Washington ha salido trasquilado de sus guerras destructivas por el mundo, a la par que China se ha centrado en su impetuoso desarrollo.
Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.
Mientras Estados Unidos ha perdido más de 20 años en impulsar su desarrollo dentro del país al llevar adelante fracasadas guerras por el orbe, China se ha dedicado a impulsar su economía y las relaciones comerciales por todo el mundo.
El desgaste militar, político y económico que ha sufrido Washington en los últimos años en Irak, Libia, Siria y Afganistán, donde no ha podido mantener su hegemonía, le ha imposibilitado (junto a la mala gestión de Donald Trump en la lucha contra la pandemia de Covid 19) defender una competencia en el comercio internacional y hasta un mayor desarrollo dentro de su propio país.
En contraposición, China, su principal contendiente continúa dando pasos agigantados con miras a convertirse el próximo lustro en la principal potencia económica mundial.
Si en el 2000, los países de América con excepción de Paraguay, casi todos los de Europa y Oceanía y la mitad de África tenían a Estados Unidos como su principal socio comercial en 2020 China lo ha sustituido en Sudamérica, Asia, África, Oceanía y la mitad de Europa.
Según datos del portal The Economic, China le ha arrebatado ese papel a Washington a lo largo de los cinco continentes. En América solo México y Canadá han mantenido a Estados Unidos como su principal socio comercial debido a su cercanía y a los Tratados de Libre Comercio. Por el contrario, en Chile, Argentina, Brasil, Perú y Uruguay ese lugar lo ocupa el gigante asiático.
Para toda África el principal socio es China y en Oceanía que hace 20 años lo era Estados Unidos ya lo ocupa Beijing. Washington solo conserva un importante comercio con Europa del Este.
Innegablemente que el país asiático se ha convertido en la fábrica más grande del mundo encargada de enviar productos de diversas calidades a la mayoría de las naciones.
Esos logros motivaron que en los primeros siete meses de 2021 la tasa de comercio exterior haya tenido el crecimiento más alto de los últimos 10 años. El volumen de exportaciones e importaciones alcanzó niveles históricos al totalizar 21,34 billones de yuanes (3,3 billones de dólares).
De enero a julio las exportaciones a Estados Unidos, Unión Europea y Japón aumentaron 22,6 % y hacia mercados emergentes del sudeste asiático, América Latina y África, 26,5 %. En el primer semestre del año exportó 63 000 vehículos a Estados Unidos, la Unión Europea y Australia.
Asimismo, la inversión extranjera creció de enero a julio 25,5 % o sea, 100 740 millones de dólares. En el sector de los servicios llegó a 29,2 %; en investigación científica, tecnologías e informática se situó en 34,1 %.
Por otra parte, la inversión de China y de los países de la ASEAN a lo largo de la Franja y la Ruta de la Seda se expandió a 46,3 % en relación con igual período de 2020.
Estados Unidos desde la anterior administración de Donald Trump y ahora con la de Joe Biden le ha estado imponiendo a China diversas “sanciones” o mejor dicho extorsiones con el propósito de detener su impetuoso avance.
El pasado 2 de agosto entró en vigor una nueva orden ejecutiva firmada por Biden contra 59 firmas de la nación asiática la cual amplia una anterior medida suscrita por Trump. Para los dirigentes chinos esa decisión “no hará más que levantar una piedra que caerá sobre sus propios pies”
En cuanto a la Franja y la Ruta cuya creación ocurrió en 2013, el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi declaró que se ha convertido actualmente en la plataforma de cooperación internacional más amplia del orbe.
Wang Yi aseguró que durante los últimos ocho años “ha pasado de ser un concepto a ser una práctica que ha contado con el apoyo preactivo de la comunidad internacional que ha generado enormes oportunidades y dividendos para muchos países”
En la actualidad, 150 naciones participan en esa iniciativa, con un volumen de intercambio comercial entre China y sus socios a lo largo de la extensa franja que superó los 9,2 billones de dólares.
Asimismo, las inversiones directas de empresas chinas en estos países alcanzaron los 130 000 millones de dólares.
Durante la Quinta Exposición Internacional de la Ruta de la Seda, celebrada en mayo en el gigante asiático, se firmaron varios acuerdos de cooperación que prevén inversiones por valor de 24 500 millones de dólares. Los documentos engloban 72 proyectos claves en las áreas de educación, modernización de la agricultura y altas tecnologías, entre otras.
Un informe del Banco Mundial consideró que la plena puesta en funcionamiento de esa iniciativa permitirá que el volumen comercial global y los ingresos mundiales se incrementen en 6,2 % y 2,9 %, respectivamente así como fomentará el crecimiento de la economía del orbe.
El Banco Mundial espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de China crezca 8,5 % en 2021 mientras que el de Estados Unidos se ubique en un 7 %, siempre y cuando pueda contener el nuevo brote de coronavirus con la variante Delta que está ocasionando graves problemas en el sector laboral y en el de la salud.
Ese organismo financiero internacional estima que para 2030 la construcción conjunta de la Franja y la Ruta ayuden a 7,6 millones de personas a salir de la pobreza extrema y a 32 millones a librarse de la pobreza moderada.
Moraleja: Washington ha salido trasquilado de sus guerras destructivas por el mundo, a la par que China se ha centrado en su impetuoso desarrollo económico y social que beneficiará también a muchas naciones del orbe.
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