
Entrevistamos a Alfredo Piedrafita, que acaba de publicar el disco ‘El mejor de tus días’, donde actualiza una docena de temas de la banda de su vida, Barricada.
Por Angelo Nero | 6/06/2025
Somos legión los que tenemos a Barricada en un lugar privilegiado de la banda sonora de nuestra juventud, desde aquellas primeras noches de rock & roll, todavía cuando suena en la radio alguna de aquellas canciones, nos sorprendemos coreando el estribillo. Y es que el grupo de la Txantrea no solo es inmortal, sino que nos recuerda también cuando nosotros éramos inmortales, cuando las noches no se acababan, y teníamos el orgullo de vivir en un barrio conflictivo. En 2014 salía el último disco de la banda, pero su historia continuaba. Hoy conversamos con Alfredo Piedrafita, guitarrista de Barricada durante 30 años, con la que editó 24 discos, y que ahora acaba de publicar “El mejor de tus días”, donde versionea 11 temas de la banda navarra.
¿Cómo comenzó a gestarse la idea de revisar un puñado de temas de tu banda de toda la vida? ¿es un ejercicio de nostalgia o tiene más que ver con eso de ‘con la experiencia que tengo, ahora lo haría de otra manera’?
Tiene que ver más con la experiencia, con el ahora como hago yo esto, pero me pasó también un poco por nostalgia, cuando oigo canciones de Barricada en casa o en algún bar, o en la radio y de repente -como cuando escuché “Vieja satisfacción”- me venían a la cabeza arreglos que le haría yo en ese momento, y por eso me lancé. No hay que olvidar que en Barricada éramos cuatro personas, que cada uno ponía su granito de arena para hacer las canciones. Tu podías tener más ideas, pero a lo mejor no había sitio. La grandeza de Barricada era esa, que éramos cuatro tíos diferentes, con gustos distintos, cada uno aportando sus influencias, y la suma de todo estaba en las canciones. Esta vez aporto mis influencias únicamente en cada canción.
Has grabado el disco en el estudio de tu hijo, Iker, con quien también has tocado en Miss Octubre, ¿qué tal ha sido la experiencia de la grabación? ¿Qué tanto por ciento del disco hay que atribuirle a Iker?
Iker ha aportado muchísimo. Cuando trabajo con Iker no trabajamos como padre e hijo, porque sino igual discutiríamos. Trabajo con él como el gran productor de rock que es, me parece que es uno de los grandes productores de este país, y no lo digo solo yo, lo dicen la cantidad de grupos que pasan por el estudio a grabar. Tiene mucha importancia en el sonido que consigue, por supuesto, pero también en los arreglos. Iker es un tío que tiene una mente fresquísima y abierta a cosas que se hacen en la música actualmente, y se le ocurren siempre montones de arreglos. A mi, afortunadamente, aún me siguen ocurriendo muchas cosas de estas, y creo que entre los dos hemos hecho un trabajo que no quiero decir que es perfecto, porque no hay nada perfecto, pero casi. Nos hemos quedado muy a gusto porque hemos conseguido darle un toque muy actual a unas canciones que ya eran míticas. Es difícil, porque las canciones ya estaban hechas, ya tenían alma propia, queríamos actualizarlas, pero sin que perdieran esa alma. Y creo que lo hemos conseguido.
El disco se abre con ‘Vieja satisfacción’, del álbum ‘Por instinto’, ¿es una declaración de intenciones, el comenzar por un tema poco conocido? ¿no hubiera sido más fácil tirar de éxitos para este trabajo?
Seguramente hubiera sido más fácil tirar de éxitos, pero no va conmigo, no va con mi manera de ser. La filosofía de este disco, precisamente, es esa y, además, “Vieja satisfacción” fue la primera canción que grabé. A partir de ahí, me dije que me gustaba la idea de que fueran este tipo de canciones, porque a mi me gustan todas, “No hay tregua”, “En blanco y negro”, esos temazos de Barricada de toda la vida, son geniales, lo que pasa es que ya los hemos oído muchas veces, y quería darles una oportunidad a estos otros temas que también para mucha otra gente son entrañables, pero que, de alguna manera, quedaron eclipsados por otros éxitos. En Barricada podíamos estar tocando horas y horas y la gente seguía pidiendo más, y siempre teníamos más canciones, no súper conocidas como “No hay tregua”, pero igual de entrañables para muchos, sin duda.
