A lo largo de estos cincuenta años, la mujer saharaui jamás se ha rezagado en su lucha lado a lado con sus hermanos por la libertad del Sáhara Occidental.
Por Capire
El 18 de febrero es un día de lucha para las mujeres de todo el mundo comprometidas con la lucha por la soberanía y el poder popular. Es el Día Mundial de Solidaridad a la Mujer Saharaui.
El pueblo saharaui resiste a una ocupación violenta de su territorio por Marruecos. Sahara Occidental se independizó de España en 1975 y, enseguida, y luego fue sometido a Marruecos. A partir de ahí, Marruecos sostiene una ocupación violenta del territorio saharaui. El acuerdo de cese de fuego realizado el 1991 entre el Estado marroquí y el Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro) no ha sido suficiente para interrumpir las violaciones de derechos humanos y las prisiones arbitrarias del pueblo saharaui. No hay como existir paz mientras los derechos a la tierra y la autodeterminación son negados.
En noviembre, el Frente Polisario ha declarado la guerra a Marruecos, en respuesta a la violación marroquí al cese de fuego, a la criminalización de luchadoras y luchadores, a la militarización de la vida. Esta nueva realidad de lucha más encendida resulta en un cotidiano marcado por frecuentes agresiones violentas explícitas y por los crímenes de guerra por parte del ejército marroquí. Las mujeres, responsables por sostener la vida, la alimentación, los cuidados, las comunidades, se enfrentan a desafíos impuestos por la ocupación de sus territorios. Por eso, son ellas grandes luchadoras, también responsables por estrategias para enfrentar el colonialismo y la violencia.
Hablamos con Chaba Seini Brahim, integrante de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) y también de la Marcha Mundial de las Mujeres. La UNMS fue creada en 1974 con la tarea de “sensibilizar a todas las mujeres acerca de su posición en la sociedad y su papel en la independencia nacional” y de “orientar a las mujeres sobre el papel a desempeñar en la nación saharaui independiente y preservar los logros alcanzados en el proceso de liberación nacional”.
En noviembre, el ejército marroquí violó el acuerdo de paz y el pueblo saharaui vive una situación de guerra. ¿Podrías explicarnos cómo se llegó a esa situación, y cuál es el escenario actual?
La congelación por casi treinta años, por parte de la ONU, de una resolución por la vía pacífica del conflicto en el Sáhara Occidental es la razón que ha llevado a algunos saharauis desesperados a cerrar el paso ilegal de El Guerguerat¹ en el Sáhara Occidental el día 20 de octubre del 2020. Fue por eso que el ejército marroquí salió el día 13 de noviembre del 2020 para desalojar a los manifestantes y, de esa manera, ha violado el cese de fuego propuesto por la ONU desde 1991.
El ejército saharaui no esperó su respuesta y atacó en el mismo día a las posiciones marroquíes a lo largo de los más de 2.720 km del «Muro de la Vergüenza», donde, en el Sáhara Occidental, están acantonados los soldados del ejército marroquí. Desde ese día se han realizado más de 500 ataques a posiciones del ejército marroquí en el Sáhara Occidental y en el Sur de Marruecos.
La guerra no ha parado ni un día desde noviembre, causando bajas materiales y humanas. Aunque Marruecos siga negando esa guerra por cuestiones estratégicas, ella no parará hasta la liberación total del territorio saharaui o el martirio.
La ocupación marroquí es patriarcal y muy violenta. ¿Podrías contarnos sobre las herramientas e instrumentos de la ocupación, o sea, cómo se opera la ocupación en el cotidiano? Y qué cambia en esa situación de guerra?
Realmente, las violaciones de todos los derechos humanos nunca han cesado en el Sáhara Occidental. Desde la entrada de Marruecos al Sáhara Occidental en 1975 hasta la actualidad, ha estado siempre presente la represión a mano de hierro contra las y los ciudadanos saharauis y activistas de derechos humanos. Cuando el Frente Polisario declaró la guerra, esa represión se ha recrudecido de manera exponencial. La mayoría de nuestros activistas saharauis se encuentran en arresto domiciliario obligatorio y con la policía en la puerta de sus casas. El hostigamiento es tal que esos activistas no pueden recibir visitas en sus casas ni salir de ellas sin ser seguidos por la policía.
Los saharauis seguimos buscando a más de 500 desaparecidos desde 1975 hasta la actualidad. En este momento, tenemos unos 39 prisioneros políticos. La situación es tan grave que los saharauis están pidiendo la ayuda de la Cruz Roja Internacional para su protección y para la creación de pasillos humanitarios, una vez que son los civiles quienes se encuentran en zonas de conflicto armado.
Desgraciadamente, la respuesta global a las violaciones de los derechos humanos es muy débil en general. Tanto la Cruz Roja Internacional como la ONU han fallado a las expectativas del pueblo saharaui y a la protección de sus derechos humanos fundamentales. Los saharauis pedimos al movimiento solidario internacional más movilizaciones para que la Cruz Roja Internacional pueda visitar a los presos políticos saharauis encarcelados en Marruecos, y que la MINURSO [Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental] asuma la protección de los derechos humanos en su mandato como misión de paz en el Sahara Occidental.
