El prisionero político saharaui Abdelmoula Hafidi está viviendo en condiciones de salud catastróficas

La familia del prisionero político saharaui, Abdelmoula Hafidi, confirma en el momento de redactar estas líneas que el prisionero sigue sufriendo condiciones de salud catastróficas, sin contar con los requisitos mínimos para un diagnóstico adecuado. 

Por Héctor Santorum | 22/01/2024

Habatti Youssef: «La coordinación entre familias y la solidaridad entre ellas es la base de la resistencia y la lucha contra Marruecos.»

Essalek Baber: «Las familias de los detenidos, desde el arresto de sus hijos, están solicitando la intervención de la sociedad y las organizaciones para abordar las cuestiones de derechos humanos dentro de las cárceles.»

Según denuncia el Comité de Familiares y Compañeros de los Estudiantes Saharauis Presos Político del Grupo Compañeros de El Uali:

<<Tras una visita realizada por la familia del prisionero político, que forma parte del grupo de Compañeros del El Uali a principios de esta semana, nos informaron que el estado de salud del prisionero se encuentra en una situación muy deteriorada.

Abdelmoula Hafidi

En primer lugar, es importante señalar que desde que el prisionero político saharaui Abdelmoula Al-Hafizi fue deportado por la fuerza después de su huelga de hambre en marzo de 2023 a la prisión local de Safi, Marruecos, conocida como «Prisión de Babour Al-Sima», ha experimentado un estado de salud crítico como consecuencia de las trágicas condiciones en dicha prisión.

En un desarrollo preocupante debido al hacinamiento en las celdas, la privación de derechos básicos y la falta de condiciones mínimas de higiene, contrajo tuberculosis. Esto resultó de la negligencia médica por parte de la administración penitenciaria, que respondió a su estado de salud durante el pasado mes de septiembre, cuando estaba en huelga de hambre, sin proporcionarle el diagnóstico médico mínimo necesario debido a la dificultad para respirar que experimentaba inmediatamente después de su ingreso a esta prisión.

La familia del prisionero político saharaui, Abdelmoula Hafidi, confirma en el momento de redactar estas líneas que el prisionero sigue sufriendo condiciones de salud catastróficas, sin contar con los requisitos mínimos para un diagnóstico adecuado. En respuesta, la familia hace un llamado a todas las organizaciones de derechos humanos, activistas y periodistas para que intervengan y presionen al Estado marroquí con el fin de salvar la vida de su hijo, el prisionero político saharaui Abdelmoula Hafidi.>>

Para profundizar más en este asunto, llevé a cabo entrevistas con Habatti Youssef y Essalek Baber. Ambos son miembros del Comité de Familiares y Compañeros de los Estudiantes Saharauis Presos Políticos del Grupo Compañeros de El Uali.

Héctor Santorum: ¿Hay mensajes específicos que la familia quisiera transmitir a la sociedad y a las organizaciones defensoras de derechos humanos?

Essalek Baber: Las familias de los detenidos, desde el arresto de sus hijos, están solicitando la intervención de la sociedad y las organizaciones para abordar las cuestiones de derechos humanos dentro de las cárceles; con el objetivo de presionar al Estado marroquí para que otorgue a los detenidos los derechos internacionalmente reconocidos, especialmente los conocidos como «PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LAS REGLAS MANDELA», como un mínimo de derechos.

Héctor Santorum:¿Cómo están afrontando la familia y los compañeros de Abdelmoula las dificultades económicas y sociales derivadas de esta situación?

Essalek Baber: En primer lugar, la familia de Abdelmoula, que reside en la ciudad ocupada de Boujdour y que está a aproximadamente 700 km del lugar donde se encuentra su hijo en la prisión de Safi en Marruecos. Esta situación ha llevado a la incapacidad de cubrir los costos financieros para viajar periódicamente, lo que hace que la familia visite a su hijo solo en contadas ocasiones. Además, la madre no puede visitarlo debido a problemas de reumatismo y huesos, lo que le impide desplazarse.

Héctor Santorum:¿Se ha proporcionado apoyo legal a Abdelmoula? En caso afirmativo, ¿en qué medida ha sido útil?

Essalek Baber: Se emitió una resolución por parte del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la detención arbitraria en 2020, bajo el número 67/2019, que solicitaba la liberación de Abdelmoula Hafidi y sus compañeros, y pedía a Marruecos que los compensara por los años de detención.

Otra resolución fue emitida por el Relator Especial de Derechos Humanos en 2022, abordando la situación de Abdelmoula Hafidi junto con muchos otros detenidos. En cuanto a la salud de Abdelmoula, su familia presentó varias quejas al sistema judicial marroquí y a las organizaciones de derechos locales en el Sáhara Occidental.

Héctor Santorum: En relación con la respuesta de las autoridades marroquíes, ¿cuál ha sido la comunicación directa o interacción con respecto a la salud de Abdelmoula y cómo la familia ha manejado esa interacción?

Habatti Youssef: Las autoridades marroquíes han respondido siempre al sufrimiento de los prisioneros políticos saharauis con una política de hacer oídos sordos, indiferencia y profundización en el sufrimiento del detenido y su familia.

Desde marzo pasado, cuando fue trasladado a la prisión local de Safi, la administración no ha intervenido para diagnosticar la situación del detenido, a pesar de que sufre de una aguda dificultad respiratoria, y la negligencia continuada podría llevarlo a contraer una tuberculosis crónica.

Esto indica una falta de preocupación por la vida de los prisioneros políticos saharauis en las cárceles marroquíes y los expone a intentos de asesinato premeditado.

Héctor Santorum:¿Cómo se están apoyando mutuamente las familias de los presos políticos saharauis para mantener la resistencia y la visibilidad de sus casos en el ámbito nacional e internacional?

Habatti Youssef: En primer lugar, la coordinación entre familias y la solidaridad entre ellas es la base de la resistencia y la lucha contra Marruecos.

En segundo lugar, la colaboración entre las familias de los detenidos se basa en el apoyo material y moral mutuo, donde cada familia contribuye cuando su hijo se involucra en la lucha. Además, se busca la colaboración con organizaciones internacionales, activistas, diplomáticos y abogados con el fin de arrojar luz sobre los problemas de los detenidos de manera colectiva.

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