‘La esquina del zorro’, es uno de esos temas al que los seguidores de los primeros discos de Barricada le tenemos un especial cariño, de hecho, hasta hay un grupo tributo a Barricada que se llama así. ¿También hay algo de homenaje a esa primera etapa de la banda, cuando todos éramos, ciertamente, bastante más jóvenes?
Por supuesto que hay mucho de homenaje, no solamente a la banda, a la que yo haré siempre una reverencia, porque es la historia de mi vida, pero también es un homenaje a todos esos seguidores, a toda esa gente que empezasteis a seguirnos entonces, hace tantísimos años, y todavía estáis, muchas veces, al pie del cañón, no digo siempre, porque te vas haciendo mayor y la vida te va llevando por otros derroteros, pero siempre nos lleváis dentro. Cuando vas a un bar y, de repente, te ponen una canción como “La esquina del zorro”, te da esa cosilla en el estómago que dices “madre mía, mis Barri, sonando aquí”, y te transporta a aquella época.
¿Cómo se afronta un tema como ‘Quiero perderme’, cuarenta años después de que saliera a la luz? ¿no da un poco de vértigo?
Yo creo que no, no me ha dado vértigo. Yo, como decían los galos de Astérix, miedo poco. Yo cojo y me lanzo de cabeza. Para empezar tengo que decir que soy el mayor crítico de mismo, yo si hago algo y veo un pequeño fallo, lo descarto. Muchas veces peco de ser demasiado perfeccionista. Como esta vez no tenía presión, ni tenía, en principio, idea de hacer un disco, simplemente lo hacía por divertirme, cogía una canción y la hacía. Lo que pasa es que con “Vieja satisfacción” ya me vine arriba, y empecé a hacer más, pero sin presión de ningún tipo. Decía, voy a coger “Quiero perderme”, empezaba a trabajar en ella, y si veía que podía aportar algo nuevo la hacía. Si hubiera visto que no me cuadraba alguna cosa no hubiera tenido ningún problema en quitarla. Por canciones va a ser, tenía muchísimas más para elegir. Entonces esa ha sido mi manera de trabajar. Yo creo que el no tener presión me ha ayudado a que las canciones se vean así de frescas y directas.
He leído alguna crítica del disco en la que se decía que las canciones te daban la sensación aquella que te dieron cuando las escuchaste la primera vez, esa frescura y ese toque dan ahora, con el paso de los años, con estas versiones. Para mí eso es un halago, me parece genial.
Uno de los retos de ‘El mejor de tus días’ es ponerle tu voz a estas canciones y que suenen a algo actual, honesto y, a la vez, con ese poso de un pasado que también te pertenece, ¿fue complicado afrontarlo, tuviste dudas, o surgió de forma natural?
Tuve alguna duda con algunas canciones, de hecho conforme iba grabando, con la música estaba segurísimo, estaba quedando de miedo, tenía claro lo que estaba en mi cabeza y sabía que lo iba a reflejar perfectamente en la grabación, pero en la voz me daba más miedo, porque en Barricada no fui un cantante, me dedicaba a tocar la guitarra, en directo no podía tocar lo que tocaba y cantar a la vez. Aquí he tenido que apañar un poco las guitarras para poder hacerlo. Pero también bien, como te decía soy mi primer crítico, y si hubiera visto que no estaban bien no hubiera aparecido ninguna.
Por supuesto, me he quitado de la cabeza cualquier tipo de comparaciones con las voces originales. No pretendo parecerme a nadie, sino relajarme, ponerme a cantar, quitarme el miedo al micrófono, que también, cuando no has sido un cantante habitual se le suele tener.
