La Demagogia de la Muerte es uno de los rasgos que definen la propaganda de la extrema derecha
Se trata de una reflexión rápida sobre el uso de la demagogia de la muerte y el asesinato de Miguel Ángel Blanco. El Partido Popular lleva años intentando obtener provecho político de asesinatos que conmocionaron a la opinión pública y conformaron un imaginario colectivo de violencia y dolor: baste recordar el número de personas con muertes violentas de familiares a los que esta formación -en un intento por aprovechar electoralmente el turbión emocional que desencadena su condición de víctimas- ha propuesto ser diputados. No es cuestión de citar nombres que están en el conocimiento de todos.
La Demagogia de la Muerte es uno de los rasgos que definen la propaganda de la extrema derecha. Feijóo, en el reciente homenaje a Miguel Ángel Blanco, recurrió una vez más al lenguaje de la venganza por los muertos, como argumento para prometer derogar la ley de Memoria Democrática.
Esta Demagogia de la Muerte traza un arco propagandístico común con la dictadura franquista. El parangón histórico con otra ocasión histórica en la que fue utilizada esta propaganda resulta inevitable. Franco se convirtió en el legatario que se sirvió del dolor de las víctimas “nacionales” de la Guerra Civil para legitimarse en el poder, y Feijóo repite estrategia con las víctimas de ETA.
Con esta decisión el Partido Popular evidencia, una vez más, que sigue siendo incapaz de cortar su cordón umbilical con la dictadura. Feijóo usa el dolor de las víctimas para apelar a la emociones que sirven para activar la ecología social de la venganza, y al hacerlo demuestra la escasa credibilidad que hay que concederle al “ giro moderado del PP”.
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