La ofensiva azerí es una continuación de la campaña iniciada el 12 de mayo, cuando fuerzas armadas de este país entraron en territorio armenio en las regiones de Syunik y Gegharkunik
Por Angelo Nero
El conflicto abierto entre Armenia y Azerbaiyán, azuzado con poco disimulo por la Turquía de Erdoğan, parece lejos de entrar en vías de resolución. Este mismo martes, 16 de noviembre, volvieron a desatarse las hostilidades en la línea fronteriza, en la región de Syunik, en el entorno del monte Tsitsernakar, con un ataque de las fuerza azeríes, con el apoyo de vehículos blindados, que motivaron una contundente respuesta por la parte armenia. Esta, a su vez, hacía un llamamiento a Rusia para defender su integridad territorial, en virtud al tratado de ayuda mutua de 1997.
El Secretario del Consejo de Seguridad Armenia, Amen Grigorian, declaró al día siguiente: “Debido a las acciones de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, cuatro posiciones de combate de las Fuerzas Armadas de Armenia fueron sitiadas. Como resultado de negociaciones, el equipo militar y las tropas azerbaiyanas que invadieron el territorio soberano de Armenia abandonaron el territorio armenio, mientras que las unidades de las Fuerzas Armadas de Armenia fueron retiradas de las cuatro posiciones de combate antes mencionadas. Sin embargo, los militares azerbaiyanos, que invadieron el territorio soberano de Armenia desde mayo de este año, continúan desplegados en la sección mencionada.”
El Ministerio de Defensa armenio, cuyo titular, Arshak Karapetyan, fue reemplazado el mismo día del inicio de las hostilidades por Suren Papikyan, el cuarto cambio de ministro desde la firma de los tratados de paz de la reciente guerra de Artsakh, declaraba: “Se están llevando a cabo batallas localizadas durante las cuales el adversario usa artillería, equipo blindado y armas de fuego de varios calibres. La parte armenia está llevando a cabo acciones adecuadas. La situación está bajo el control de las Fuerzas Armadas de Armenia.” Pese a ello se confirmó la captura de doce militares armenios en la ofensiva, quince muertos, varios desaparecidos, y la perdida de dos posiciones militares fronterizas. Azebaiyán, por su parte, confirmó la muerte de siete militares azeríes en los enfrentamientos.
A través de la mediación de Sergei Shoigu, ministro de Defensa de Rusia, se ha alcanzado una nueva tregua, después de conversaciones con los gobiernos armenio y azerí. El primer ministro armenio Nikol Pashinyan, habló telefónicamente con el presidente ruso, Vladimir Putin, aunque no ha transcendido el resultado de la conversación. Pashinyan también informó este martes del ataque azerí: “Alrededor de las 13:00 horas del 16 de noviembre, las unidades de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán atacaron en dirección a la frontera oriental de la República de Armenia. Las Fuerzas Armadas de Armenia han tomado medidas para contrarrestar al enemigo. Hay víctimas de nuestro lado, sobre las que proporcionarán información actualizada. Se infligió un daño significativo a la mano de obra del enemigo, se destruyeron al menos 6 unidades de vehículos blindados.”
La ofensiva azerí es una continuación de la campaña iniciada el 12 de mayo, cuando fuerzas armadas de este país entraron en territorio armenio en las regiones de Syunik y Gegharkunik, y consolidaron sus posiciones, disparando a menudo contra la población civil, prendiendo fuego a sus pastizales y restringiendo la libre circulación de sus habitantes, tal como ha denunciado el Defensor del Pueblo armenio, Arman Tatoyan. En las minas de Sotk, en Gegharkunik, han sido evacuados unos 700 trabajadores, ante la amenaza de nuevos ataques.
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