También he tenido que adaptar tonos, por supuesto, porque en Barricada, cuando hacíamos alguna de estas canciones éramos jóvenes, llegábamos muy alto con la voz, pero, con el paso de los años, se va perdiendo, y algunas si que las he tenido que apañar. Pero, con la ayuda de Iker, que es un especialista en el tema de grabar voces y hacerte sentir muy bien, ha sido más fácil. El me decía “tenemos que hacerlo en un tono en el que te sientas cómodo”. Luego oyendo las grabaciones de otra gente, hay que buscar el tono ideal para que puestas estar relajado, y puedas disfrutar. Porque si disfrutas tú, va a disfrutar el que lo está oyendo.

Quiero hacer un inciso aquí, para comentar que, cuando contactamos, estabas en Extremadura haciendo fotos de pájaros. No conocía tu faceta de fotógrafo, pero veo que has editado un libro, “La estación perpetua”, sobre un viaje que realizaste a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf. ¿Cómo comenzó tu afición por la fotografía? Y ¿podrías hablarnos un poco de tu experiencia solidaria en el Sáhara?
Mi afición por la fotografía empezó en 2011, en el que hicimos un año de parón, nos tomamos un año sabático con Barricada, y me fui con mi mujer a Australia. Como eran unas vacaciones que iban a ser largas, entre cinco o seis meses, me compré una cámara de fotos digital, para poder plasmar las típicas fotos de vacaciones que luego vas a enseñar a alguien, para que te miren con cara de odio. Australia es una maravilla en cuanto a naturaleza, y ahí empecé a mirar técnicas de fotografía, y con los paisajes maravillosos y la fauna increíble que tiene por todas partes, me aficione. Y cuando volví a Pamplona me metí de lleno en esto, y con amigos que me han ido enseñando muchas cosas, me he liado hasta el punto que ya tengo cuatro libros editados.
En cuanto a lo del Sáhara, habían mandado cuatro camiones de medicamentos desde aquí, y me propusieron documentarlo, visitando los hospitales y los centros de salud, para comprobar que todo había llegado bien, y ver que más necesitaban para próximos envíos. Me pidieron que llevara la cámara, fui haciendo muchas fotos, y a la vuelta, al ver la necesidad que tiene allá de todo, porque muchas veces se les manda comida y ropa y nada más, vi que hacía muchísima falta muchas más cosas. Así que decidí sacar ese libro, con la financiación del ayuntamiento de Artika, donde vivo, y hacer una serie de acústicos para presentarlo y conseguir dinero para el Sáhara. Los vendimos todos en muy poco tiempo, y todo el dinero integro, al no tener que pagar los gastos de publicación, fue para llenar un camión de sábanas, de pañales, de sillas de ruedas, que les hacían falta, y lo mandamos para allá. La verdad es que fue una experiencia maravillosa. Es algo que me enganchó muchísimo.
Me parece muy fuerte que el gobierno español hubiera dejado a esa gente en manos de Marruecos, que lo que hizo con ellos fue un auténtico genocidio, a base arrojarles bombas, muchas de ella vendidas por España. Sin olvidarnos que el Sáhara Occidental era una provincia española. Eran españoles, con su DNI, y España les dejó vendidos, y se ha permitido ahora mismo que sigan estando en la peor zona del mundo, donde les acogió Argelia, que es la zona del desierto que le llaman “hamada”, que es algo así como lo peor que hay, lo que menos querrías para ti, y quedé bastante impresionado de como vive esa gente, y sobre todo de la esperanza que siguen teniendo de volver un día a sus tierras y recuperarlas.
Ahora está de actualidad el genocidio de Palestina, que me parece una salvajada lo que se está haciendo con esta gente, pero lo que se hizo con el pueblo saharaui no lo dice nadie, ni se nombra, supongo que por intereses económicos o políticos, se olvida totalmente, y a allí siguen abandonados a su suerte, en un sitio que cuando hablas del desierto, piensas en dunas, en arena, pero allí es piedra directamente, es un terreno muy duro. Es terrible, no entiendo porque la comunidad internacional no hace nada por ellos. Y el tipo de ayuda que reciben, de las asociaciones, de medios como el vuestro, o de individuos como yo, llegamos a donde llegamos, o a donde nos dejan, pero oficialmente no hay un reconocimiento del Sáhara y de lo que está haciendo Marruecos con este pueblo, al que han masacrado, con el que han cometido un auténtico genocidio, y se les sigue dando carta blanca. Es increíble.
