Los contenidos habituales de los mensajes de la militancia más agresiva de Vox empiezan a aparecer en los tuits de los representantes electos del Partido Popular
El Partido Popular ya no se diferencia de Vox. El PP se está transformando en un partido con un severo y extendido déficit en sus cuadros políticos: ya no existe diferencia entre sus élites dirigentes y la militancia más agresiva de Vox.
Los contenidos habituales de los mensajes de la militancia más agresiva de Vox empiezan a aparecer en los tuits de los representantes electos del Partido Popular : graves faltas de ortografía, denuestos basados en detritus corporales y en penetraciones anales, insultos como “Etarras”, expresiones como “me vais a comer los cojones” , y referencias a los adversarios políticos como “puta escoria”.
Este peligroso problema se evidencia en una costumbre que empieza a repetirse semana si y semana también en las páginas oficiales del partido en redes: la obligada retirada de textos con mensajes violentos o incluso mensajes que hacen directamente apología de la dictadura franquista.
El Partido Popular, instalado en esta deriva de hechizamiento ultraderechista, está fijando en la opinión pública la imagen de que la diferencia entre ellos y Vox ya es una diferencia meramente declarativa y que el lenguaje natural y sincero de sus cuadros, las propuestas de gobierno de la dirección y su estrategia para hacer oposición no se diferencian en nada de lo realizado por la ultraderecha.
Es imposible competir con semejante basura barriobajera y de la peor calaña.