La Unión Soviética nació tras la Revolución de Octubre, que abrió una nueva era en la historia de la humanidad con un conjunto de revoluciones de carácter socialista lideradas por la clase obrera.
La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) nació el 30 de diciembre de 1922, formadas después de la Revolución de Octubre de 1917. Su creación trajo consigo una época de prosperidad económica y un nuevo modelo de sociedad.
La URSS, conocida también como Unión Soviética, estaba conformada por cuatro repúblicas socialistas: Rusia, Transcaucasia, Ucrania y Bielorrusia. Estos países aprobaron el Tratado de Creación y la Declaración de la Creación, que fue firmado por los líderes Mijaíl Kalinin, Mikha Tskhakaya, Mijaíl Frunze y Grigory Petrovsky, y Aleksandr Chervyakov el 30 de diciembre de 1922.
Origen de la URSS: La Revolución de Octubre
En 1917, la Revolución de Octubre, liderada por Vladimir Lenin, derrocó el régimen del zar Nicolás II, quien tuvo que abdicar y se instaló un gobierno provisional.
Poco después, en 1922 se constituye oficialmente la URSS, pero no es hasta febrero de 1924 que es reconocida oficialmente por Gran Bretaña, Francia e Italia.
Lenin se convierte en el primer líder del Estado al ser nombrado presidente del Consejo de las Repúblicas Socialistas Soviéticas.
¿Cómo era la URSS?
Al nacer, la URSS solo tenía cuatro repúblicas socialistas soviéticas, formadas directamente tras la Revolución de Octubre. Pero con el paso de los años siguió creciendo hasta tener 15 repúblicas en 1940.
Su gobierno tenía un Comité Central Ejecutivo y un Consejo de Comisarios. Los miembros del gobierno, llamado Soviets, eran elegidos por consejos locales, y estos reportaban ante el Congreso.
Esta federación socialista ocupaba 22.402.200 kilómetros cuadrados. Su territorio se extendía entre el oriente de Europa y la porción septentrional de Asia. Por ello, la URSS tenía un clima muy variado, desde subtropical y continental a subártico y polar.
Por otro lado, la Unión Soviética contó con más de 150 etnias y una población total de 293 millones de habitantes hasta 1991, siendo superada únicamente por China e India.
Prosperidad de la URSS
Desde sus inicios, la Unión Soviética tuvo como objetivo reestructurar la economía y la política para mejorar las condiciones sociales de la población. En esa época (1917) Rusia era un país muy atrasado, empobrecido y devastado por la guerra imperialista.
Uno de los proyectos más importantes fue el Plan Goelro, el cual creó una red de 30 centrales eléctricas regionales, diez grandes centrales hidroeléctricas y llevó electricidad a las principales empresas del país. Fue así como solo en sus primeros años, la URSS trajo a la población electricidad y desarrollo industrial.
Tras la muerte de Lenin en 1924 y con Stalin en la dirección del Partido, se trazaron las directrices para hacer frente al asedio capitalista y a la encarnizada lucha de clases que continuaba en el interior del país. Bajo el liderazgo de Stalin, se llevó a cabo la industrialización del país y se sentaron las bases económicas del socialismo, transformando la atrasada y abandonada agricultura. Se constituyeron más de 242.000 koljoses (cooperativas socialistas) y más de 4.000 sovjoses (granjas estatales).
De esta forma, la Unión Soviética se convirtió en una potencia económica. Su producción industrial aumentó del 5,5 al 20 por ciento entre 1913 y 1980.
El sistema socialista y las nuevas relaciones de producción, la supresión de la explotación del hombre por el hombre, permitieron un desarrollo impetuoso de las fuerzas productivas, acompañado de la constante elevación y mejora del nivel económico y cultural, y de las condiciones sociales y de vida en general de todos los pueblos de la Unión Soviética. Stalin personalmente fomentó la investigación científica basada en el materialismo dialéctico, tanto de cara a la agricultura, donde se lograron descubrimientos y éxitos de importancia universal, como en el campo de la tecnología y la industria.
Trascendencia y legado
Se trató del primer Estado en construir una sociedad socialista con la clase obrera al mando. Esto constituyó una gran diferencia con los países de sistemas feudales, esclavistas y capitalistas. El impulso de esta sociedad socialista tuvo trascendencia internacional, pues inspiró revoluciones en diferentes partes del mundo.
Además, la URSS y su Ejército Rojo tuvieron un papel determinante en la derrota del fascismo que se cernía sobre el mundo. Por ello, la Revolución rusa y la Unión Soviética se convirtieron en los acontecimientos más importantes del siglo XX.
NR | Telesur | Universidad Obrera
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