Tu pasión por la fotografía y por la naturaleza está plasmada en otro libro con un título muy sugerente, ‘Del ruido al silencio’, en el que recoges tus recorridos por el emblemático monte de Ezkaba, cerca de Iruña, ¿No deja de ser curioso que un músico de rock reivindique el silencio?
Mozart dijo que el silencio también es música. Muchas veces hay que disfrutar también del silencio. A mí me viene muy bien, cuando has estado una semana de gira, con el estrés, con el ruido, meterme aquí en el monte, y no oír absolutamente nada más que un pájaro. Estar con la mente, con el oído puesto en un pájaro que estás buscando, que hacía tiempo que no oías, y ver si aparece o no. Estás en ese momento que aguantas incluso la respiración y me parece increíble.
Hay gente que disfruta haciendo respiración transcendental, me parece muy bien. Yo hago esto, que es un poco de frikis, pero me parece una frikada maravillosa. La naturaleza es lo mejor que tenemos, es casi perfecta, por veces es cruel, muchas veces ves cosas que no te gustan, pero es muy inteligente, para que unos vivan otros tienen que morir. Lo malo es cuando se destruye o se ata por el placer, y eso solo lo hacemos los humanos. Deberíamos aprender de los animales.
Volviendo al disco, también rescatas ‘Silencio’, del álbum de 1997, ‘Insolencia’, un disco más grunge que supuso un bajón en la carrera de la banda, ¿es hora de reivindicar también los trabajos que se entendieron tan bien, o no calaron entonces entre los seguidores más clásicos de la banda?
Si, también me apetecía coger alguna canción de esas. Yo siempre pensé que esos discos no fueron muy bien aceptados entonces, pero también decía que, con el tiempo, iban a envejecer muy bien. Y, efectivamente, es mucha a la gente que no les gustó, que tuvieron esa decepción cuando sacamos esos discos, y luego, con el tiempo, los han ido reconociendo, los han escuchado y les han sabido sacar el jugo. Y “Silencio” era una de ellas.
Fijaté, cuando le dije a Iker, vamos a grabar esta, “Silencio”, me dijo ¿esa cual es?, una del “Insolencia”, y se la puse y la escuchó y volvió a decirme, ¿esto vamos a hacer?. Y dije si, la vamos a hacer, y además la vamos a hacer bien. Ahora, para él, es la que mejor ha quedado en el disco. Me parece una maravilla como hemos dejado esta canción.
En esta canción también tenía pendiente alguna cosilla, por lo que te decía, porque éramos cuatro, y los cuatro decidíamos. Pero, claro, a mi se me quedó esa cosa pendiente, y ahora ya me he quedado a gusto, le he metido los cambios que a mi me hubieran gustado hacer, e Iker, que no daba un duro por ella, también se ha quedado contento con ella.

Con ‘Bésame’ hubo otro salto hacia adelante de Barricada, que sumó nuevos seguidores a la banda, y recuperó a otros que no habían entendido el giro de ‘La araña’ o de ‘Insolencia’, una nueva etapa que recuperas en tu disco con el tema ‘Echa a correr’, ¿una de las claves del éxito de Barricada, para que siguiese en el candelero durante tanto tiempo, fue su capacidad de reinventarse, de experimentar y de echar a correr cuando otros se quedaban parados?
Si, por supuesto que fue importante nuestra obsesión por no repetirnos, por no continuar con antiguas fórmulas de éxito, y todo es parte del secreto del éxito de Barricada, de que duráramos tantos años y de que hiciéramos tantas canciones. Éramos un grupo que, además, siempre nos gustó arriesgar. De hecho ahí tienes “La araña” o “Insolencia”, nos gustó mucho el riesgo, y lo aceptábamos, y éramos conscientes de ello. Y luego de los fallos aprendías, o no, y volvías a meter la pata, que también éramos muy así. Entonces si, gran parte del éxito funcionó así.
