Por María Torres
El 22 de octubre de 1936, cuando el avance de los sublevados sobre Madrid reveló la crítica situación militar de la República, su presidente, Francisco Largo Caballero, firmaba un decreto por el que se constituían las Brigadas Internacionales, unidades compuestas por voluntarios de numerosos países europeos. La idea de crear las Brigadas Internacionales se fue gestando en el verano de 1936 a partir de diversas iniciativas paralelas. La sede internacional de reclutamiento se estableció en París, desde donde se organizaba el envío de voluntarios en contacto con el gobierno republicano que tramitaba la documentación necesaria. Los primeros brigadistas llegaron el 14 de octubre de 1936 a Albacete, ciudad que se designó como cuartel general y centro de entrenamiento de las Brigadas, bajo el mando directo de André Marty, secretario general de la Tercera Internacional.
La mayoría de los voluntarios carecían de preparación militar, así que el primer objetivo fue instruirlos y agruparlos en unidades para su traslado al frente. La instrucción que recibían estos voluntarios era exigua por las urgencias de la guerra y muchas veces acudían al frente sin haber aprendido los elementos básicos de la técnica militar. Además, el entrenamiento se realizaba generalmente sin armas por escasear las mismas en el ejército republicano. Todo ello se suplía por la vocación de ayuda y de lucha contra el fascismo que tenían todos los voluntarios. Los internacionales quedaron integrados en el ejército regular republicano, asignándoles de la XI a la XV Brigada.
La primera actuación de los voluntarios fue la defensa de Madrid. Con una deficiente formación militar que apenas había durado una semana, la XI Brigada (Batallones Edgar André, Commune de Paris y Dombrowski) salió precipitadamente el 4 de noviembre de Albacete para incorporarse al frente de Madrid, ya que las tropas franquistas se encontraban a diez kilómetros de la capital, ocupando Getafe y Leganés. Más tarde, el 10 de noviembre, se les unió la XII Brigada.
«Soy un voluntario de las BBII porque admiro profundamente el valor y heroísmo del pueblo español en lucha contra el fascismo internacional; porque mis enemigos de siempre son los mismos que los del pueblo español. Porque si el fascismo vence en España, mañana vencerá en mi país y mi hogar será devastado. Porque soy un trabajador, un obrero, un campesino que prefiere morir de pie a vivir de rodillas. Estoy aquí porque soy un voluntario y daré, si es preciso, hasta la última gota de mi sangre por salvar la libertad de España, la libertad del mundo”.
Muchos de aquellos «voluntarios de la libertad», perdieron la vida en defensa de la libertad de los españoles. Fueron un total de 59.380 los hombres que dejaron a su familia, su trabajo y a su país y quince mil de ellos se quedaron aquí, «con la tierra de España como mortaja», como dijo Dolores Ibárruri.
Llegaron brigadistas de 54 países, ocupando Francia el primer puesto en cuanto al número de contingentes con 15.000 y el segundo alemanes y austriacos con 5000 voluntarios. Le siguen Italia con 4.000, Inglaterra con 2.500, Estados Unidos con 2.000, Yugoslavia con 1.700, Canadá con 1.500, Cuba con 1.200, Argentina con 600. Así hasta un número importante de países como Costa Rica, Abisinia, Polonia, Albania, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Suecia, Suiza, Holanda, Rumania, Chile, México y Nueva Zelanda. Lo que mucha gente no sabe es que cerca de 8.000 brigadistas eran de origen judío, colectivo que mayoritariamente entendió la lucha contra el franquismo en el contexto de la lucha contra el ascenso del antisemitismo que se estaba dando en Europa. Fueron los grandes olvidados.
Gracias a su apoyo los españoles leales a la República supieron que no estaban solos y el aliento de los brigadistas les dio fuerzas para resistir el embate del ejército fascista, pero en octubre de 1938, las presiones del Comité de No Intervención contra el gobierno republicano, dieron sus frutos y los brigadistas tuvieron que poner punto y final a su encomiable labor. Regresaron a sus países a través de los Pirineos y muchos terminaron cautivos en los campos de concentración de los “amigos” franceses.
Paradójicamente el Comité de No Intervención miró para otro lado cuando los gobiernos fascistas alemán e italiano que apoyaban al rebelde Franco, se distraían bombardeando ciudades españolas y atacando específicamente a la población civil.
El gobierno de la República se vio obligado a decidir la retirada inmediata y completa de todos los brigadistas, no sin antes mostrarles el agradecimiento de todo el pueblo español. El 28 de octubre de 1938, el pueblo de Barcelona les rindió un emotivo homenaje como despedida.
¡Madres! Cuando los años pasen y las heridas de la guerra se vayan restañando; cuando el recuerdo de estos días dolorosos y sangrientos se esfume en un presente de libertad, de paz y de bienestar… hablad a vuestros hijos; habladles de estos hombres de las Brigadas Internacionales. Contadles cómo, atravesando mares y montañas… llegaron a vuestra patria, como cruzados de la libertad, a luchar y morir por la libertad y la independencia de España, amenazados por el fascismo alemán e italiano. Lo abandonaron todo: cariños, patria, hogar, fortuna, madre, mujer, hermanos, hijos… y vinieron a nosotros a decirnos: ¡Aquí estamos!; vuestra causa, la causa de España, es nuestra misma causa, es la causa común de toda la humanidad avanzada y progresista. No os olvidaremos; y cuando el olivo de la paz florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República española, ¡volved!…» (Dolores Ibárruri)
Y volvieron, cumpliendo la petición de La Pasionaria. Volvieron transcurridos sesenta años, en noviembre de 1996, tras la aprobación de un Real Decreto por el que se reconocía la ayuda de los voluntarios y se les concedía la nacionalidad española, ratificado después por la Ley de Memoria histórica de 2007. (“Es de justicia reconocer la labor en pro de la libertad y de la democracia llevada a cabo por los voluntarios integrantes de las Brigadas Internacionales durante la guerra civil española de 1936 a 1939. Los supervivientes de la contienda merecen ver de un modo patente la gratitud de la Nación y para ello nada más justo que entender que se dan en ellos las circunstancias excepcionales previstas en el artículo 21 del Código Civil a los efectos de la concesión de la nacionalidad española por carta de naturaleza”.)
