Entrevistamos a Buyo y Gabri, miembros de Caviar para Cerdos, un duo de rap que no dudan en calificar como antisistema, que viene con la rabia y la frescura de una juventud que grita que No es así.
Por Angelo Nero
En 2021 hubo un choque de satélites en el cielo de Chapela, una parroquia de la periferia de Vigo salpicada de astilleros e industrias frigoríficas, con una juventud cuyo horizonte parece encerrado entre las islas Cíes y el puente de Rande. De ese choque de satélites, llamados Buyo y Gabri, surgió una nueva estrella en el universo del rap, al que le pusieron el nombre de Caviar para cerdos, con la intención de reflejar una generación con pocas oportunidades y ganas de cambiar el mundo. Con ellos hablamos en NR, para que nos cuenten sus proyectos, sus inquietudes, y como surgió esta colisión entre dos voces que ya venían abriéndose paso en la escena del rap.
Los dos mostrasteis inquietudes musicales desde muy jóvenes, empezasteis a tocar algún instrumento, y creo, que, alguno de vosotros, incluso estuvo en una banda de música. ¿Cómo ha sido vuestra evolución musical, hasta llegar a este nuevo proyecto al que denomináis Caviar para cerdos?
Gabri: En mi caso estuve cuatro años en el conservatorio de Vigo de los 8 a los 12 años con la guitarra, pero requería de una disciplina que era demasiada para la edad que tenía. Y en cuanto descubrí el rap nunca me despegué de él y comencé a hacer mis primeras letras sobre los 13 años.
Buyo: Yo comencé a tocar el clarinete a los 8 años en la banda de música de Chapela y no me anoté al conservatorio por la disciplina que comenta Gabri. Empecé a introducirme en el mundo del rap a los 13 e hice mi primera letra a los 14, donde empezaba a hablar sobre los problemas del barrio, grabando con un micro del SingStar y sonando a culo.
En vuestra música hay una rabia no contenida contra el sistema ¿se podría decir que es una crítica al capitalismo y una invitación a revelarse? ¿Podríamos calificar vuestro proyecto como rap anticapitalista?
Gabri: En cuanto a la primera pregunta, por supuesto, desgraciadamente vivimos en un país en el cual la revelación brilla por su ausencia. Y más que rap anticapitalista lo denominaría antisistema, ya que considero que el término va más allá.
Buyo: Yo más que anticapitalistas diría que me gusta hacer apología a la anarquía, una palabra muy corrompida por este sistema de mierda.
El trabajo es una mierda, leemos en la camiseta de Buyo, toda una declaración de intenciones, en el video del tema No es así, un artefacto sonoro que te explota en la cabeza como letras como esta: Vidas condenadas, en esta época irrisoria / sin curre, sin mañana, se repite la historia / nuestro futuro en el McDonals o en el Mercadona / huele mal, como el PP blanqueando la pasta de la farlopa / somos la juventud que creció sin esperanza / cargamos con una cruz que nos desangra / comemos de las migajas de una puta mafia / optamos a que nos exploten etts y subcontratas. ¿Ese desalentador horizonte laboral, y las ganas de cambiar el mundo, o por lo menos de denunciar este estado de cosas, es lo que os anima a rapear?
Ambas se retroalimentan, el rap nos anima a hacer cosas y las cosas nos animan a hacer rap. Y tampoco hay que ser un genio para percibir que el mundo en el que vivimos apesta.
“No verán mi voz distorsionada por efectos / ni saldrá de mi boca spanglish bajo ritmos frescos / en que estáis convirtiendo esto? / el rap de hoy es una cuadra / llegó el caviar para cerdos / no entendéis nada / sois el vivo ejemplo de una sociedad insana / solo buscáis fama / tener a cuatro grupis en vuestra cama”. En Puñalada tampoco escondéis las críticas al panorama del rap actual ¿qué se salva de esa escena que parecía nacer para impugnar al sistema y que acabó formado parte de él?