Una parte es esa, que nos gustaba asumir riesgos y avanzar, y no quedarnos atascados, y otra parte muy importante a lo que yo siempre he achacado esto ha sido el trabajo en equipo. Éramos un equipo de cuatro personas haciendo las cosas, muchas veces alguno tenía gustos completamente diferentes, pero con todas las influencias distintas que teníamos cada uno se mezclaban cuando nos poníamos a montar canciones, y eso también es parte del éxito de estas canciones. Yo estoy convencido. Siempre he defendido que soy una persona de trabajo en equipo, creo que es importantísimo, incluso en este disco, aunque esté firmado con mi nombre hay un equipo detrás.
Hay que destacar el trabajo gráfico del disco, la foto de portada y un tesoro escondido, la colección de fotos que envuelve el vinilo. Esto me recuerdo a cuando, en mi juventud, escuchabas el disco dándole vueltas al envoltorio… ¿de quien son las fotos que aparecen en ‘El mejor de tus días’? ¿y cual es ese equipo que está detrás del disco?
En la producción y el sonido está Iker, una parte importante del proyecto. En la fotografía está Silvia Catalán, aunque luego el diseño ha sido mío, siempre ha sido en base a su trabajo. Silvia es una fotógrafa excelente, que está subiendo muchísimo, y con razón, porque tiene un estilo muy particular de hacer fotos. También me apetecía que se sacara el disco y tuviera un soporte gráfico. En la fábrica me ofrecieron el sobre en blanco, que cuesta más barato, pero preferí gastarme algo más, y poner unas fotos. Como no había sitio para un libreto, como se hacía antes, he puesto un código QR donde puedes acceder a las letras, y a más fotos de Silvia.
Luego está mi amigo Darío, de Hernani, que también me echa una mano en todo el tema informático, me ayuda muchísimo, me libera de todos los Poltergeist que aparecen de repente en mi ordenador, se pone la estola, coge el agua bendita y como el exorcista me libera de todo. Está Vicente también, que me ha ayudado en la maquetación. Gente que está ahí, echando una mano, aunque no figuren en los créditos, pero que, sin ellos, hubiera sido muy complicado hacer esto.
Con el anuncio del lanzamiento de ‘El mejor de tus días’, las respuesta de los seguidores no ya de Barricada, sino tuyos, ha sido espectacular, ¿crees que le han dado, como uno de los temas que destaca de tu disco, ‘Su merecido’ a Alfredo Piedrafita?
En cierto sentido si. Me han dicho, sabemos que sigues estando aquí, has sido parte de la banda sonora de nuestras vidas, y has sido una parte importante de todo aquel engranaje. Y me ha parecido genial, me ha sorprendido muchísimo esa respuesta, también. Yo llego a lo que llego, como tampoco soy mucho de redes sociales, no tengo mucho alcance, pero me ha sorprendido, porque en este país, sacar un vinilo y entrar en el número 4 en la lista de ventas, en medio de gente que los ves hoy en el Hormiguero, mañana en La Revuelta, y pasado en el Telediario, de repente, ves que se ha colado un tal Alfredo Piedrafita, y muchos dirán, ¿y este quien es?. Me parece que sin tener apoyo de discográfica, ni de distribuidora, tirando solo para adelante y trabajando, llegar a esto, es genial.
Para esa legión de seguidores de los que hablábamos antes, y que siguen disfrutando de la música en directo, ¿podemos darle la noticia de que volverán a escuchar a Alfredo Piedrafita tocando canciones como ‘No sé bien por qué’ sobre un escenario?
Si, se la podemos dar y se la podemos asegurar, al cien por cien. Ya estoy montando la banda y estoy con los primeros conatos de ensayo. Como vengo de una lesión en la mano también voy poco a poco con la guitarra, no quiero estropear nada de lo que me ha costado mucho tiempo arreglar. Pero las primeras pruebas suenan brutales. Si, podemos decirles que en 2026 salgo de gira otra vez. Me muero de ganas, porque ya llevo año y medio sin subirme a un escenario por estos problemas en la mano, y me doy de aquí al final de año para conjuntar bien el grupo, para que suene exactamente igual que en el disco, que salgas al directo y suene atronador, y que las canciones suenen frescas. En eso estoy ahora. El año que viene salimos de gira, seguro, de hecho ya tenemos cerrada alguna cosa, sin haberlo anunciado apenas.
