vida, que relataba la realidad de las personas migrantes que tratan de cruzar nuestras fronteras, y tenía ese plus de que teníamos grabado su llegada al puerto de Málaga, por lo que el archivo nos ayudaba a contar la historia, por eso contamos con el, que se animó a participar. Bamba es un amigo, es un hermano, que ya es parte de la familia Entrefronteras.

El documental ha tenido un cierto recorrido ya, en festivales dónde ha tenido bastante éxito de crítica y público, e incluso ha sido estrenada en una importante plataforma digital, lo que ha contribuido a su difusión. ¿Cómo ha sido este camino realizado tras el estreno de la película, y como valoráis el reconocimiento que ha tenido?

Cuando iniciamos esta investigación, y también el documental, no imaginábamos que íbamos a tener este reconocimiento. Lo hicimos porque era también una deuda nuestra con esta realidad y queríamos hacer un periodismo comprometido. Los reconocimientos nos han dado la alegría de poder continuar, nos ha gratificado el trabajo realizado y nos ha permitido que tenga un recorrido. La película ha estado en algunas plataformas durante un tiempo, realmente no ha habido un estreno como tal, y se va a estrenar en salas a partir de noviembre de 2022, y comienza un nuevo recorrido, tras pasar por festivales se va a estrenar ahora en salas comerciales, o, realmente, en cines alternativos, porque las salas comerciales son caras y complejas para una producción como esta. Esto nos va a permitir llegar a más público, y después de eso iniciará también un recorrido por televisiones internacionales, para contar esa historia fuera del estado español, para que se sepa que ocurrió, y cuales son las políticas de migración del estado español.

Otros documentales como “Cartas mojadas”, “Aita Mari” o “Astral”, han puesto también el foco en ese terrible drama humanitario que está convirtiendo el Mediterráneo en una inmensa fosa común. ¿Está la sociedad española sensibilizada, o comienza a estarlo, con esta tragedia que arroja cifras de escándalo?

Realmente la sociedad española no está muy sensibilizada con el fenómeno migratorio, pese a que gran parte de las regiones del estado han tenido vínculos, sobretodo las regiones periféricas como el caso de Andalucía, de Galicia o Canarias, que en muchos casos han tenido el sentir de ser zonas colonizadas, y en las que se ha dado una fuerte migración, donde han sido fuertemente represaliados también. Ahí si que se ha conocido la emigración, en el caso de Andalucía, que ha sido una región emigrante, en estos últimos años ha habido un repunte de la inmigración, ha crecido mucho, no solo a través de las costas, de las rutas clandestinas, a falta de vías seguras, si no también a través de la vía regular. Paralelamente, ha habido en estos años un auge de los mensajes de la ultraderecha hacia las migraciones, y eso ha hecho, principalmente, que las personas migrantes estén sufriendo todo este tipo de mensajes y discriminación. Además el gobierno actual no está haciendo un grato favor a las migraciones, la política del gobierno actual con el cierre de fronteras, de agresión, de silencio, incluso de muerte, pues eso está haciendo que se criminalice a las personas migrantes.

Detrás de la historia de Paralelo 35º50 están decisiones políticas, tomadas en despachos muy alejados de esa realidad, y que responden a intereses que no son los del pueblo al que dicen representar. Los acuerdos entre España y Marruecos ignoran los derechos humanos de miles de migrantes, utilizados como armas política, pero también los del pueblo saharaui, con los que, según la ONU, seguimos teniendo unas obligaciones que no cumplimos. ¿Es esta política de despachos la que debe ser denunciada para que no se repitan masacres como la reciente en la Valla de Melilla o las muertes que se producen como consecuencia de las nuevas directrices en Salvamento Marítimo?

Es importante resaltar que la política influye en todos los aspectos de nuestra vida, y también en la muerte, y en el caso de las políticas migratorias, España ha tenido resultados mortíferos, las muertes han crecido, han aumentado desde que este gobierno entró, y llevó a cabo esta política migratoria, y no solo los rescates de Salvamento Marítimo, sino también por los acuerdos con los estados autoritarios. Como en el caso de Marruecos, en el que, efectivamente, se ven enfrentadas al chantaje, a la presión del régimen marroquí, que el gobierno español, de alguna manera ceda soberanía, cede incluso derechos y derechos humanos, en detrimento de las personas que tratan de hacer tránsito hacia los países europeos.

Paralelo 35º50 es parte del trabajo de la productora audiovisual Entrefronteras, con diez años de vida ya, y que, desde una óptica muy social, centrada sobretodo en el tema de las migraciones, ha generado gran cantidad de contenidos, trabajando incluso a nivel internacional. Háblanos de Entrefronteras, de como ha sido esta década de trabajo periodístico y documental, para quién habéis trabajado y en que formatos.

Bueno, el documental Paralelo 35º50 es nuestro trabajo, después de muchos años trabajando para medios internacionales, principalmente de América Latina, contando historias desde Andalucía hacia el mundo, pero también en las que hemos visado los muros y las vallas instalados durante estos últimos años. También en que hemos contado las historias de miles de personas y miles de procesos, principalmente a través del enfoque humano, y eso nos ha permitido traer una visión global, y ahora estamos en esa historia del documental como nuestro pilar, para contar nuestra historia. Justo estamos ahora en una producción de un nuevo documental, y digamos que estamos dedicados y centrados en grandes historias, grandes investigaciones, contar con mayor profundidad hechos que han acontecidos, y alejarnos un poco del breaking news que, en muchos casos, a veces, perjudica al periodismo, por la inmediatez, y se deja en el camino muchas historias con nombres y apellidos que son importantes en el periodismo.