¿Cuál es el rol de las mujeres en la resistencia cotidiana y en la lucha saharaui?
Tanto en los territorios ocupados como en los campamentos de refugiados saharauis, las mujeres jamás se han rezagado en defender ferozmente el derecho del pueblo saharaui de ser independiente. Cada día, la mujer saharaui está más presente en la resistencia pacífica que lleva a cabo el pueblo saharaui en los territorios ocupados, una vez que son ellas las que se manifiestan a diario pidiendo la salida de la ocupación marroquí, son ellas las que reciben palizas y vejaciones del régimen marroquí. A lo largo de estos cincuenta años, la mujer saharaui jamás se ha rezagado en su lucha lado a lado con sus hermanos por la libertad del Sáhara Occidental.
Las mujeres saharauis son las que más han sufrido de las barbaries y torturas del ocupante marroquí porque son ellas las que más han protestado pacíficamente contra la presencia ilegal de Marruecos aquí. Hay videos y fotos, mucha cosa documentada para que se vea la brutal represión que las mujeres saharauis sufren a diario.
¿Cómo ves el impacto de la guerra en los vínculos sociales y en las comunidades?
Realmente estoy muy orgullosa de mi pueblo saharaui. Esta segunda guerra de liberación ha unido más al pueblo saharaui a cumplir sus objetivo principal que es la independencia total.
Es increíble ver que, cuando surgen las guerras, la gente suele huir y buscar refugio, pero en el caso del Sahara Occidental hemos visto saharauis que trabajaban en Europa y que volvieron al frente y se alistaron para luchar por la liberación. Es increible este pueblo pacífico que ha sido obligado a retomar las armas para conseguir la paz.
La guerra nunca trae nada bueno. Destruye familias, destruye tejidos sociales, es algo terrible. Pero el pueblo saharaui está decidido a hacer estos sacrificios para conseguir la paz y conseguir la independencia.
¿Cómo ves los intereses internacionales, incluyendo de empresas transnacionales, los posicionamientos y el accionar de las Naciones Unidas sobre la situación del Sahara Occidental?
El Sáhara Occidental es un territorio no autónomo pendiente de descolonización. Por lo tanto, toda presencia de empresas internacionales o acuerdos con el ocupante marroquí son ilegales desde 1975 hasta la actualidad. Todo aprovechamiento de recursos naturales en el Sáhara Occidental sin el consentimiento del pueblo saharaui es ilegal y es un robo. Reivindicamos a esas empresas que cesen el pillaje de nuestros recursos hasta que el conflicto termine, porque el dinero de las inversiones en el Sahara Occidental se va a los bolsillos de los generales marroquíes y al corrupto rey Mohammed VI, que han ocupado ilegalmente nuestro territorio.
Reclamamos a todas las empresas que salgan inmediatamente de nuestro territorio, especialmente en este actual estado de guerra. Todo lo que se encuentra en nuestro cielo, mar y tierra es objetivo del ejército saharaui, por lo que les pedimos que abandonen inmediatamente nuestro territorio si quieren proteger sus intereses y vidas.
¿Cuáles son las reivindicaciones del pueblo saharaui y el frente polisario?
Las reivindicaciones del pueblo saharaui y del Frente Polisario son la independencia total del Estado Saharaui, el respeto a la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos y el respeto a las resoluciones de las Naciones Unidas que proponen un referéndum sobre la autodeterminación del pueblo saharaui.
¿Podrías contarnos sobre el Día Mundial de Solidaridad a la Mujer Saharauí, que es parte del calendario de acciones de la Marcha Mundial de las Mujeres? ¿Cómo, desde los feminismos populares en ámbito internacional, podemos fortalecer las luchas de las mujeres saharauí?
El 18 de febrero de cada año se celebra el Día Mundial de Solidaridad a la Mujer Saharaui, conmemorado de varias maneras en las diferentes agrupaciones de la Marcha Mundial de las Mujeres. Las actividades que realizamos este día visibilizan el sufrimiento diario de las mujeres saharauis para obtener su legítimo derecho a la independencia y disfrutar de su humanidad con dignidad, bajo ninguna ocupación. Se hacen marchas, sentadas, proyección de películas, conferencias y otras acciones más para celebrar la fecha en todas las partes del mundo.
Hoy, más que nunca, las mujeres saharauis necesitamos la movilización de las mujeres del mundo a demostrar su solidaridad a nuestra lucha por libertad y dignidad. Eso, sobre todo, en los momentos difíciles de guerra, en los cuales las mujeres saharauis están despidiendo a sus maridos, hijos y hermanos para ir al frente de liberación. Las mujeres saharauis necesitamos, además de la solidaridad, iniciativas de presión sobre los órganos internacionales para que lleven a cabo su responsabilidad en garantizar al pueblo saharaui su derecho a la independencia.
Por eso, nuestra lucha continúa. Seguiremos en marcha hasta que nuestros territorios sean libres.
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