‘Por instinto’ tiene una presencia destacada en tu trabajo, con tres temas, la que abre el disco, ‘Cada noche’ y ‘Deja que esto no acabe nunca’, ¿por algún motivo especial le has dado un protagonismo adicional a este álbum?
No por ningún motivo especial, no he ido pensando en hacer una canción de cada disco. Conforme iba probando las canciones y veía que podía hacer algo diferente y darles el toque actual, lo hacía, y luego si que vi que de “Por instinto” había tres y de otras no había ninguna, pero ya veremos si hay volumen dos. Ya tengo gente que me está mandando mensajes diciendo que está esperando el volumen dos, te recomienda canciones, etc. Es broma esto del volumen dos, pero me han ido saliendo, porque al principio no tenía intención de hacer disco ni nada, simplemente ir cogiendo canciones y alguna se me ha escapado un poco como “Deja que esto no acabe nunca”, que no es una cara B, realmente, es una cara A, pero me apetecía darle un toque más oscuro, y creo que ha quedado bien, aunque seguramente sea la que menos ha cambiado de todas.
El penúltimo corte de tu disco nos deja otro regalo, la versión de ‘Tiempos que arden’, uno de esos temas de ‘Rojo’ que se agradece que recuperes, ¿en estos tiempos que arden, el rock and roll sigue siendo un instrumento útil para seguir denunciando las injusticias que nos rodean?
Debería ser así, el rock and roll siempre ha estado un poco al margen de la ley, o de lo establecido, siempre hemos estado en esa línea, pero cada uno lo puede hacer como quiera, hay muchísimas maneras y muchísimas cosas que reivindicar, muchas causas políticas o sociales. Creo que el rock and roll todavía tiene que servir para denunciar ciertas cosas, y si no lo hacen tus canciones, lo haces en tus entrevistas o como mejor sepas hacerlo. Pero siempre hemos estado ahí, cuando el sistema te absorbe de alguna manera ya la hemos jodido. Normalmente yo suelo decir que tampoco pido que nos den nada los ayuntamientos o las comunidades autónomas, que no nos den ayudas, simplemente que no nos pongan pegas, con eso sería suficiente.
Pero cuando ven que el rock and roll funciona, que funcionan los festivales, ya tenemos al fondo de inversión de turno, comprándolos para que estemos, sin darnos cuenta, dándoles dinero para sus atrocidades. Es jodido, porque pelear contra el sistema, cuando está todo el mundo unido es más fácil, pero la primera estrategia que utilizan ellos es la de divide y vencerás. Y una vez que estamos divididos, estamos ya vencidos, seguro. Pero aún tenemos ganas de pelear, aunque no vayamos a vencer, pero por lo menos que se enteren de que estamos aquí, dando guerra.
Y para terminar, ese broche de oro de ‘El mejor de tus días’, ¿por qué te decidiste, de la enorme cantidad de canciones de Barricada, por esta para dar título a tu álbum?
Me gustaba, le empecé a dar vueltas, y a ver como llamo al disco, no se me ocurría nada, hasta que, de repente, leyendo los títulos de las canciones, dije, joder, si ya está, si este ha sido el mejor de tus días, la mejor de tus vidas, haciendo un juego de palabras. Pues voy a hacer de este disco el mejor de mis días, y como mucha gente me ha dicho, el mejor de los días para esa gente, que recuerda con estas canciones, que se vuelve a trasladar a aquellos tiempos, y me pareció un buen título que reflejaba de alguna manera como me siento ahora mismo.
Yo también te lo agradezco, porque también crecí con Barricada, fueron mis primeros conciertos, y estas canciones me llevan a esa época en la que, cuando hablo con mis amigos, siempre digo ‘cuando éramos inmortales’.
Éramos, o nos lo creíamos tanto que lo éramos. Realmente aquí estamos todavía, va pasando el tiempo y seguimos siendo inmortales. Nadie puede con nosotros.
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