Los libros y las memorias están plagados de historias de vida y muerte de brigadistas. Todos se llevaron un trocito del dolor de España en el corazón y siguieron apoyando a la República española desde sus países y combatiendo al fascismo cuando estalló la II Guerra Mundial. Aquí quedaron muchos, abonando la tierra. Otros pudieron regresar a recoger su nacionalidad española prometida muchos años antes.
Como ya sabemos, el final de la historia no fue feliz, pero recordar a aquellos voluntarios hace que el cimiento de la confianza en los seres humanos no se resquebraje. A pesar de los años transcurridos, su lección magistral de solidaridad sigue viva.
ORGANIZACIÓN DE LAS BRIGADAS
XI BRIGADA
La XI Brigada fue la primera en constituirse formalmente el 22 de octubre de 1936 con tres batallones: Edgar André, Commune de París y Garibaldi, apoyados por un batallón español. Jefe de la Brigada fue Manfred Stern primero y Jean Marie François después.
1er Batallón «Edgar André». Alemán.
2º Batallón «Commune de Paris». Franceses y belgas. Trasladado posteriormente a la XIV.
3er Batallón «Dabrowski». Polacos, húngaros, yugoslavos, 2 paraguayos. Trasladado posteriormente a las Brigadas XII, XIII y 150. (Bandera en la imagen).
4º Batallón «Garibaldi». Italianos. Trasladados más tarde a la XII.
XII BRIGADA
La XII Brigada se constituyó el 1 de noviembre de 1936 con los batallones Ernst Thälmann, André Marty y, desde la XI Brigada, el Garibaldi. El Jefe de la Brigada fue el general Mát Zalka
1er Batallón «Thaelmann». Alemán. Trasladado posteriormente a la XI.
2º Batallón «Garibaldi». Italianos.
3er Batallón «André Marty». Franceses y belgas. Trasladado posteriormente a la 150, XII y XIV.
XIII BRIGADA
La XIII Brigada se constituyó el 1 de diciembre de 1936 con los batallones Chapaiev, Henri Vuillemin y Louise Michel. El jefe de la Brigada fue Wilhelm Zaisser.
1er Batallón «Louise Michel». Franceses y belgas. Trasladado posteriormente a la XIV.
2º Batallón «Chapáyev». De distintos países balcánicos. Trasladado posteriormente a la 129.
3er Batallón «Henri Vuillemin». Franceses y belgas. Trasladado posteriormente a la XIV.
4º Batallón «Mickiewicz Palafox». Polacos y judíos mayoritariamente, además de unas decenas de sobrevivientes ucranianos del ejército anarquista de Néstor Majnó.
XIV BRIGADA
La XIV Brigada, a la que se conoció como La Marsellaise por estar conformada por mayoría de franceses, fue creada el 1 de diciembre de 1936 y reorganizada por completo el 27 de noviembre de 1938.
1er Batallón «Noves Nacions». Trasladado posteriormente al «Commune de Paris».
2º Batallón «Domingo Germinal». Anarquistas españoles y portugueses.
3er Batallón «Henri Barbusse». Franceses.
4º Batallón «Pierre Brachet». Franceses.
Batallón Vaillant-Couturier.
XV BRIGADA
La XV Brigada se formó el 31 de enero de 1937 con los Batallones Dimitrov, 6 de febrero, Pierre Brachet (que se trasladó pronto a la XIV Brigada), Británico, Lincoln y Washington. El Jefe de la Brigada fue Janos Galicz.
1er Batallón «Dimitrov». Yugoslavos y búlgaros. Trasladados posteriormente a la 150 y después a la XIII.
2º Batallón Británico.
3er Batallón «Lincoln», «Washington», «Mackenzie-Papineau»,
Estadounidenses, canadienses, cubanos y argentinos.[ A este batallón se unió la Columna Connolly formada por un reducido grupo de irlandeses.
4º Batallón «6 de febrero». Franceses. Trasladados posteriormente a la Brigada XIV.
129.ªBRIGADA
La 129 Brigada se constituyó el 28 de abril de 1937 con restos de batallones de otras Brigadas y miembros del POUM. La distinta procedencia de sus miembros la llevó a ser conocida como la Brigada de las cuarenta naciones. Las diferencias entre las fuerzas políticas y el conflicto en Cataluña con el POUM la hicieron poco efectiva, debiendo ser reorganizada en febrero de 1938. Entonces se nombró Jefe de la Brigada a Wacek Komar (que provenía del Batallón Dabrowski de la XIII Brigada).
1erBatallón «Masaryk». Checoslovacos.
2º Batallón «Djakovic». Yugoslavos y búlgaros.
3er Batallón «Dimitrov». De diversos países balcánicos.
150.ªBRIGADA
Formada en junio de 1937 sobre la base del Batallón Dabrowski de la XI Brigada.
1er Batallón «Rakosi». Húngaros.
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