En 2015 produjisteis un documental titulado “Los refugiados de la OTAN”, en el que acompañasteis en la ruta de los Balcanes a esos miles de refugiados que huían de países como Afganistán, Siria, Irak o Libia, que habían sido bombardeados por la Alianza Atlántica, hasta llegar, curiosamente, a Serbia, otro país que sufrió sus humanitarias bombas. Siete años después de aquella “crisis migratoria” cómo fue calificada por los medios, esos refugiados siguen llamando a las puertas de Europa, encontrando un muro de silencio y alambradas -”La Unión Europea ha gastado más de 1.800 millones en muros, y menos de 900 en ayuda humanitaria”, apuntabais entonces-, por parte de muchos países de la OTAN que, sin embargo, se han apresurado a aprobar directivas de emergencia para acoger a millones de refugiados ucranianos. Parece ser que la vieja Europa, cuando le interesa, no tiene problemas, en un tiempo récord, en responder a las crisis humanitarias (aquí ya no se llaman migratorias). ¿Cómo crees que se sentirán esos cientos de miles de refugiados de segunda clase, que han sufrido los bombardeos de la OTAN, y que ven estas diferencias de trato con los refugiados ucranianos?

En julio de 2015 visitamos por primera vez la isla de Lesbos. Había un periodista alemán y un equipo de Telesur, la televisión de América Latina, de la que yo formaba parte, y todavía no había llegado ni la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Nos encontramos allí por primera vez, y recuerdo que aquello empezaba a convertirse en un tapón de la emigración, porque muchos no conseguían continuar desde la isla, pero se consiguió y se facilitó la posibilidad de que estos pudiesen continuar su posibilidad de que estos pudiesen continuar su ruta. La seguimos, desde Grecia llegamos a Austria, y ahí contamos la historia de los refugiados. Las nacionalidades que más nos encontramos eran sirios, afganos, iraquíes, mucha gente que venía de las distintas partes del Kurdistán. Entonces empezamos a contar historias de esas personas y nos hablaban de la OTAN, y todo esto nos ocurrió en Serbia, donde su capital es fácil ver todavía los efectos de los bombardeos, en algunos en el Ministerio de Defensa, que está totalmente afectado por una bomba, y quisimos dar una contrainformación, y contamos esa realidad, sobre lo que ocurre hoy.

Sobre los refugiados exiliados de Ucrania llama mucho la atención del trato partidista que se le ha dado desde la Unión Europea que, además, se ha hecho de una manera muy veloz, muy rápida, además de una forma muy honesta, que ha permitido que esas personas puedan acceder de forma rápida a protección, algo que llevan reclamando con urgencia otros refugiados durante muchos años. Lo que ha demostrado la Unión Europea es que cuando se quiere se puede, y se puede hacer, en el caso de Ucrania, por suerte, se ha podido hacer y ha funcionado bien, las autoridades se han volado, las administraciones de los estados han hecho todo lo posible por acoger, por tramitar, incluso, la documentación rápidamente, y claro, contrasta con lo que les sucede a los refugiados sirios, que muchas veces siguen un proceso administrativo burocráticos, una pesadilla para tratar de conseguir su documentación. Ocurre, por ejemplo, con los saharauis, que se pegan años incluso, esperando las resoluciones de apátridas, cuando se le concede a la gran mayoría de ellos, por eso lo que demuestra es que cuando se quiere se puede.

En el caso de Ucrania se ha conseguido, y ha habido esa voluntad política, pero evidentemente es una voluntad que se le ha permitido a los ucranianos, pero que no se le permite a otro tipo de personas por su nacionalidad o por su raza. Lo que viene a confirmar la discriminación del sistema de protección internacional que vive en los estados europeos, que es partidista, que es racista y que, además, está sesgado .

Para terminar, nos gustaría que nos hablaras del equipo que está detrás de Paralelo 35º50 en especial, y de Entrefronteras, ya que, aunque tendemos siempre a focalizar la atención en el director, sabemos que detrás de un trabajo como este hay mucha gente, manejando las cámaras, editando, en documentación y producción. También queremos saber en que proyectos estáis trabajando actualmente.

El equipo de Entrefronteras es un equipo familiar, es un equipo que nos construimos en base aun trabajo cooperativista, en el que todos somos autónomos, en el que todos trabajamos para los proyectos de la productora, y el la que, en este proyecto, por ejemplo, nos volcamos todos. Era un proyecto de muchos años, y todas la personas que han pasado por Entrefronteras, de alguna manera, han participado de forma activa, por ejemplo Andrei, el editor, fue un chico que entró en prácticas con nosotros, y que luego estuvo trabajando con nosotros, y durante años estuvo siguiendo todo el tema de las migraciones, y conoce muy bien la realidad. O Lucía, que es la otra compañera, que también hizo la investigación durante años. Llevamos detrás de esta historia por ella. También es súper importante que hubiese un documental sobre la Frontera Sur.

No se podía contar cualquier cosa, y queríamos hacer algo grande, por eso queríamos una investigación periodística, bien hecha, bien trabajada. Los cámaras, el sonido, todos pertenecemos a la misma familia, todos somos, además, muy comprometidos en este proyecto, y creo que el trabajo bien hecho tiene su mérito, y por eso estamos juntos, en este momento, con la mirada puesta en los Goya, estamos inscritos para participar en el recorrido que viene ahora con la Academia del Cine español, con la intención de que Paralelo 35º50 pueda verse más. Además comienza su estreno comercial, vamos a estrenar en salas comerciales, el 8, 9 y 10 estaremos en el Cine Metropol de Madrid. En principio vamos a una sala de cine, no tenemos capacidad de ir a tantas, y creo que esto también es un reconocimiento para el equipo.


Entrevista publicada el 27 de noviembre de 2022 en NR.

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