Washington quiere imponer el modelo israelí en Ucrania

Estados Unidos estaría contemplando aplicar el modelo israelí en Ucrania ante la falta de avances en el frente de guerra y la imposibilidad de incorporar a Kiev a la OTAN.

Por Tahsin Halabí

Parece que la derrota segura de Ucrania en el campo de guerra después de la victoria rusa en Bajmut empujará a la OTAN y a Estados Unidos a renunciar por ahora a incluir a Ucrania en la alianza y compensarlo mediante alguna fórmula favorable para Occidente.

Esta fórmula buscaría establecer una relación con Ucrania similar a la que hay con el régimen israelí, brindando un fuerte apoyo militar y empleándolo al servicio de los intereses occidentales.

Así lo confirmó el periódico estadounidense Wall Street Journal el pasado 22 de mayo informando que el presidente estadounidense, Joe Biden, le había presentado esta idea al presidente polaco, Andrzej Duda, cuando visitó Polonia el pasado febrero.

Biden habría presentado a Duda este modelo ya que varios países de la OTAN insisten en no incluir a Ucrania en la alianza debido al peligro que plantearía dicha anexión.

El propio Duda, ferviente defensor de la inclusión de Ucrania en la alianza, se vio obligado a anunciar en una entrevista con el Wall Street Journal que «es comprensible que Ucrania no pueda convertirse en miembro de la alianza mientras esté en estado de guerra en su territorio».

La cuestión de fondo tiene que ver con la advertencia del Presidente ruso Vladimir Putin a Occidente hace más de un año cuando advirtió que la incorporación de Ucrania a la OTAN supondría cruzar «la línea roja».

Según las declaraciones de un funcionario estadounidense al Wall Street Journal, el modelo de relaciones que se puede desarrollar con Ucrania se parecerá a las relaciones con el régimen israelí en Oriente Medio, un modelo que ha preservado a Israel durante mucho tiempo y que convendría aplicar en Ucrania como país que se encuentra fuera de la alianza.

La pregunta ahora es: ¿Tendrá éxito este modelo contra Rusia, especialmente después de las victorias de campo que logró en Bajmut?

Washington, junto con los países de la OTAN, creían que librando una guerra indirecta contra la Federación Rusa a través de Ucrania provocarían un desgaste para Moscú. Sin embargo, el desarrollo del conflicto y los malos resultados sobre el terreno podrían llevar a Occidente a cerrar el camino para que Ucrania se una a la alianza y compensarlo recurriendo al “modelo israelí”.

De esta manera la OTAN habría recurrido a la implementación de un Plan B como una opción para evitar una guerra directa con Rusia. Sin embargo, la aplicación de este modelo israelí en las fronteras rusas podría resultar inútil teniendo en cuenta la experiencia previa fallida tras todo el apoyo brindado al ejército ucraniano por más de una veintena de países con EE.UU a la cabeza.

Washington se dio cuenta de que Rusia era capaz de establecer condiciones específicas y reglas de enfrentamiento en esta guerra. Por otro lado, el modelo israelí de Oriente Medio a Ucrania podría estar condenado al fracaso ya que las circunstancias son muy distintas. La principal, es que Rusia es una de las principales potencias militares, nucleares y políticas del mundo.

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