En mi opinión, lo que se salva de la escena es una pequeña parte de gente que sigue entendiendo el rap como lo que siempre fue, no en lo que se está convirtiendo. Por la poca gente que mantiene esa esencia el rap nunca morirá. «La industria pudre la esencia».
También hacéis a series icónicas como Mr Robot con fragmentos como este: A veces sueño con salvar el mundo, salvar a todos de la mano invisible, esa que nos cuelga la tarjeta de empelado, la que nos obliga a trabajar para ellos, esa que nos controla cada día, sin que lo sepamos, pero no puedo pararlo, pero no soy tan especial, solo soy un anónimo, y estoy solo. ¿Esa mano invisible contra la que combatía Elliot Alderson es la misma contra la que combaten las letras de Caviar para cerdos?
No sólo contra esa mano invisible, si no contra las marionetas que dirigen esa misma mano, como puede ser un policía, un político o tu vecino el facha.
“Lo escupo fácil para ver si lo entiendes / a mi me falta improvisar a ti te falta duende / otra basura que rapea faltando a mujeres / que mierda me vas a contar si no sabes quién eres, decís también en uno de vuestros temas, ¿el trato que cantantes del rap mainstream hacen sobre la mujer es algo que os repugna especialmente?
Por supuesto, cualquier objetización de la persona es repugnante.
“Busco disturbios y barricadas como en Francia / que todo este puto mundo sea como Exarchia / No te equivoques, yo no soy ejemplo de nada, ejemplo es Gabriel Pombo expropiando a la banca.” Hay cosas que se pueden decir mejor, pero no tan claras, y parece que estáis al tanto de lo que está sucediendo en el mundo. ¿Que importancia le dais a los medios de comunicación alternativos, como el nuestro, para que se conozcan estas luchas que se están dando en todo el mundo?
Obviamente son primordiales, ya nos intentaron meter el miedo con la Operación Araña y aún así no han podido callar la verdad ni encerrarla entre barrotes. «Al pensamiento nunca lo podrán hacer rehén».
En los últimos tiempos, en el estado español, la represión también se ha cebado con el mundo de la música, La Insurgencia, Valtonic, Pablo Hassel, parece que hay un especial interés en silenciar a las voces incómodas dentro del rap, ¿cómo valoráis esta ofensiva judicial contra la libertad de expresión, que ha llevado a la cárcel o al exilio a algunos de estos músicos? ¿vosotros os sentís coartados a la hora de escribir vuestras letras?
Nos preocupa como cualquier atropello a los derechos humanos. El cambio social y el arte siempre van de la mano, por eso intentan silenciarlo. A nosotros personalmente me da más ganas de tener menos filtro al escribir. Siempre gusta jugar con fuego jajaja.
Me llama la atención también el fragmento de «Un rey en Nueva York» de Charles Chaplin en el video de Hasta que muera de Buyo: “Dime, que estás leyendo? A Carlos Marx. No serás comunista? Hay que ser comunista para leer a Carlos Marx? Cualquier forma de gobierno me fastidia.” Me viene a la mente una pregunta: ¿La ignorancia sigue siendo un instrumento poderoso del sistema para tenernos controlados?
La ignorancia colectiva es comodidad para las élites.
El estribillo del tema tampoco tiene desperdicio: “Hasta que me muera o acabe majara / hasta que corten mi lengua como a Victor Jara / a las barricas, tápate la cara / Intifada contra toda acción autoritaria.” ¿El rap sigue siendo para vosotros un arma cargada de futuro?
De futuro no sabemos, pero de presente desde luego. La música es nuestra forma de darle vida a los pensamientos.
Para acabar nuestra entrevistas nos gustaría saber donde se ha podido degustar, hasta el momento, este Caviar para cerdos, y cuales son vuestros proyectos más inmediatos, si estáis grabando nuevos temas, y también si tenéis algún concierto en la agenda.
En cuanto a conciertos tenemos el próximo el 8 de abril en la sala Kominski junto con Error.
Durante estos años hemos dado diversos conciertos. Seguimos haciendo nueva música y seguiremos sacando muchas cosas pendientes.
Estamos trabajando en un proyecto más completo, pero aún queda mucho que trabajar.
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