Dimite el presidente de Artsakh y denuncia la amenaza de genocidio

Azerbaiyán está dispuesto a destruirnos a cualquier precio, a cometer genocidio en 2022. El bloqueo de Artsakh comenzó el 12 de diciembre de 2022 y, a partir del 15 de junio de 2023, también el asedio total

Por Angelo Nero

El presidente de la República de Artsakh, Arayik Harutyunyan, anunció este 31 de agosto pasado su renuncia al cargo, que ejerció en estos tres últimos años, dramáticos para la continuidad de la pequeña república no reconocida, pero que existe de facto desde 10 de diciembre de 1991, cuando en un referéndum sus habitantes votaron masivamente a favor de la independencia de la Región Autónoma de Nagorno-Karabakh (NKAO) hasta entonces integrada en la República Socialista Soviética de Azerbaiyán. Harutyunyan, que ya ejerció de primer ministro desde 2007 a 2018, es el líder de Azat Hayrenik kusaktsutyun (Patria Libre), una formación de centroderecha, mayoritaria en el parlamento de Artsakh. En su comunicado de renuncia, expuso los motivos que le llevaron a dejar su cargo:

Como resultado de la elección del Presidente de la República de Artsakh por el pueblo de Artsakh en 2020. Asumí los poderes del Presidente el 21 de mayo. Desde el día siguiente comencé la tarea de fortalecer la capacidad de defensa de Artsakh, garantizando la inviolabilidad de las fronteras de Artsakh. Lamentablemente, apenas cuatro meses después, Azerbaiyán desató la guerra de 44 días que terminó con nuestra derrota. Por supuesto, se puede echar toda la culpa de la derrota al Presidente de Artsakh que asumió en cuatro meses, y no rechazo la responsabilidad en absoluto, pero créanme, cada uno de nosotros tuvo su parte de responsabilidad, cada uno según su estatus y habilidades. En cualquier caso, lo he dicho varias veces, ahora vuelvo a pedir disculpas públicamente al pueblo armenio por mi parte de culpa, pero vuelvo a asegurar que en 2020 durante la guerra de 44 días, tomé todas las medidas que estaban a mi alcance y autoridad real, tal vez más.»

Harutyunyan hacía referencia a la llamada Segunda Guerra del Karabakh, que se desarrolló entre el 27 de septiembre y el 10 de noviembre de 2020, provocada por una invasión del ejército azerí, en la cual la República de Artsakh perdió tres cuartas partes de su territorio, además de sufrir miles de bajas. Desde entonces, su única conexión con Armenia quedó reducida al Corredor de Lachín, que, en teoría, estaría bajo protección de las fuerzas de paz rusas, algo que, después de ocho meses de bloqueo por parte de Azerbaiyán, ha quedado en entredicho.

La declaración del hasta ahora presidente de Artsakh continúa en los siguientes términos: «Les aseguro que la situación no era menos difícil incluso después de la guerra de 44 días y la situación creada no requería menos responsabilidad. Artsakh estaba al borde de la destrucción y era urgente volver a garantizar la estabilidad y la fuerza internas. Parecía que la depresión de posguerra y la carga psicofisiológica debían haberme vencido, pero incluso entonces encontré la fuerza para asumir la responsabilidad. Durante todo ese tiempo, he dirigido todo mi potencial a fortalecer la estabilidad interna en Artsakh, a prevenir el aumento de la criminalidad asumida en esas condiciones, a garantizar la repatriación de los ciudadanos de Artsakh, a mantener el orden constitucional del país y los pilares de la condición de Estado de pie. Sí, en algunas cuestiones no tuvimos éxito, pero en general, en el menor tiempo posible no sólo enderezamos la espalda torcida del país, sino que también devolvimos la vida a una cierta estabilidad».

«Quizás esa fue la razón por la que Azerbaiyán está dispuesto a destruirnos a cualquier precio, a cometer genocidio en 2022. El bloqueo de Artsakh comenzó el 12 de diciembre de 2022 y, a partir del 15 de junio de 2023, también el asedio total. También sucedió porque, a pesar de las provocaciones y represiones diarias contra el pueblo de Artsakh, nuestro pueblo continuó su sagrada labor de construir Artsakh.»

