Poco que decir de un encuentro en el que ni los protagonistas han dicho nada. Rajoy declina, después le declinan y ahora quiere no declinar… Sánchez tiene un gatillazo de manual: quiere pero no puede. Se encuentran en el Congreso y el uno sigue declinando declinar y el otro sigue impotente (al menos temporalmente). Es complicado llegar a un entendimiento entre quién no declina y quién no puede… así que Rajoy declinó darle la mano a Sánchez y Sánchez no pudo darle la mano a Rajoy…
Les recuerdo a los dos que España ha declinado continuar como siempre, pero que se siente impotente ante tanto circo con más focas que payasos…
Se el primero en comentar