Según informa nuestra compañera Betty Arslanian, desde su cuenta de Twitter, “El ministro de Estado, Gurgen Nersisyan, fue destituido y reemplazado por el Secretario del Consejo de Seguridad, Samvel Shahramanyan. También renunció Artak Beglaryan, asesor del Ministro de Estado.” El diputado Davit Ishkhanyan, representante de la Federación Revolucionaria Armenia (FRA – Tashnagtsutiún) y presidente de la Asamblea Nacional de Artsaj, será el Presidente interino hasta la elección de un nuevo mandatario, que debería realizarse en los próximos siete días.

El alcalde de Hadrut, Vahan Savadyan, en una conversación con Step1.am., aseguró que la dimisión del presidente de Artsakh es debida a las presiones de por Rusia: «Todo apunta a Rusia. Esta es la continuación de los golpes de estado en los países pro franceses de África. Rusia también nos considera pro franceses y quiere cambiar el gobierno en Artsakh en respuesta a la visita de ayer de la delegación francesa para mostrar a Francia y posiblemente a la UE quién manda aquí. El problema aquí no es con Arayik Harutyunyan, sino con Rusia destruyendo nuestra condición de Estado»

En el comunicado de dimisión del presidente artsakhi, este señalaba otros factores que le habían obligado a tomar esta decisión:

«Desde hace casi nueve meses, Artsakh ha estado bajo el bloqueo de Azerbaiyán, y el pueblo de Artsakh está siendo sometido a un genocidio abierto. Durante este período, hemos tomado todas las medidas posibles dentro de nuestras capacidades para presentar la situación al mundo y recibir el apoyo de la comunidad internacional, dos veces el tema fue discutido incluso en el Consejo de Seguridad de la ONU, dos veces en la Corte Internacional de Justicia de la ONU y en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se tomó decisiones sobre el desbloqueo de Artsakh, cientos de entidades internacionales hicieron muchas declaraciones y llamamientos. Sin embargo, nada impidió el comportamiento agresivo de Azerbaiyán.

La inestable situación geopolítica actual en el mundo, los acontecimientos regionales y los acontecimientos previstos, los fenómenos que ocurren en Artsakh y sus alrededores, la atmósfera política y social interna en Artsakh sugieren directamente que es necesario cambiar enfoques y medidas, mostrar flexibilidad. Para lograr lo anterior, es necesario cambiar a los actores principales en Artsakh, empezando por mí. Mañana presentaré mi dimisión del cargo de Presidente de la República de Artsakh al pueblo y a la Asamblea Nacional de la República de Artsakh. Tomé esta decisión final hace dos días, teniendo en cuenta mis interacciones con todos los actores internos y externos y el público en general en las últimas semanas. Esta es una decisión considerada y tomada únicamente por mí en función de los resultados de mi análisis de los datos que tengo».

Las tensiones internas en Artsakh, y que ahora se escenifican con la renuncia de su presidente, ya afloraron el 16 de agosto, cuando miembros de la milicia de defensa, afines a Harutyunyan, ingresaron en el parlamento de Artsakh, exigiendo una reunión con el jefe de la cámara y con otros parlamentarios, que no accedieron. Pocos días después el ex ministro de estado Ruben Vardanyan, pidió públicamente la dimisión de Harutyunyan.

Queridos compatriotas, seguiré viviendo en Artsakh con los miembros de mi familia en Artsakh. Esta medida mía también tiene como objetivo garantizar la estabilidad interna y un orden social fuerte en Artsakh. Contra todo pronóstico, nuestra estabilidad interna y nuestra solidaridad pública son las condiciones previas para todo éxito, de las que debe excluirse cualquier desviación o intento de desviación. Paz, bienestar y eternidad para el mundo de Artsakh y la nación armenia”, fueron las últimas palabras con las que el Presidente de Artsakh se despedía.

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